martes, 29 de marzo de 2011

Primeros reportes arqueológicos para el centro norte de Villa Clara de Cerámica decorada, Burén, Olivas sonoras.

Por Yoel Rivero Marín.
El Grupo de arqueología del CESAM de Villa Clara, radicado en Sagua la Grande, integrado por el Doctor en Ciencias Históricas Raúl Villavicencio Finalé, el biólogo Alejandro Sueiro y Miguel Jiménez Santos hallan en las cercanías del poblado costero de “San Ramón” importantes objetos que prácticamente confirman la existencia de una comunidad aborigen desarrollada en la zona en época cercana a la llegada de los españoles a Cuba.Dentro del importante cúmulo de objetos encontrados se encuentra un fragmento de “Cerámica decorada”, la cual representa la primera decoración compleja encontrada en el norte de Villa Clara.Además, sorprendentemente fueron hallados fragmentos de “Burén”, soporte de cerámica para coser el casabe por los aborígenes, algo prácticamente inédito hasta el momento en esta región.Otro de los descubrimientos realizados en la zona son las “Olivas sonoras” sin decoración, primer reporte para esta zona de Cuba de colgantes para collares y brazaletes, muy comunes en los agricultores-ceramistas del oriente del país.

viernes, 25 de marzo de 2011

El mito de Carahate. Arqueología aborigen de primera linea en Sagua.

Por Diurmy Llerena Siverio
En busca del mítico poblado aborigen Carahate, visitado por el Padre Las Casas durante sus viajes en canoa rumbo a Matanzas, andan especialistas y aficionados a la arqueología como parte de un proyecto del CITMA en Sagua la Grande.Polémica resulta la ubicación del sitio, pues muchas teorías lo ubican en diferentes zonas de la costa norte villaclareña, aunque debido a la similitud con el nombre de Carahatas, los especialistas sagueros se sienten optimistas de encontrar evidencias de su localización.
Desde el 2010 comenzó la investigación, proyectada en tres fases y que debe concluir en el 2012. Durante la primera exploraron tierra firme, ahora el litoral y culminarán el proyecto en la cayería.Durante la última expedición, realizada del pasado 14 al 18 de marzo, los especialistas buscaron evidencias en la costa norte de Quemado de Guines, cerca de un poblado llamado San Ramón.
De vuelta a casa toca analizar y clasificar lo encontrado y aunque todavía sobre Carahate no se puede afirmar nada en concreto, los hallazgos han sido numerosos.Por primera vez aparece en Villa Clara la cerámica decorada, muestra de desarrollo aborigen en la zona, además se contabilizan núcleos de silex, olivas sonoras y evidencias de una dieta a base de cangrejos, peces y mariscos.
Mucho más y con mayor calidad pudiera hallarse en el sitio, pero la acción negativa del uso de gradas y arados para la agricultura atenta contra esto. Sin embargo los especialistas no se dan por vencidos y seguramente si Carahate estuvo allí, lo encontrarán.

