martes, 30 de septiembre de 2008

Dichoso el que llegue a la vejez. 1 de Octubre día mundial del adulto mayor.

Por: Yoel Rivero Marín.
Regresaba después de una jornada agotadora, me agobiaban los muchos problemas del día a día; la novia, el trabajo, el dinero que nunca alcanza. Fue entonces que lo vi, estaba en la esquina, parecía cargar todo el peso del mundo en su sola espalda. Por su ropa y lo que se veía del cuerpo, el descuido carcomía su larga y cansada vida. En ese instante algo cambió en mí. Su mirada y esa mano extendida suplicante hicieron que me detuviera cuando antes seguía sin alterar el curso de mis pensamientos. Allí estaba él, y yo como un tonto comencé a revisar mis bolsillos penosamente vacíos, mientras su mano continuaba extendida. No sé como pasó por mi mente, pero casi al instante estreché la diestra de aquel anciano que iluminó sus rasgos cansados con una sonrisa llena de una historia, que tal vez algún día pueda ser la mía.


Antes yo pensaba como muchos, pero después de aquel instante, todas mis presunciones de joven insensible tomaron otro matiz. Aquella mano maltratada por el tempo mostraba cuántos empedrados caminos había transitado. Y pensar que un día él fue como yo. Hasta ese momento nunca me percaté de cuánto le debía: las calles, las casas, todo salido de sus manos. Con los años cada uno se ha consagrado a su propia obra, su andar despacio, su divagar constante, ese secreto del mito y el relato sagrado del pasado navegan en penumbras al final de un viaje, que muchos, como yo, ven concluido.

Ahí van, con sólo pararme en una esquina los veo. Se sienten fuertes, pero el tiempo ha apagado aquella llama que les permitía enfrentar al mundo como ahora lo hago yo. Ellos también sonríen, sienten, sueñan, conversan de los mismos temas que yo, aman también con la misma intensidad y se sienten útiles, aunque los años los limiten, como poco a poco lo harán conmigo. Recuerdo que después de aquel encuentro varias veces me senté en el parque, ese que le dicen “El pelón”, y bajo la sombra de la Ceiba vi ancianos recordando sus viejos tiempos, intentando comprender el presente y a esos jóvenes indiferentes que pasan a su lado.

Cuando a veces detengo la mirada en las profundidades del espejo, me parece que un anciano desconocido me estuviera observando. No sé si es que ahora presto más atención, o es que cada vez son más los que van a sentarse a ese parque. Muchos se ríen y dicen que ahora hay un Boom de abuelitos. Yo los veo con sus miradas pacientes, con sonrisas que les devuelven a sus rostros las expresiones de antaño. Me han contado que para el 2025 Sagua la Grande tendrá más ancianos que niños, esa es una realidad innegable.

La religión de lo moderno rinde culto a unos dioses exclusivamente jóvenes. Así nuestro mundo se ha ido poblando de gente nueva, halagada, superficial, espléndida, que no encuentra límite para sus caprichos, y de viejos cada vez más numerosos que, por fuerza acaban engrosando una especie de tercer mundo de la existencia, colmado de seres sin futuro, resabios de un pasado que ya no interesa a nadie, y fatalmente condenados a un presente banal que solo sirve para alimentar la poderosa industria de los cosméticos, las redes de turismo en masa y sistemas totalmente enajenantes. Llegar a viejo no sólo implica la amenaza de sufrimientos desconocidos, sino viene acompañado de la soledad, de la nostalgia.

Como todos, con suerte, yo también llegaré a esa edad que cierra nuestro paso por la vida, y sé que las generaciones que me seguirán algún día al intentar yo cursar una calle ellos van a encontrar esa mano suplicante que les diga: “haz por tu pasado para que tu futuro haga por ti”

lunes, 29 de septiembre de 2008

La actriz Cubana Eslinda Núñez vive orgullosa de su infancia en Sagua la Grande.

Por: Yoel Rivero Marín.

Sagua la Grande vio crecer a una niña que entre juegos y maromas dio sus primeros pasos en la actuación en esta ciudad. La prestigiosa actriz cubana Eslinda Núñez vivió su infancia en la Villa del Undoso y aún después de tantos años llega al municipio y la nostalgia atrapa su pensamiento, esa Villa sigue siendo bella ante sus ojos aún cuando el tiempo la haya despojado de sus mejores galas. El recuerdo de la gente, de las calles anchas y limpias de Sagua, el recuerdo del parque donde jugaba, el recuerdo de las flores en los jardines de la Terminal de trenes, resultan imborrables para esta mujer que con absoluta sencillez visita y saluda a sus amigos de la infancia, a aquellos que estudiaron con ella en el antiguo colegio "Dolores Cruz". Protegido del paso del tiempo aún se conserva un álbum de fotos de aquellos estudiantes que transitaron por el colegio y en varias de sus páginas está la figura menudita y sencilla de esa magistral actriz de Lucía. Una bella mujer, que al decir de su esposo, el cineasta Manuel Herrera, es una sagüera en cuerpo y alma, ella le ha permitido, mucho antes de llegar a la ciudad, conocerla hasta en el más mínimo detalle.
Aún cuando no nació en esta tierra, y creció lejos de ella, Eslinda Núñez siente un apego incondicional hacia la Villa de la Purísima Concepción de Sagua la Grande. Recuerda con un cariño especial su primera fiesta de disfraces en el Casino Español de la ciudad, una construcción que aún en franco deterioro impresiona por su majestuosidad.
Muchos han contado la vida de esta actriz cubana, pero su infancia nunca ha sido contada, esa parte de su vida que le permitió ser lo que es hoy. No olvida que tuvo el privilegio de vivir en Sagua la heroica Huelga del 9 de abril, de estar presente aquel 5 de septiembre en Cienfuegos y de ser testigo de la Batalla de Santa Clara, protagonizada por el Che.
Eslinda y Sagua tienen una relación muy particular que tiene que ser contada porque para ella es un orgullo.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Los Veteranos de la Guerra de Independencia ya descansan en paz en el Cementerio de Sagua.

