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Muchas gracias a todas aquellas personas de buena memoria que ayudaron en la realización de este trabajo, especialmente a Amado Alonso y Norma Gómez. También al Padre Pablo Álvarez por su ayuda.
La preocupación social de la Iglesia está orientada al desarrollo auténtico del hombre y de la sociedad, respetando y promoviendo en toda su dimensión la persona humana.
Es la Iglesia la que saca del Evangelio las enseñanzas, ella es la que trata no sólo de instruir la inteligencia, sino también de encauzar la vida y las costumbres de cada uno con sus preceptos. La Iglesia en su vida y en su enseñanza viene revelada como “Pilar y Baluarte de la realidad” . De esta forma, la Iglesia, “entidad social visible y comunidad espiritual” , avanza juntamente con toda la humanidad, experimenta la suerte terrena del mundo, y su razón de ser es actuar como fermento y como alma de la sociedad, que debe renovarse en Cristo y transformarse en familia de Dios.
Una escuela es «católica», cuando los principios evangélicos se convierten para ella en normas educativas, motivaciones interiores y al mismo tiempo metas finales.
Sería correcto decir que alrededor del período final de la dominación colonial española en la Isla de Cuba, la Iglesia Católica se encontraba en una etapa de crisis, y prácticamente la obra evangelizadora había llegado a su punto más bajo. Indicadores de lo anteriormente mencionado eran: ignorancia en materia religiosa, indiferentismo religioso, escasez de parroquias fuera de la ciudad, destrucción durante las guerras, escasez del clero cubano, iglesia manipulada de espalda a los intereses y necesidades del pueblo; no en vano sería acusada la iglesia católica como antiindependentista y anticubana.
Con la llegada de los norteamericanos a la isla y la imposición de un nuevo tipo de coloniaje: la neocolonia, la iglesia católica dio un vuelco y cesó su Patronato Religioso. Se produjo la separación de la Iglesia y el Estado, se introdujeron medidas laicas en el matrimonio, la educación, los actos religiosos públicos y la administración de los bienes eclesiásticos, garantizando la libertad religiosa, así quedó plasmada en el Artículo 26 de la Constitución de 1901. “La profesión de todas las religiones, y el ejercicio de todos los cultos serán libres, sin más limitación que el respeto debido a la moral cristiana. La Iglesia estará separada del estado el cual no podrá subvencionar, en caso alguno, ningún culto”
En cuanto al artículo 31 de esta Constitución, aún cuando no se relaciona con la cuestión religiosa, sin dudas su contenido atañe mucho a la Iglesia en Cuba y a los cambios que la misma está sufriendo en este período. Dicho artículo hace referencia al sistema educacional cubano y es precisamente el que marca la pauta a seguir en lo adelante, abriéndose las puertas de la llamada “escuela laica” en Cuba. Tiene como fundamento los preceptos del insigne pedagogo Enrique José Varona, libre pensador, enemigo marcado del escolasticismo pedagógico y fiel heredero de Varela. Sin embargo, paradójicamente, fue en el siglo XX cuando la labor educacional de la Iglesia alcanzó su mayor extensión en Cuba. Muy interconectada a la misión de enseñar y trasmitir la fe, la Iglesia ha dedicado mucha fuerza y esfuerzo a la formación y educación de niños y jóvenes. Ya desde el siglo XVI, con el primer maestro y sacerdote Miguel de Velásquez, no solo educaba y enseñaba en el conocimiento de Dios, sino también en los conocimientos humanos; los primeros “colegios de varones “, escuela para niños pobres, la primera Universidad (1728) fueron fundados por hombres de Iglesia, conscientes de la necesidad que el pueblo tenía de ellos. Existían diversos colegios, entre los que se destacaban:
• Colegios de elevado pago: colegios que solo estaban al alcance de las familias adineradas.
• Colegios pagos con carácter popular: fundamentalmente tenían acceso a ellos la clase media y la clase media baja.
• Colegios gratuitos: algunos eran dirigidos por órdenes religiosas, otros eran escuelas parroquiales ayudados por benefactores laicos.