La historia de la rueda

Por: Yoel Rivero Marín.
Érase una rueda, de fino porte, de llanta reluciente, de gomas recién lustradas, con tacos fuertes y sorprendente resistencia ante el aire acumulado por su cámara interior. Sus rayos tenían un vistoso toque dorado y mantenían a esa rueda firme y sin dobleces. Aún recuerda aquella rueda cuando salió al mundo por primera vez, se sentía dueña de la calle que pasaba bajo sus tacos. Pero la realidad de la vida citadina era mucho más dura de lo que pudiera imaginar esa simple Justificar a ambos ladosrueda recién salida al pavimento.
Allí ella descubrió que era una más y que otras ruedas, más portentosas y llamativas, eran las que tenían los privilegios. Si una calle con un bache se presentaba, a otras ruedas ilustradas tocaba evadirlo, ella, sin elección debía enfrentarlo con estoica resignación. El tiempo pasó para esa rueda que soñó conquistar el mundo y poco a poco su cámara se fue llenando de ponches, sus tacos fuertes fueron desgastados por las calles, su llanta reluciente y sus rayos fuertes fueron corroídos y su esmalte desmembrado. Que duro resultó para esa rueda no ver relevos en el mercado para sus partes y aquellos que aparecían como por arte de magia estaba fuera del alcance de su propietario. Que duro saber que otras ruedas más portentosas y veloces se les renovaba una y otra vez. Duro fue el tiempo que permaneció tirada en un rincón por no encontrar una goma que le permitiera rodar, y peor aún fue saber que el destino que le había tocado vivir era el de un hogar obrero, cuando sabía perfectamente que aquellas ruedas portentosas, anchas, de plato reluciente y de andar increíblemente rápido no les detenía nada. Aquellas ocupaban un hogar de mandato, mientras ella sólo un hogar de trabajo.
En teoría ella se sentía privilegiada al dormir en el calor de una familia, mientras las otras, anchas y veloces, debían pasar sus noches en fríos laberintos destinados al parqueo. Pensaba que solo ella compartía la vida de su propietario, lo llevaba de la casa al trabajo, del trabajo a la casa y se sentía parte de una familia; Pero no era simplemente así. Aquellas ruedas portentosas y rápidas que en tantas cosas la aventajaban, por contar con un motor que las moviera, por estar en un vehículo con chapa carmelita, azul o roja, por contar con mecánicos y poncheros particulares, por ir a fiestas, a playas y a eventos del más alto nivel, ellas también eran parte de una familia con todos los privilegios que ello implica.
Esa rueda que no podía decidir su puesto, que muchas veces no rodaba por falta de sus elementos o porque eran inaccesiblemente costosos, que debía quitarse del camino para que ruedas anchas y portentosas pasaran, esa rueda que sólo era acompañada por otra rueda en destino y camino, minimizada por las portentosas que iban de a cuatro. Esa rueda era una rueda de BICICLETA, una rueda de bicicleta en un pueblo de bicicletas, una rueda de bicicleta en Sagua la Grande, un pueblo de calles anchas llenas de ruedas de bicicletas y de muchas otras ruedas portentosas, rápidas y privilegiadas.

viernes, 11 de marzo de 2011

Martí entre Céspedes y Solís.

Un tramo de Calle en Sagua la Grande que se mantiene vivo, su historia ha sido enorme y de ella hablaremos muy pronto en este sitio. Ahora disfrute estos 80 metros de Calle en el 2011 aquí en Sagua Viva.

jueves, 10 de marzo de 2011

Una libreta perdida en la historia.

Por: Yoel Rivero Marín.
“Advertencia, el uso indebido o alteración de esta libreta o apropiarse de ella en caso de extravío son delitos previstos y sancionados por la ley penal”“Los cupones desprendidos de las libretas carecen de valor. Los dependientes de las tiendas son los únicos autorizados para desprender cupones, siempre en su presencia y efectuar las anotaciones cuando estas correspondan. Es obligación del consumidor el cuidar con esmero esta libreta….”
Este es solo un recuerdo de algunas generaciones de cubanos. Para escribir al respecto acudo inevitablemente a mi madre, una mujer que durante gran parte de su vida laboralmente activa se vio necesitada de dar uso una y otra vez a esta LIBRETA para la adquisición de todas sus prendas de vestir y artículos del hogar. La compra de mis primeros juguetes en la infancia, mis primeras camisas, mis primeros zapatos, todo fue gracias a esta libreta, bendecida libreta. Cada artículo comprado representaba una casilla o un cupón de esta LIBRETA emitida por el Ministerio de Comercio Interior de Cuba.Existían libretas para las mujeres, libretas para los hombres, para los niños, para toda la familia. En ellas teníamos 32 cupones, cada uno representaba una prenda de ropa, un par de zapatos o un corte de tela determinado. Existían cupones para toallas, ropa de cama, ropa interior y todo lo que pudiéramos imaginar necesario para la vida cotidiana. Las 77 casillas de esta LIBRETA eran fundamentalmente para artículos varios, en ellas estaban mis ansiados juguetes de la infancia, aún recuerdo con significativa alegría que de una de ellas salió mi primera bicicleta.Esta también es parte de nuestra historia, una historia feliz que compartimos muchos y que ineludiblemente hemos de recordar y compartir. Aún me encuentro con las señoras que laboraban en la tienda “El Martillo” y me cuentan sus experiencias, vivencias y no pueden evitar lanzar más de un suspiro al aire, pues para ellas fueron sus días de gloria. Esos eran tiempos en que los sábados por la noche el parque “La Libertad” de Sagua la Grande se llenaba de camisas de guinga de diferentes colores, pues en esa semana llegaron a las tiendas una camisa de ese tipo por cupón para cada hombre o niño, nos veíamos uniformados, pero alegres y sin la presión que los jóvenes de hoy sufren por estar a la moda.
Recuerdo que los días previos a la salida de un artículo determinado eran de tormento en casi todas las familias de Sagua, pero desde la ingenuidad de mi niñez, era todo una gran fiesta por todo nuevo que pudiera llegar a mi casa. Las colas de un día a otro eran clásicas, mujeres trabajadoras pasaban las noches en la puerta del “20 de mayo”, “La aplanadora” o la ya mencionada “El martillo”, tiendas de lujo para los sagüeros de los años 60, 70 y 80.Con la llegada del periodo especial esta fue la primera libreta que pasó a ser historia, en el año 1991 mi padre sólo utilizó un cupón y dos casillas de la suya. No sé qué pasó con las libretas del resto de la familia, pero al menos en Sagua la Grande, ya en el año 1992 no fue necesaria su repartición general, las tiendas de productos textiles, variados, peleterías, ferreterías y otras, colapsaron y se les vio cerrar una a una con sus estantes totalmente vacíos. Según cuenta mi madre, aún se mantenían libretas de este tipo para las embarazadas, las cuales también desaparecieron con el paso del tiempo.
Con los años y el comienzo de la utilización de la doble moneda en el país, aparecieron las tiendas en divisa y los estantes se llenaron nuevamente, pero ya no fue necesaria nunca más aquella bendecida LIBRETA para ropa, zapatos y mis añorados juguetes, esos que hoy he de comprar a mis hijos.
“Caso de que usted encuentre una libreta extraviada, debe entregarla en la oficina de registro de consumidores más cercana o enviarla por correos…”
“Esta libreta no constituye un documento de identificación”