Los cementerios de Sagua
Especialista: Raúl Villavicencio Finalé

El Panteón de los Veteranos de la Guerra de Independencia.
Más que del panteón hablaremos de todas las penurias y vicisitudes que sufrieron estos heroicos ancianos antes de ser sepultados en él.
La gloria se la habían ganado combatiendo por la independencia de Cuba en los campos de batalla. Los que sobrevivieron a la guerra, los llamados Veteranos, cuando entraron triunfalmente en Sagua el 1 de enero de 1899 desconocían las penurias que vivirían posteriormente durante la llamada Seudorepública o República Mediatizada en la cual imperaron los gobiernos corruptos que solo se preocuparon por amasar fortunas a costa de la miseria del pueblo humilde. Los veteranos de la guerra, a duras penas pudieron construirse un local y una asociación que los defendiera en la medida de sus posibilidades.
Sus problemas comenzaron cuando la pensión vitalicia que se les pagaba como veteranos dejaron de llegar a sus bolsillos por atrasos inconcebibles de pago. Hubo ocasiones en que la asociación local tuvo que prestar de sus fondos hasta la suma de dos pesos para aliviar en algo sus penurias económicas, y esto ocurría cuando se encontraban ya en estado de edad avanzada.
Algunos de ellos, en situación desesperada, pasaron a vivir como indigentes en la vieja cárcel pública que por entonces estaba abandonada, y si alguno necesitaba una radiografía, por ser este un servicio privado, la asociación las lograba rogándole a los médicos que la hicieran por un precio muy bajo.
Cuando ingresaban en el hospital Pocurull, la asociación tenía que gestionar ante la dirección del mismo la posibilidad de matar la plaga de chinches que azotaba las camas de esa institución pública de salud.
En una ocasión la asociación protestó porque uno de sus asociados al morir tenía las escaras de su espalda infectadas de gusanos por la pésima atención que allí recibió.
El sepelio constituía otra agonía porque las funerarias privadas se negaban a ofrecer servicio si no se les pagaba al contado y cuando se conseguía una rústica e improvisada caja había que transportarla en hombros desde donde viviera el veterano fallecido hasta la estación de ferrocarril desde donde se llevaba gratuitamente hasta el panteón en el cementerio.
Numerosas quejas llegaban al presidente de la República Fulgencio Batista y al Senador Jorge Mañach informando de la penosa situación.
Así vivieron y murieron nuestros gloriosos mambises en esa época de oprobio, para encontrar el descanso solo en el cementerio.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Shalóm. Más arte efímero en Sagua la Grande.

Por:  Yoel Rivero Marín.

Dentro del activo movimiento en el campo de las artes plásticas que existe actualmente en Sagua la Grande se destaca el grupo Shalóm. Creado en el 2003 ya tiene en su haber un grupo importante de premios en salones y encuentros de creadores en toda la Cuba. Recientemente este grupo ingresó en la Asociación Hermanos Saíz, y es precisamente dentro de este movimiento del arte joven de la isla donde se han destacado estos 3 sagüeros que buscan una reflexión profunda en cada una de sus presentaciones. 
El arte efímero les dio vida y han sido consecuentes con la obra que poco a poco van consolidando. Ya se han presentado en dos ocasiones en el Festival Mundial de Juventudes artísticas Romerías de Mayo, desarrollado cada año en la ciudad cubana de Holguín y la acogida tanto del público como de la crítica ha sido muy gratificante. 
Muchas veces se les ve montados en zancos haciendo malabares pero diciendo mil verdades, otras parodiando a aquellos superhéroes que el mundo nos vende y que nosotros creemos inmortales. Estos tres jóvenes buscan lo imperecedero en el arte, más allá de un lienzo o un pedazo de metal, madera o piedra, lo buscan en la mente de la gente, esa gente que los acompaña tanto en Holguín, en la Habana o en la Villa del Undoso. Intentan filosofar con imágenes, gestos, colores, miradas.
Si anteriormente se destacaba a Sagua la Grande por la presencia del grupo Vórtice, hoy con los éxitos de Shalóm, el reconocimiento a la ciudad es indiscutible y ya se puede hablar de un movimiento a la par del que existió hace algunos años cuando tenía la villa una de las academias de pintura más importantes de la región central de Cuba, o mucho antes cuando nació aquí el más universal de los pintores cubanos, Wifredo Lam.
Shalóm es paz, pero su inquieta presencia en el movimiento joven de la plástica en Cuba confluye en armonía con esa propuestas siempre interesante, atractiva y sugerente. Aún cuando, al igual que todo proyecto que comienza, encuentre piedras en el camino que ha de trazar correctamente, Shalóm ha aprendido a saltarlas. Y lo más importante, el estreno de cada obra es aquí en su Villa del Undoso.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Los cementerios de Sagua IV

Especialista: Raúl Villavicencio Finalé

En 1904 quedaron concluidas las obras del actual cementerio local, siempre a sotavento de la ciudad, pero lamentablemente la zona baja y anegadiza escogida para ello demostró luego ser, a diferencia del anterior, el que menos condiciones tenía para una obra de ese tipo.
También en desventaja con el anterior no se inauguró con frontispicio, tal vez por falta de recursos, lo cual no fue solucionado hasta el año de 1941 en que durante el gobierno del alcalde Enrique Canut  se fabricó uno de estilo románico, coronado por una cruz.  Luego, al erigirse el panteón de los internacionalistas sagüeros, se erigió otro frontispicio que imita al anterior en estilo y forma.
El actual cementerio se inauguró fundamentalmente con los restos de algunos de los sagüeros sepultados en el anterior, cuyas familias decidieron su traslado para no dejarlos abandonados, pero la gran mayoría quedarían allí para siempre. Entre los traslados más significativos figuran los del célebre flautista local Ramón Solís fallecido en 1891, los del alcalde Delfín Tomasino Freixas y los del guardia civil español que había fallecido ahogado en la inundación de 1894.
A cinco años de su inauguración es sepultado en diciembre de 1909 el cadáver del insigne patriota José Luis Robau López después de fallecer en Santa Clara siendo Gobernador Provincial y tras habérsele rendido un sentido homenaje en la ciudad. Su primera tumba fue sufriendo después grandes transformaciones hasta 1999 en que por iniciativa de su nieta Dora Luisa Robau y en el marco del centenario de su natalicio se le añadió una lápida frontal.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Antonino Fabre. Maestro de maestros en la música de Sagua la Grande.

