domingo, 29 de enero de 2012

Desarrollo local de Sagua la Grande, ¿Utopía o posibilidad?

Por Yoel Rivero Marín.
Sagua la Grande cuenta en estos momentos con incuestionables potencialidades para el autodesarrollo local a mediano y largo plazo. Esas potencialidades pueden ser encontradas en el hecho de que:
• El municipio de Sagua la grande posee una ubicación geográfica favorable y una cabecera municipal con valores históricos, culturales y arquitectónicos bien definidos constituyendo la segunda ciudad de importancia en la provincia.
• Posee una buena infraestructura industrial con tradiciones en las producciones Mecánicas y Químicas, con fuerza de trabajo calificadas en estos sectores y en la explotación pesquera.
• Existen potencialidades para la explotación turística y alojamiento en los cayos (Esquivel y El Cristo) y la existencia de atractivos en áreas protegidas de la reserva de la flora y la fauna (Mogotes de Jumagua y la laguna El Dorado).
• Sagua la Grande constituye un subcentro provincial de servicios.
• El Municipio cuenta con un potencial Hídrico en la presa Alacranes (298.2 Millones de metros cúbicos) como espejo de agua, para la captura de especies y un buen sistema de riego además de las potencialidades turísticas.
• La pesca de plataforma en Isabela de Sagua constituye un renglón económico importante para la provincia con especies de escama y Ostion de alto valor.
• El Municipio posee buena accesibilidad vial con todo el territorio y el resto de los municipios de la provincia, tanto por carretera como por ferrocarril.
• Gran diversidad de producción y comercialización de Fondo Exportables
• La explotación del transporte marítimo a través del puerto de Isabela de Sagua con un calado 23 varas.
Sagua la Grande ha sido, históricamente, un municipio con notables potencialidades para el autodesarrollo local y los habitantes del territorio las han explotado eficaz y eficientemente. Acomodarse al verticalismo y al asistencialismo le ha costado caro al municipio. Recientemente se realizó un nuevo estudio de las mismas, a partir de la necesidad que plantea la dirección del país de fomentar el desarrollo comunitario, pero aún no se realiza un estudio partiendo de las necesidades reales que promueva la comunidad.
Los planes de desarrollo tienen que ser suficientemente flexibles, y la participación de la población local suficientemente temprana, para que los cambios resulten posibles. A veces, la participación puede suponer que sólo se introduzca la representación en la fase de la realización: se han decidido ya el plan general y los pormenores, y se requiere la asistencia local para que los habitantes acepten tales cambios. Normalmente, esta participación puramente simbólica llega demasiado tarde y plantea más problemas de los que resuelve, al surgir y expresarse sentimientos de decepción entre los habitantes. En un plano ideal, la participación debe empezar desde el primer momento, es decir, con la definición del problema. Incluso en tal caso, unos métodos que recurran al empleo de medios de Comunicación comunitaria pueden demostrar que la población local no lo percibía en realidad como tal problema y que quizás esté pensando en otros factores que para ella son más importantes. La flexibilidad, en el sentido de estar dispuesto a aceptar un cambio de orientación, es realmente imperativa, del mismo modo que la receptividad ante las distintas reacciones posibles frente a unas dificultades de desarrollo conocidas de todos.
Esencialmente, la labor principal del especialista del desarrollo consiste en lograr la participación de los funcionarios locales, en vez de presentarles un hecho consumado, y esto supone mantener buenos vínculos de comunicación con todos los servicios de la zona que vayan a quedar afectados por los cambios previstos.
Es bastante absurdo que en un proyecto se fomenten nuevas formas de organización social y política y que, más tarde, una vez terminado un ciclo, desaparezca tal oportunidad. Por ejemplo, no es sensato decir: “Usted puede adoptar una postura abierta y critica de este plan de desarrollo, pero no de este otro”, o “se propone la participación en este sector, pero no en este otro”. Como el acceso y la participación afectan a ciertas libertades fundamentales, no pueden tener un carácter excluyente.
Sagua la Grande cuenta con amplias perspectivas de desarrollo local. ¿Existe voluntad, existe claridad, existe la preparación para el cambio? Quienes guían los caminos en este pueblo aún no se encuentran preparados para él, aún cuando en la tierra exista el potencial, aún cuando en la gente exista el poder.