NOTA: La libreta de mi padre aún la conservo, tal vez algún día deba usar el resto de los cupones.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Historia de la calle Maceo entre Solís y Céspedes

Por: Raúl Villavicencio Finalé
Haciendo referencia al devenir histórico desde fines del siglo XIX hasta la primera mitad del XX, para hablar del tramo de calle de Maceo entre Solís y Céspedes debemos comenzar en la tienda de ropa reciclada presentando primero a “La Francia”, lugar que ocupó luego la tienda de ropa “Los Bobos de Moda”.
Por esa misma acera, contigua a la anterior, la funeraria “San Rafael”, La imprenta “El Porvenir”, mencionando dos peleterías anteriores de las cuales no se poseen imágenes. Luego la sastrería de Llillo, la casa natal de Mario Rodríguez Alemán, también barbería de Pote y en la esquina con Solís la ferretería de Muiño Glez y Co.
Cruzando la calle, en la misma esquina estuvo a fines del siglo XIX el “American Bazar” de artículos en general, luego conocido como el almacén de muebles“El Cañonazo”, más tarde la mueblería “Casa Magide” y con la Revolución el local de Policía Nacional Revolucionaria, la cual tenía el parqueo de las patrullas en la esquina de enfrente, hoy FMC, lugar que había ocupado antes la Iglesia Presbiteriana.En la esquina restante existió a principios del siglo XX una fábrica de gaseosas y agua mineral, en la cual se montó más tarde la fábrica de Champam Sport de Melquíades Martínez, que fabricaba también refresco de naranjita y la gaseosa “Purita”.
Existe poca información de una ferretería, propiedad de unos asiáticos, que existió al lado de esta fábrica.
En el lugar que ocupó la Óptica López existió con anterioridad la fábrica de tabacos y cigarros “Sagua Sport”, conservándose en el Museo algunas cajas de dicha fábrica.
En lo que conocimos como “La Tecla” existió con anterioridad el consultorio de un dentista y luego un taller de reparaciones de máquinas de escribir que antecedió a La Tecla.
Después, en la esquina la antigua farmacia que existió hasta los años 50 del pasado siglo.
Como se aprecia este tramo de calle aglomeró un importante número de establecimientos comerciales, ellos son parte indisoluble de nuestra historia.

martes, 8 de marzo de 2011

Historia de los vehículos para el transporte en Sagua la Grande.