 Lic. José Luís Pérez Machado.

Antonino Fabre, nació en noviembre de 1875, también fue alumno de Oriol Costa Sureda en la academia “Aurora”, sobresaliendo en los instrumentos de viento y el piano, dotado de aptitudes para la composición y con gran vocación para la enseñanza, fue la pedagogía musical el motivo esencial de su vida, por eso en 1904 fundó el Instituto Musical Fabre, adjunto al Conservatorio Nacional de su también maestro Hubert de Blanck, este centro fue decano entre los de su tipo en la villa y uno de los pioneros en el país, pues perduró hasta después del triunfo de la Revolución, en él estudiaron y se graduaron cientos de músicos que dieron y dan aun gloria a Sagua. Este centro impartía solfeo, armonía, historia de la música, canto, declamación, piano, flauta, violín, mandolina y demás instrumentos de cuerda y viento, contaba con un riguroso reglamento y gozó de gran organización de documentos, además de la matrícula había que pagar los derechos a exámenes y los créditos. El Instituto Fabre organizaba conciertos y espectáculos dentro del propio centro y en los principales escenarios de la ciudad, fundamentalmente en los teatros.

El Maestro Fabre fue también director de la Banda Municipal de Conciertos, dirigió la orquesta del Teatro Principal que acompañó a todas las compañías y cantantes que allí se presentaban , también dirigió Rondallas y Estudiantinas. Por su talento fue invitado a Estados Unidos para trabajar en orquestas y aunque viajó nunca quiso aceptar esas propuestas. Compuso muchas piezas sobre todo sinfonías, balses y danzas con arreglos para orquesta y banda, también zarzuelas y marchas, su obra más reconocida fue Polonesa en Mi Mayor, muy celebrada por famosos músicos cubanos de la época que la incluyeron en su repertorio. Compuso la marcha patriótica “Libertad”, especialmente para el recibimiento al General José Luís Robau y su Brigada Sagua con motivo a su arribo a la ciudad en enero de 1899.

El maestro Fabre también aportó al patrimonio musical de Sagua su obra familiar porque sus dos hijos Luís y Elvira fueron talentosos músicos y pedagogos que continuaron su labor en pro del desarrollo del arte musical en esta ciudad. Al morir en Enero de 1953 a la edad de 77 años legaba a la historia musical saguera una huella imperecedera como virtuoso músico y eminente pedagogo.

Mario Arturo Valdés Costa. Un genio del violín.



Lic. José Luís Pérez Machado.

En la generación Brillante del siglo XIX en la música sagüera sobresale el violinista Mario Arturo Valdés Costa.
Valdés Costa nació el 11 de octubre de 1898 en la Isabela de Sagua, su familia residía en la estación ferroviaria Concha, de ese poblado marino. Miembro de la dinastía Costa, todo un clan en el desarrollo de la música en esta ciudad, también fue alumno emérito del Maestro Costa Sureda en la academia “Aurora”, luego estudió en el afamado Conservatorio “Peyrellade” de la capital donde se graduó con medalla de oro y primer premio. Sin abandonar sus estudios formó parte de la orquesta del Teatro Nacional, trabajó para compañías extranjeras de ópera que visitaban la isla, participó en múltiples veladas en la Habana y en su tierra natal, compartiendo escenario con célebres músicos como el genio pianístico cubano Ernesto Lecuona y la famosa actriz francesa Sarah Bernhardt.
En la primavera del año 1918 arribó a New York donde recibió clases del afamado profesor y compositor Eduardo Trucco y Frank Kuisel lo que amplió sus posibilidades interpretativas, autorales y pedagógicas, insertándose en el exigente circuito de concierto de esa ciudad, allí también abrió su propia escuela de violín. 
Es considerado un folklorista de la música de concierto cubana porque incluyó en sus composiciones elementos nacionalistas o criollos, sobre todo en su conjunto de Caprichos Cubanos para violín y piano y en las piezas Preludio Sinfónico, Elegía a la ausencia, Fuga cuádruple, entre otras. Luego de diez años de estancia en los Estados Unidos regresa en 1928 ofreciendo varios conciertos en la Habana y en Sagua, como el celebrado en el teatro “Principal” el 12 de febrero de ese año en beneficio del Dispensario de Niños Pobres de su ciudad natal. Lejos estaba en pensar que este sería el último viaje a su villa, a la que le dedicó la pieza “Recuerdos del Undoso” pues luego de su regreso a New York fallece en mayo de 1930 a la edad de treinta y dos años, proféticamente pocos días antes había compuesto la obra “Marcha Fúnebre”. 


lunes, 15 de septiembre de 2008

Sardiñas. Un padre con sotana verde olivo.

Por: Lic. José Miguel Pérez Dib.

Cuando el 6 de junio de 1957, el sacerdote Guillermo Isaías Sardiñas Menéndez abandona su capilla de Nueva Gerona, Isla de Pinos, y parte rumbo a Oriente, está dando el primer paso que uniría dos épocas y dos luchas en América Latina.
Puente entre estas dos épocas, entre Hidalgo, en México, contra la dominación española, y Camilo Torres, en Colombia, contra la dominación imperialista, Sardiñas deviene el primero en la nueva cruzada emprendida por los elementos más concientes de la iglesia católica, al lado de la nueva carga por la verdadera independencia soñada por José Martí.
Hombre de cultura, conocedor de la historia, el sacerdote Sardiñas sabe ver hacia dónde marchan los pueblos y decide ser de los primeros en vestir el uniforme guerrillero.
El desconocido cura sagüero marcha por voluntad propia, a exponer su vida y su suerte al lado de los que, para esa fecha, están en la fase inicial de la lucha guerrillera cubana.
De ahí el valor de este hombre, que permaneció 18 meses al lado de los que morían combatiendo, y que al terminar la guerra, pudo vestir con orgullo una sotana verde olivo cuyas hombreras estaban rematadas por las estrellas de Comandante.
Tras la inesperada y prematura muerte de Guillermo Sardiñas, ocurrida el 21 de diciembre de 1964 en La Habana, Fidel Castro expresó: “Falleció un comandante de nuestro Ejército, que por su actividad, por su conducta se ganó la estimación de todos, que llegó a alcanzar el grado de Comandante de nuestro Ejército Rebelde, y que su convicción religiosa, su creencia religiosa no fueron por el abandonadas y no estuvieron nunca en contradicción con sus convicciones y sus sentimientos de hombre y ciudadano...”
Al morir Guillermo Sardiñas Menéndez tenía 46 años. Permaneció fiel a la causa del pueblo que lo llevó a las montañas de la Sierra Maestra.
Aquellas estrellas que llevaba sobre sus hombros y que le fueron entregadas por el Comandante Camilo Cienfuegos, eran su más alto orgullo.
Donde quiera se le podía ver con la sotana verde olivo confeccionada por su amigo Camilo; en lo más intrincado de las montañas, alfabetizando a la gente más humilde, estudiando leyes en la Universidad de La Habana o cumpliendo con sus deberes militares en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Jamás decayó en él su amor por la Revolución y Fidel...siempre confió en el triunfo de los humildes.
Hasta el último momento, antes de caer abatido por su enfermedad, estuvo trabajando y estudiando guiado por su inquebrantable fe. A pesar de que la vida no le alcanzó para lograr sus sueños, nunca abandonó la trinchera que lo hizo Comandante.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Leyendas de Sagua la Grande (El Güije)

"EL CHARCO DEL GÜIJE"
Una de las leyendas más siniestras de nuestro pueblo de Sagua la Grande que nos aterrorizaba cuando niños y que aún hoy nos estremece en recuerdo de los días de nuestra infancia es "El Charco del Güije".
Según cuentan en éste lugar cerca del barrio de guatá, en el cual el río tiene su mayor profundidad, en donde la naturaleza se revela en todo su esplendor y el agua se desliza entre peñascos en los cuales se rompen en murmullos las aguas cristalinas, para después como torrentes precipitarse en un hondo charco, en cual la fantasía popular ha dado en decir desde más de dos generaciones, que además de las jicoteas, anguilas y otros peces que viven allí está habitada por un menstruo que devora a todo el que se bañe en él, dejando como único indicio un reguero de sangre en la superficie. ¿Cómo es este monstruo?. Al decir de los que le han visto, mezcla de hombre y mono, con garras muy poderosas, dientes afilados, piel lustrosa sin pelo, en fin, lo que la pintoresca imaginación del que hacía la descripción se le ocurría.
También decían y aún hoy se dice, que los jueves y viernes santos es cuando de entre las aguas a calentarse al sol y que persona que viera, caía en sus garras para siempre.
Así ha seguido la tradición y es por eso que en esta parte del río jamás se baña nadie y que personas respétales, tales como los capitanes José Vicente y Francisco Almeida, con motivo de estar persiguiendo a un bandido, dijeron que habían visto al Güije, que al verlos se zambulló en el charco lanzando siniestros gritos y que por más que intentaron matarlo no pudieron.

Leyendas de Sagua (La India Sención)


“LEYENDA DE LA INDIA SENCIÓN”


En un bohío de yagua y guano construido en un pintoresco lugar próximo a la laguna, habitaba una familia de color compuesta del padre, la madre y una hija. La muchacha llamada Ascensión o cariñosamente Sención era joven de 16 a 18 años, un hermoso tipo de mujer mestiza, de carácter indómito y soberbio. Sus rasgos fisonómicos denunciaban en ella la mezcla de la raza europea, africana e India. India la llamaban por negrura y brillantez de su cabellera lacia que peinaba en hermosas trenzas que caían graciosamente sobre los hombros.

Esta familia para todos desconocida, había llegado a Sagua en tierra adentro para alejar a la linda muchacha de enamorado galán que a los padres disgustaban.

Pronto descubrió el joven enamorado dónde escondían a su amada y vino a verla. Junto a la laguna los jóvenes se contaban sus amores, cuando la madre de la muchacha les descubrió y sorprendida e indignada les reprochó duramente. El joven escuchó el reproche sin protestar y se marchó enseguida, no así Sención que violenta tal vez sintiera en ella la rebelión y fiereza de tres razas, con sus ojos negros brillantes de ira le gritó a su madre con dureza:

Mamita, su merced me ha abochornado y no va a hacerlo nunca más.

Diciendo esto descargó su mano abierta sobre el rostro de su madre.

Al contestar la madre: - hija maldita. “Dios te va a castigar... ” Ocurrió algo inexplicable o milagroso: Sención no podía retirar su mano de la cara de su madre. Todos los esfuerzos fueron inútiles, la mano estaba adherida al rostro de la anciana.

El padre afligido acudió a su curandero, el de más renombre que era el que era el acudía en casos graves.