Por: Raúl Villavicencio Finalé
Desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX proliferaron los carretones con ruedas de madera con sunchos de hierro, tirados por caballos. Se empleaban para el transporte de mercancías, como carros de bomberos, en servicios funerarios, etc.
Acorde al tipo de transporte se reforzaban los bordes de las aceras públicas con cintones de hierro y también argollas para que los carretoneros ataran los caballos al parquear, los cuales aun perduran en las más antiguas.
En las primeras décadas del siglo XX llegaron a Sagua los primeros vehículos automotores con neumáticos inflados. Algunos tenían las ruedas macizas como la bomba contra incendios Celaya que llegó a Sagua en 1915.
Después de la década del 30 se fue modernizando paulatinamente el transporte automotor con nuevos modelos y formas, principalmente para ser usados en transporte de pasajeros, servicio de taxis, autos de lujo y motocicletas.
Aunque muy breve, este comentario ha servido para comprender que junto al devenir humano de la ciudad ha ocurrido también una importante evolución del transporte en todas sus formas posibles.

lunes, 7 de marzo de 2011

Sitios y lugares históricos del Río Sagua la Grande.

Por: Raúl Villavicencio Finalé
La Chorrera: (Foto actual) Fue hasta mediados del siglo XIX la aguada del pueblo, la comunicación con Santa Clara el lugar preferido por los bañistas y la arenera para las construcciones más antiguas. También es el único lugar natural donde una calle como la antigua Progreso puede darse el, lujo de nacer junto al río.
Isla Verde: Pintoresco lugar oculto siempre por la abigarrada vegetación a las miradas curiosas desde el exterior. Islote aislado de tierra firme por un estero empleado hoy para aguas albañales. En este lugar se construyeron el primer puente, las primeras casas sólidas y se efectuó la primera misa del naciente poblado.El Embarcadero: Fue durante mucho tiempo el embudo económico de toda la región debido a su condición de puerto fluvial. Sin dudas el lugar más importante de la historia antigua de Sagua.Los grandes Charcos del río: Encubaron las leyendas más inverosímiles que pudo crear la imaginación popular: El Charco del Guije, el Charco del Sábalo, el Charco de la palma, el Charco de la Vieja Trabuco.
El Muro del Casino: Construido con el primordial objetivo de proteger a la ciudad de los embates del río Sagua que atacan directamente a la margen izquierda en ese lugar.La escalinata: Hoy vista con mirada curiosa, puede comparársele con el acceso a un terminal de viajeros pues eso precisamente era. Daba acceso al muelle de atraque de las goletas y vapores que transportaban viajeros y mercancías por el río con rumbo a otras partes de Cuba.Los muelles: La traición marinera de Sagua estuvo presente en los diversos muelles que tuvo en las márgenes de su río. El muelle real data de la primera mitad del siglo XIX. Los muelles de atraque y estacionamiento de goletas y balandros estuvieron en diferentes partes de ambas márgenes y aun quedan restos de los mismos. El muelle de las patanas perduró hasta la década de los 70 del pasado siglo, a través de él se embarcaba toda el azúcar en sacos que se producía en el territorio.
Los barreros: Permitieron extraer en las márgenes del río toda la materia prima para las tejas que aun enrojecen los tejados sagueros.

sábado, 5 de marzo de 2011

Manuel Gayol Fernández. Poeta, ensayista, orador, abogado, notario público, sagüero incondicional.