Era preciso cortar la mano o el rostro de anciana para terminar aquel martirio. No halló otra solución el curandero que amputar la mano por la muñeca a la joven y así lo hizo. La muchacha sin exhalar una queja resistió impasible la operación y terminada ésta, marchó a la laguna en cuyas aguas desapareció.

Muchos años después la infeliz madre habitaba sola en su casita, tejiendo sombreros finos de yarey, en lo que era muy experta, mientras en el lado izquierdo de su cara continuaba adherida la mano de su hija, que con el tiempo había tomado un tinte rojizo.

Todos los viernes primeros de luna, a las 12 de la noche se veía el alma de Sención emerger de las aguas de la laguna más pálida y esbelta que nunca, con sus trenzas caídas sobre los hombros como las usaba cuando vivía y sus brazos abiertos hacia el cielo como si implorase misericordia y en el lugar de la mano derecha el muñón envuelto en gasa que le pusiera el curandero.

Este hecho ocurrió recién fundada Sagua, en un lugar próximo a donde se alza la estación de ferrocarril por los años 1814 al 1816.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Los cementerios de Sagua la Grande III

Los cementerios locales y los nexos y figuras históricas asociados a los mismos.
Especialista: Raúl Villavicencio Finalé

El cementerio de 1852, guarda una relación muy estrecha con los acontecimientos relacionados con las guerras por la independencia de Cuba y su extensión al territorio sagüero. Este campo santo recibió los cuerpos de los sagüeros fallecidos por esta noble causa.
Entre los meses de febrero y diciembre de 1869 fueron fusilados detrás de la cárcel pública el joven procurador Juan Daniel Araoz Almeida, el hacendado ganadero de Cifuentes Francisco López Ramos y el joven Miguel Acosta. Sus cadáveres fueron conducidos a ese cementerio.
El 25 de septiembre de1894, durante una terrible inundación del río Sagua que cubrió gran parte de la ciudad, el guardia civil español Antonio Rodríguez Reguera recién llegado a la ciudad para cumplir su servicio militar, murió ahogado por actitud heroica pues montado en su caballo había logrado salvar la vida de varios ciudadanos que eran arrastrados por las fuertes corrientes hasta que el animal cayó en el declive de la calle Cruz (hoy Padre Varela) hacia el río y lo arrastró por estar trabada su espuela en el estribo de la montura. El pueblo de Sagua le erigió en el cementerio sobre sus restos un sencillo monumento de mármol que aun se conserva por haber sido trasladado hacia el actual cuando este se inauguró en 1904.
Al estallar la Guerra del 95, los sagüeros muertos en campaña eran enterrados en los montes de la región pero los prisioneros de guerra eran fusilados en la propia tapia del cementerio después de ser trasladados desde la cárcel por toda la calzada que conducía este. Los periódicos de la época narran que eran impactantes los gritos de ¡Viva Cuba Libre¡ que proferían los conducidos a la muerte. En total fueron fusilados 16, 11 en 1896 y 5 en 1897. Lograda la independencia, el pueblo de Sagua colocó una enorme tarja de mármol en la misma tapia donde eran fusilados, para recordar eternamente la gloriosa muerte de estos hombres. Lamentablemente el ciclón Kate derribó el monumento en 1986 pero aun se conserva la tarja de mármol fragmentada en muchos pedazos.
En medio del fragor de esa misma guerra, el 26 de mayo de 1896, los cuerpos sin vida del Teniente Coronel José Sánchez Jorro y cinco compañeros más, después de ser envenenados y macheteados salvajemente por la guerrilla española, fueron expuestos para escarmiento público en un parque local y sepultados luego en el mencionado cementerio. Recién obtenida la independencia en dicho parque fue sembrada una Ceiba y sus cadáveres llevados a un Mausoleo creado al efecto.
Estas son sólo algunas de las figuras importantes en la historia local que quedaron enterradas en este cementerio de Sagua la Grande.

Ike hace crecer al río Sagua la Grande

Por Yoel Rivero Marín.

Las apacibles aguas del “Undoso” tienen una historia, no siempre llena de bondades. Ellas le dieron el nombre a la ciudad, la hicieron crecer, permitieron su desarrollo económico y social y se han convertido inevitablemente en un símbolo del territorio.
El río Sagua la Grande es el segundo en extensión de la isla de Cuba. Sus más de 180 kilómetros atraviesan a varios municipios de la región central del país y en él, miles de personas han encontrado una vía de transportación, la posibilidad de una pesca segura y la belleza de un paisaje que en ocasiones nos llega a asustar.
Este río se torna impresionante cuando un fenómeno meteorológico como el huracán Ike le aporta a él y a sus afluentes millones de metros cúbicos de agua y sale de su cauce impetuoso y amenazador. Para suerte de los sagüeros actuales la historia nos ha enseñado a convivir con él, cuando amenaza evacuamos a quienes viven en sus márgenes. Pero ya el pánico no cunde en la ciudad pues varias obras de ingeniería se han creado para palear sus efectos indeseables y sus crecidas difícilmente llegan a ser como las que en el pasado fueron capaces de anegar la ciudad casi totalmente.
Hoy estamos preparados para evitar que sus daños sean irreparables, y una crecida como la de este 11 de septiembre de 2008 se convierta en un motivo más para que los habitantes de esta villa rompan su rutina y recuerden que esas apacibles aguas pueden llegar a ser violentas como lo han demostrado en los casi 200 años que tiene la ciudad en sus márgenes.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Paso de Ike por Sagua la Grande