Por: Raúl Villavicencio Finalé
Hoy siento un gran placer al comentar la vida y obra de un saguero de excepcional sensibilidad intelectual y humana: Manuel Gayol Fernández nacido el 21 de febrero de 1906 en una casa que hacía esquina con Solís y J. Varona, lugar donde en la esquinan opuesta la familia poseía un tren Justificar a ambos ladosde lavado. Por esa zona correteó en su infancia nuestro querido Gayol.Debido a una sólida formación, Manuel Gayol llegó a ser poeta, ensayista, orador, abogado, notario público, pero las dos pasiones de su vida fueron la familia y la pedagogía.
En 1927 obtuvo su título en Derecho Civil y en 1929 el de Filosofía y Letras, ambos en la Universidad de la Habana. En 1936, preocupado por la educación de las nuevas generaciones de sagueros fundó el Instituto Superior de Segunda Enseñanza den los altos del hoy Museo Histórico, centro docente que dirigió durante ocho cursos. En 1945, se le hizo un homenaje por esa fructífera labor.En 1937 graduó a los primeros bachilleres de Sagua en un sentido acto efectuado en el Teatro Principal. En 1948 escribe el Himno del Instituto, pieza poética que constituye un llamado de alerta a los estudiantes hacia el valor del saber. De sus aulas salieron graduados estudiantes que alzaron luego renombre a nivel nacional, tales como Mario Rodríguez Alemán, Raúl Cepero Bonilla, Enrique Núñez Rodríguez, José Felipe Carneado, entre otros.
Pero su gran aporte a la cultura nacional y a todo el mundo hispanohablante fue sin dudas su Teoría Literaria, obra de la cual se hicieron numerosas ediciones, convertida en texto de obligada consulta más allá de nuestras fronteras.Esta fue una obra empeñada en enseñar a hablar y escribir correctamente el idioma español “La idea se asimila mejor si llega bien escrita”
Fue Gayol un gran defensor del idioma, criticó severamente los atentados contra el bien decir, la vulgaridad y la chabacanería “Es decepcionante escuchar a un pueblo hablando mal su idioma” “Vergonzoso signo de pobreza mental y espiritual”
Hoy Gayol estaría muy molesto si escuchara hablar a muchas personas en la calle. El reconocimiento a su grandeza profesional fue avalado con las v isitas que realizaron a Sagua don grandes de las letras, Federico García Lorca y Gabriela Mistral en 1930 y 1940 respectivamente. Después de vivir una vida ejemplar muere en Sagua un 26 de julio de 1987. Bien merecido el homenaje que le rindió en Sagua en el 2006 la Licenciada Liliana Gutiérrez en el centenario de su natalicio.

viernes, 4 de marzo de 2011

Perfumería El 10 de Octubre-Edificio del Joven Club


Por: Raúl Villavicencio Finalé
¿Cuáles son los cambios ocurridos en el lugar que hoy ocupa el edificio donde se encuentran los locales destinados al Joven Club y la UJC Municipal?.
Por los datos que poseemos hemos podido conocer que en 1900, la edificación de frente homogéneo que hoy ocupa Valle Gran Rey y una casa de vivienda que allí existe, se extendía hasta colindar con el Hotel Pasaje del cual hablamos en la sección anterior.
En 1911, cuando se construye el Banco en ese lugar, aun todo este frente se extendía hasta ahí, siendo ocupado específicamente ese espacio que luego ocuparía el hoy edificio del joven Club, una perfumería nombrada “El Diez de Octubre”, nombre de contenido patriótico, perteneciente a un francés nombrado F. Millot.
Era tal su fama por entonces, que logró ganar en una exposición de París en 1901, una medalla de oro por la calidad de sus productos.
En los años 20, una firma acreditada en Sagua en artículos de ferretería (Maribona y Sanpedro, compró el espacio y construyó el edificio de tres pisos que observamos hoy, el cual tenía en la planta baja el negocio de ferretería y en los pisos superiores locales de vivienda familiar.
Aun viven en Sagua descendientes de esa familia, los jimaguas de apellido Maribona. El resto de la vieja edificación del siglo XIX, se mantiene aun en pie brindado servicio, pero esa historia será para un próximo comentario.

Hotel Pasaje-Banco de Martí y Carmen Ribalta

Por: Raúl Villavicencio Finalé
Hablamos en este momento de una esquina sagüera muy concurrida, la esquina del banco Popular de Ahoro, edificio que ha ocupado el Banco desde 1911. Pero, ¿qué había antes en este lugar? Sé que le gustaría saberlo.
A fines del siglo XIX se construyó en ese lugar el Gran Hotel y Restaurante “Pasaje”, en lo que entonces era Gloria esquina a Amistad hoy Martí esquina a Carmen Ribalta), siendo propiedad de la firma comercial Fernández y Arniella
Se construyó estratégicamente en el mejor punto de la población, frente al parque González Osma (Hoy Parque de la Libertad), cerca de las estaciones ferroviarias y de las principales casas comerciales de la época.
Sagua entonces había crecido considerablemente hacia el sur, trasladándose su centro económico y social para ese lugar.
Era totalmente de madera y cubierta de tejas, con un estilo que nos hace recordar a los hoteles norteamericanos que tanto vimos en las películas norteamericanas del oeste.
Estuvo en pie hasta 1911 en que una compañía bancaria compró el estratégico lugar para construir el hermoso edifico para servicio bancario, estilo neoclásico, que aun contemplamos con orgullo por ser uno de los edificios más hermosos de la ciudad.