Por: Yoel Rivero Marín
En horas de la mañana del martes 9 de septiembre cuando mi hija de 7 años, feliz y cándida se despertaba, sus primeras palabras fueron: “Papá, clavaste las puertas por gusto, el ciclón pasó lejos de aquí”.
En efecto, el Huracán “Ike” había pasado muy al sur de Sagua la Grande, cerca de la costa de la provincia de Cienfuegos, pero a nuestro municipio también se encargó de darle un golpe de agua y viento. Desde las 2 de la tarde del lunes 8 comenzó la lluvia asociada al meteoro y se comenzaban a sentir las primeras ráfagas que se hicieron más fuertes mientras avanzaba el día y la noche, hasta que cerca de la una de la mañana el equipo de la estación meteorológica local registro la racha de viento más intensa que fue de 127 Km/h. A esa hora mi niña dormía plácidamente, pero la mayor parte de los sagüeros y cubanos estaba en pie, luchando para Ike no dejara males mayores. En ese preciso momento existían en nuestro municipio miles de evacuados protegidos en casas de familiares y amistades o en centros destinados para ello, pero aún así, pendientes de sus viviendas que, para suerte de todos, sólo algunas de ellas sufrieron afectaciones parciales o totales en la Villa. Resultaba sorprendente como también existían cientos de personas en Sagua la Grande garantizando el bienestar de esos evacuados, garantizando que a la mañana siguiente no faltara al menos un pan que llevarse a la boca, planificando cómo restablecer el fluido eléctrico y las comunicaciones inmediatamente que cesaran los vientos y mermara el agua. Describirlo exactamente con las palabras, aún cuando sean muy poderosas, es imposible. Como imposible también era para nosotros imaginar cómo se sentirían aquellos que en gran parte de Cuba sintieron de verdad la fuerza de Ike e incluso muchos que antes habían sentido la de Gustav y al amanecer entrarían a sus casas y por techo tendrían un cielo grisáceo y no les quedaría más remedio que buscar una piedra para sentarse, tomar aliento y comenzar de cero, aún sin una cama para poder dormir después de una noche de agobio y estrés.
Los sagüeros estábamos tranquilos porque la fuerza de Ike no provocó grandes daños en el territorio, pero en la mente de cada uno de nosotros estaban los miles y miles de cubanos que desde oriente hasta occidente vivieron las horas más tormentosas de sus vidas y tendrían que levantarse de esa piedra y comenzar nuevamente a andar. Muy pocos países del mundo se han visto azotados por dos huracanes fuerza 4 que prácticamente nos han destrozado y siguen de pie para levantarse nuevamente de esa piedra.
Definitivamente somos cubanos y cada uno de los elementos que nos distinguen toman fuerza en momentos como este, hasta esa facultad que tenemos de reírnos de nuestros problemas, ya en las calles dice la gente que somos hospitalarios hasta con los ciclones, les damos la bienvenida una y otra vez y siempre nos preparamos para ello. Es precisamente esa previsión la que nos mantiene de pie, la que ha permitido que con tales desastres que batieron a los 11 millones de los cubanos, las perdidas humanas hayan sido muy pocas, (4 personas hasta donde conozco). Precaver es mejor que lamentar, siempre le ha dicho mi madre a mi hija y por eso, poco después de tomar su desayuno esa pequeña de sólo 7 años rectifica lo que antes me dijo: “Verdad papá, pero es mejor que ahora quites las tablas que clavaste en las puertas, antes que el ciclón haya pasado por aquí y nos haya dejado sin casa”.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Huracán IKE abandona CUBA y deja UN DESASTRE... Aún llueve

Huracán IKE abandona CUBA y deja UN DESASTRE... Aún llueve
Reinaldo Cedeño Pinedaescribanode@gmail.comEl huracán IKE abandonó CUBA esta tarde del lunes 9 de septiembre por la localidad de Manuel Sanguily, costa norte de Pinar del Río y se alejará rumbo al Golfo de México.Era la noticia más esperada de todos los cubanos, aunque todavía habrá varias horas de lluvias y viento en todo el Occidente. Ahora mismo LLUEVE. Escribo avanzada la noche de este 9 de septiembre.IKE ha dejado tras de sí un desastre. Restañar algunas de las las afectaciones costará años.(Pinar del Río es tierra amada por los huracanes. Es un amor difícil.Desde 1950 a la fecha, medio centenar de huracanes han tocado la más occidental de las provincias cubanas, algunos con poca diferencia: los de 1948, entonces sin nombre, Lili e Isidoro en el 2002, y los recientes Gustav e IKE, con un lapso récord de diez días).Cuatro cubanos murieron.Nada que se compare con los centenares fallecidos en Haití, o los miles de New Orleáns cuando Katrina… pero no hallo consuelo. Una sola vida duele. Me han educado en eso: no hay nada más valioso que la vida humana.Cuba evacuó (a través de su Defensa Civil y los Consejos de Defensa) a casa de vecinos y familiares, escuelas y albergues creados para esos fines, a más de dos millones y medio de personas... Veo "pueblos fantasmas" donde todos han sido protegidos. Los reportes finales de daños han de ser demoledores, en la agricultura, viviendas, instalaciones estatales y afectaciones eléctricas.Casi inimaginables. Algo así nunca se había visto en Cuba.Esto no es un recuento, son impresiones. Van construidos desde la cobertura especial de la televisión, las valoraciones de las autoridades, los testimonios escuchados en mi pequeño radio de baterías durante 37 horas de apagón en un poblado de las afueras de Santiago de Cuba. La labor de Radio Rebelde ha sido formidable como planta matriz de todo el país.


(En Santiago de Cuba grandes árboles cayeron)

Me parecieron horas interminables… pero casi nada, si se sabe que buena parte de Cuba vive ahora mismo un apagón, desde Holguín (incluida aún parte de Guantánamo) hasta Matanzas. Incluso la provincia de La Habana y la mismísima capital, sólo tienen “islas de servicio” con grupos electrógenos. Es la afectación más grande en la historia del sector eléctrico en Cuba.
Todavía la mitad de los pobladores de la Isla de la Juventud y un treinta por ciento de los de Pinar del Río no tienen servicio eléctrico. Hace diez días pasó por allí “un golpe nuclear”, como Fidel calificara los efectos del huracán Gustav (categoría cuatro), con ráfagas de viento de más de 300 kilómetros por hora.No ha dado tiempo a la primera recuperación. Entonces se afectaron 100 mil viviendas.Ya lo he contado, visto lo temible de GUSTAV, mi padre y yo tomamos muy en serio la alerta de IKE. Claveteamos las ventanas y aseguramos puertas, por si acaso. Vivimos una madrugada inquietante con mucha lluvia y fuertes ráfagas, con el añadido de que justo ese 8 de septiembre era el cumpleaños de mi madre: Día de la Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre. Mi madre se llama Caridad, por supuesto.Todos los días no se cumplen 75 años, pero la celebración era imposible bajo semejante circunstancias. Habrá que hacer como propone Alicia, la de las maravillas y los espejos: celebrar los “no cumpleaños”. Al fin, son más: el resto del año.En suelo santiaguero hubo árboles arrancados y ramas caídas, casas derribadas ( más de cinco mil afectadas), postes en el suelo, miles de latas de café maduro sin recoger, algunas inundaciones y mucha lluvia… pero con todo, IKE no nos tocó de frente.
El impacto de IIKE en suelo cubano tuvo lugar por Punta Lucrecia, municipio Banes, Holguín, en la noche del 7 de septiembre. Tenía entonces categoría tres con vientos de casi 200 kilómetros por hora. Ese sitio y los municipios cercanos son verdaderas zonas de desastre.


(En la localidad holguinera de Antilla, pocos techos resistieron el embate de IKE)

Moa, Antilla, Rafael Freyre, Frank País… tendrán mucho que reconstruir, o levantar desde la nada. En Gibara, esa villa de gente rojiza, dorada por el sol, el mar penetró dueño. Ya no hay malecón. Dañadas instalaciones del níquel en Moa, Mayarí y Nicaro, con suspensión temporal de al producción. En la capital provincial, los árboles cayeron, en un lugar que se ufana de ser “la ciudad de los parques”.En la provincia de Holguín se afectaron 87 mil casas. Ponga una al lado de la otra, calcule cuanta familia sin techo propio. De esas, 37 mil viviendas fueron derruidas completamente. Una vivienda le cayó encima a una anciana.Baracoa es la primera villa fundada por los españoles. No se conoce a Cuba hasta que no se está en la Villa Primada. Su aislamiento le da un toque virginal, por encima de su lado turístico, muy vendido en los últimos tiempos.El indio se asoma en su gente. Dios puso la bendición en su paisaje. El mar casi puede tocarse. Cuando trabajaba en Guantánamo, en los noventa, aprendí a amarla.

Cuba se asombró con las primeras imágenes de los impactos de IKE en Baracoa. Las rompientes de las olas contra el malecón, sobrepasaban las azoteas de los edificios de 5 plantas. El mar entró furioso casi un kilómetro.Vi lágrimas en el rostro de una baracoense entrada en años que le dice al vicepresidente cubano José Ramón Machado Ventura que “no se pudo salvar nada”. Y busca un hombro que la sostenga. (En la ciudad paisaje se afectaron 2 800 viviendas, 635 totalmente).

(Las penetraciones del mar en Baracoa fueron impresionantes)

Durante mis estudios universitarios conocí Puerto Padre, la villa de los molinos. Me encantó el nombre y el sobrenombre de esta ciudad interior. Transité despacio su avenida principal, con cierto aire, mirando al mar.Ahora he visto mucho de Puerto Padre en el suelo, incluido el simbólico Quijote que lucha contra los molinos. Hubo rachas de hasta 195 kilómetros por hora.“Parecía un león rugiente”, comenta una dama puerto padrense sobre la fuerza de los vientos. “Han sido las seis o siete horas más terribles de mi vida”, agrega otra. Y uno casi las puede ver apretadas en sus refugios.En el norte de la provincia Las Tunas, en Manatí, la patria chica de Barbarito Diez, un hombre contempla lo que queda de su casa, cuando aún la humedades evidente. El rostro lo dice todo. La periodista resume de forma elegante “la arquitectura manatiense ha quedado devastada”.Otro tanto ocurrió en Jesús Menéndez (Chaparra). Son pequeñas villas azucareras, o lo fueron, con típicas casas de madera que ahora volaron. Hasta la chimenea del central se quebró.Granma tiene en su valle el río más grande de Cuba: El Cauto. Su cauce se engrosa con las aguas escurridas de muchos afluentes del Oriente. Las inundaciones, y los peligros de inundaciones, marcan la realidad de la provincia. Todos los embalses alivian, pues se sobrepasó la capacidad de llenado del territorio. Aún se encuentra en fase de Alarma ciclónica cuando el huracán ya abandonó territorio cubano. VEO rescates heroicos sobre un río, con una soga y una canasta.Camagüey, la comarca de pastores de Nicolás Guillén, la aristocrática Puerto Príncipe de La Avellaneda. Camagüey, cuyo centro histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, con sus plazas y techado de tejas, sus iglesias y sus “cinco” esquinas. Aún no he logrado dominar la estructura de sus calles: siempre acabo extraviándome.

(Camaguey anegada por el desbordamiento de sus ríos)

La periodista Miosotis Fabelo reportaba para Radio Rebelde cuando pasaba el huracán por Camagüey. En el nerviosismo de su voz imaginé los vientos. Hubo rachas de hasta 209 km/h.Las aguas de los ríos que atraviesan la ciudad, Tínima y Hatibonico se desbordaron largamente. Hubo que hacer evacuaciones de última hora. Los reportes de daños son extensos en viviendas y otras instalaciones. 25 mil casas afectadas en mayor o menor medida, así como escuelas, instalaciones deportivas y culturales.Nuevitas, al norte, y Santa Cruz del Sur, ya se sabe donde, recibieron penetraciones del mar. En ambas costas, lo que habla de por sí de la trayectoria de este huracán. El polo turístico de Santa Lucía quedó "prácticamente destruido".