Maceo entre Céspedes y Carmen Ribalta. Sagua la Grande. Cuba

Por: Raúl Villavicencio Finalé
En el ciclo relacionado con la historia los lugares más importantes de la ciudad de Sagua la Grande, hablamos hoy del tramo de la calle Maceo entre Carmen Ribalta y Céspedes enfatizando en la encrucijada que hacen las calles de Maceo y Céspedes.
En lo que es hoy “La Isla de Cuba”, existió a fines del siglo XIX una tienda de tejidos conocida como “El Bazar Inglés”, cuyo nombre aun existe grabado en la acera. En la esquina oeste, se mantienen en pie las paredes de una vieja edificación de una sola planta que siempre fue farmacia de la cual aun se aprecia el nombre escrito en la parte superior del inmueble.
En la esquina donde hoy existe una tienda de bebidas en MLC, estuvo desde 1874 la peletería “La Americana” con un establecimiento de una sola planta hasta 1923 en que, manteniendo el mismo nombre ocupó la planta baja de un nuevo edificio de dos plan tas. Así existió hasta el triunfo de la Revolución en que se creó la Peletería “La Época”. De esta esquina hasta la de Carmen Ribalta existieron desde fines del XIX hasta la primera mitad del XX, Ropas “El siglo XX”, Peletería “El Correo de París”, otra tienda de tejidos, jun prestamista, otra tienda de ropas y confecciones y en la misma esquina Café-Hotel “El Correo”. En la misma acera pero hasta el triunfo revolucionario estuvieron, en el mismo sentido, la “Casa Rafael”, “Casa Magadán, “La Moda Elegante;, “Casa Menéndez”, “Cafetería Oquendo”, Joyería Elías” y la billetería de Dorta hoy venta de perros calientes.
En el tramo de enfrente, hoy establecimiento “Villa de París”, existió desde 1882 una tienda de ropas conocida por “Los Estados Unidos” que fue destruida por voraz incendio en los primeros años del siglo XX. A su lado existió también una armería.
En ese lugar, los hermanos Arturo y Alfredo, construyeron en 1920 el Palacio de Fernández y Hnos., también conocido como “La Villa de París”, de cuatro plantas , considerado insignia del interior del país y demasiado moderno para su época.
El resto del espacio hasta C. Ribalta lo ocupó desde 1866 la Plaza del Mercado, teniendo en su interior un conglomerado de establecimientos comerciales como cafés, baratillos, bodegas, carnicerías, fondas, restaurantes, peleterías y ventas de tabacos y cigarros. Después de su desplome en los primeros años del siglo XX, se construyó en 1946 en el mismo lugar la nueva Plaza del Mercado, con establecimientos similares a la anterior. Hoy existe allí Correos y Telégrafos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Colón entre Padre Varela y General Lee. Sagua la Grande. Cuba.

Por: Raúl Villavicencio Finalé
Justificar a ambos ladosEn este comentario hago referencia específica a la acera sur del tramo de la calle Colón, comprendido entre las calles de Padre Varela antigua Cruz y Clara Barton, antigua Progreso.
A fines del siglo XIX ese lugar conservaba aun parte de la importancia comercial que había tenido en la primera mitad de ese siglo, época en que Sagua se limitaba a las cercanías del lugar de nacimiento. Entonces, todo el tramo estaba ocupado por edificaciones que poseían el estilo y la importancia de su época.
En la esquina con Progreso existió la barbería de Consuegra, con rumbo oeste le seguían entonces, el estudio fotográfico de Clara García, viuda de Bravo, una oficina de comisionistas y en la esquina con Cruz la casa comercial de artículos diversos para el hogar nombrado “La Villa de París”.
En 1910, habían desaparecido las casas de madera de la parte este del tramo y construido en ese lugar el Colegio del Apostolado para niñas, también conocido como Colegio de las Monjas.
El resto de las edificaciones eran de mampostería y duraron hasta la primera mitad del siglo XX. Allí estuvieron, además de la Academia de Antonino Fabre en los años 15, Correos y Telégrafos hasta1919, el Juzgado Municipal y se conoce que vivió temporalmente José Luis Robau después de la Guerra.
En los años 40 el edificio comenzó a deteriorarse aceleradamente y ya en la década de los 50 fue eliminado, manteniéndose como área deportiva del vecino colegio religioso.