(Las calles de Ciego de Ávila son un río)

Acabo de ver anegado el centro de Ciego de Ávila. Los avileños nunca han visto algo semejante. Ni yo. Un embalse artificial cercano colapsó. Las calles son un río. Las casas centenarias crujen. Hay serias afectaciones en el plátano y el sector agrícola general.Los pluviómetros miden en milímetros la cantidad de agua caída. ¿Ha visto usted un pluviómetro y lo necesario de una lluvia para que este “envase medidor” alcance gota a gota cifras significativas?Los reportes eran desde la noche hasta las ocho de la mañana: 560 mm en El Mamey, 470 mm en Cuatro Vientos y más. En las zonas del Escambray cienfueguero, diluvió. En Villa Clara, mucha lluvia en el municipio Manicaragua, especialmente Jibacoa. Esta última se reportan 380 mm en unas horas. Es uno de los territorios, el villareño, con menor incidencia de IKE.Veo el poblado El Mambí, en Pinar del Río, con poco más de un millar de habitantes. Sus edificios afectados por dos huracanes. Sin ventanas, desagarrados, sin tanques en las azoteas. Uno se llevó lo poco que dejó el otro.Hay pasmo, pero nadie llora.“Lo importante es que estamos vivos… Pa lante”, afirma un poblador.También he aprendido de la geografía cubana.IKE luego de salir de atravesar el Oriente y el Camagüey, bordeó a Cuba, cerca de la costa y tocó a todas las provincias, hasta llegar a su “preferida” Pinar del Río.



(Los techos de zinc volaron en Pinar del Río)
No sigo.He visto también activados a los Consejos de Defensa en cada territorio, la defensa civil, las fuerzas militares. Rostros jóvenes de quienes cumplen el servicio militar muy activos. Rastras de tejas, trabajadores eléctricos lidiando con antenas, postes y cables, casi en medio del agua. Gente cocinando en cocinas comunales. Gente solidaria, que brindas su casa. Y mucha rapidez.IKE deja un rastro amargo, y también experiencias. Habrá que analizar en lo adelante la solidez de las casas construidas y las facilidades de construcción en Cuba. También plantearse el soterrado de las instalaciones eléctricas, al menos en algunos puntos poblacionales de primer nivel. Son soluciones que requieren inversión, soluciones de años, que, claro, no sólo dependen de los deseos sino de muchas circunstancias, de los recursos disponibles ; pero a mi modo de ver se van presentando como inevitables, a la larga. Creo que ese ha de ser el futuro... Ahora mismo la necesitad de techos es tal, que el uso de cubiertas ligeras es impostergable.Y una mano echada, entre cubanos, y de cualquier gente noble de este mundo.IKE (y GUSTAV) ha cambiado la fisonomía arquitectónica de algunos lugares de Cuba. Y ha demostrado también la organización existente en esa materia, aunque cada embate es un nuevo aprendizaje.Aunque venga de cerca, creo poder decirlo: los cubanos somos gente que miramos hacia delante, que no nos doblegamos tan fácilmente. Y somos pobres, pero luchadores.Ha sido duro, muy duro. Repito, restañar algunos efectos del huracán IKE costará años de esfuerzo; pero los cubanos trabajamos por la recuperación y estamos unidos. (((FOTOS: Radio Surco, AFP, Juventud Rebelde, Ahora y R. Cedeño)
ULTIMA: (9.30 am. 10 de septiembre) Llueve intensamente en Pinar del Río y La Habana. Acumulados significativos en localidades pinareñas. Decretada alarma por intensas lluvias. Y también inundaciones en Aguada de Pasajeros, municipio de Cienfuegos, incluidos tres kilómetros de la Autopista Nacional, por vez primera, por desbordamiento de río. Apoyo de equipos anfibios.

Tomado de http://laislaylaespina.blogspot.com/

Leyendas de Sagua la Grande (Ciclón del 88)


“LEYENDA DEL CICLÓN DEL 88 EN ISABELA DE SAGUA”

Por Yoel Rivero Marín.
En la amplia desembocadura del río Sagua la Grande se encuentra el pueblo de la Isabela, también llamado Boca de Sagua.

En el año 1888 se desarrollo allí un fantástico y terrible ciclón. Cerca de la Isabela hay una playita llamada Casa Blanca muy hermosa, llena de casitas blancas, que hermosean el paisaje. El comandante del puerto de la Isabela avisa a la población de la hermosa playa para que desalojaran y fueran a guarecerse a Sagua. No le hicieron caso. El tiempo era tan bello, el cielo tan azul, que era imposible creer que llegara el ciclón. En unas horas la sonriente cara del sol se oscureció, el viento sopló con fuerza, las olas llegaban al cielo. Cundió el pánico en el pueblecito. La furia del huracán crecía, ya era tarde para obedecer las órdenes del comandante, los niños, mujeres y hombres corrían desolados de un lado a otro el mar embravecido entraba furioso en las casas y arrollaba cuanto se ponía en su camino.

Cuando el huracán calmó su furia el pueblecito había quedado reducido a un cementerio sin sepultura, por donde quiera aparecía una madre abrazada a su hijo entre los escombros, hombres sepultados en la arena, niños muertos con cara de terror. Un niño sólo se había salvado, apareció envuelto en frazadas.

Que milagro era éste. El niño contó que fue guiado por una mujer bellísima, vestida de blanco con un velo flotante, largo, muy largo. Ella lo había tomado en sus brazos y le había conducido sano y salvo a la aduana de la Isabela. Esta mujer era la Virgen del Carmen, patrona de los Isabelinos. El niño fue recogido por unos aduaneros que prestaban auxilio y que acudieron al sentir su llanto. Creció y se hizo hombre y se le conoce con el nombre de Juan, El Muerto por la leyenda que envuelve su salvación.