• Colegios laicos católicos: estaban dirigidos por laicos comprometidos que se preocupaban por la formación religiosa y en la fe de sus alumnos.
No solo es marcada la variedad de colegios, sino la diferencia que entre los mismos había, sin embargo junto a los colegios “para ricos” es meritoria la labor educadora de la iglesia entre las clases más modestas y aún entre las capas más pobres de la población.
Es entendible que muchos se pregunten por qué precisamente la iglesia tenía colegios privados y algunos de altos pagos. En Cuba, como en otros lugares, el Estado permite la apertura de escuelas privadas que garanticen la calidad de la instrucción, sin conceder no obstante ayuda económica para su sustento y desarrollo. La Iglesia Cubana que no disponía de grandes medios económicos, al instituir y extender sus obras educativas, tenía que contar para su mantenimiento con los aportes de los beneficiarios, con ayuda caritativa o del exterior. Por otro lado la buena calidad de la enseñanza se debía a un profesorado especializado humana, pedagógica y científicamente, cuya preparación era costosa, unido a esto las inversiones que exigían los laboratorios, talleres, bibliotecas, así como los gastos por concepto de salarios a profesores externos. Todo lo anterior, aunque no justifica, al menos explica las elevadas cuotas que pagaban los alumnos.
En nuestra Sagua la Grande, la historia de la Iglesia Católica en el tema de la educación escolar se vio muy favorecida, no se sabe a ciencia cierta las causas de la proliferación de ejemplos de Colegios Católicos en el territorio: si la prosperidad de Sagua o la influencia determinante de una población católica que así lo exigía. Lo que si no cabe dudas es que la matrícula de dichos colegios era heterogénea, había estudiantes provenientes de familias de católicos practicantes, pero también los habían que aun no profesando la religión preferían pagar las cuotas mensuales con tal de que sus hijos fueran a un colegio donde sabían que la educación era de fiar y donde la enseñanza de los buenos valores no iba a faltar.
Según muchas fuentes orales, el pago del colegio no se consideraba elevado, tal vez porque estos Colegios Católicos Sagüeros estaban destinados a una clase media o media baja, población más abundante en Sagua la Grande que la alta clase social; incluso para los de más bajo ingresos económicos los colegios no cerraban sus puertas, sino que daba posibilidades de estudio a quienes podían y a quienes no podían pagar la mensualidad, igualmente estaban abiertos a los habitantes de fuera del territorio existiendo áreas de becas para estos casos.
También existió en la Parroquia una escuela parroquial, considerada por su tipo dentro de la categoría de colegios gratuitos. Esta escuela no cobraba por la enseñanza escolar y solo recibía como beneficios los aportes (no muy abundantes) de algunos padres agradecidos y es posible que de algunos benefactores laicos, sin embargo la enseñanza no tenía la misma calidad o la misma variedad que los Colegios institucionalizados.
Representantes de la educación escolar católica en Sagua la Grande fueron: el conocido Colegio de los Jesuitas (para varones), el Colegio de las RR. MM Apostolinas, más conocido como El Apostolado (para mujeres) y por último, y no por ser menos importante, la presencia de una escuela parroquial en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Sagua la Grande (para varones).
Colegio del Sagrado Corazón de Jesús (Colegio Los Jesuitas)
El Edificio
Según algunas fuentes desde 1884 la Compañía de Jesús adquirió los terrenos para construir la iglesia y escuela. Lo cierto es que según datos arquitectónicos la Iglesia y el Colegio datan de 1906 a pesar de representar ambos distintos estilos arquitectónicos. La iglesia, exponente del estilo neogótico, sufrió una reconstrucción alrededor de los años treinta producto del azote de un ciclón: se reconstruyó a partir de un diseño italiano e incluso la torre del campanario fue traída desde la propia Italia. Sin embargo se puede observar en la actualidad que el templo quedó inconcluso, muestra de ello son los fallos en la carpintería así como la falta del reloj donde supuestamente estaba concebido colocarlo.
Por su parte el Colegio, representante del neoclasicismo, se hallaba interconectado a la Iglesia. Abrió sus aulas con los primeros 94 alumnos en enero de 1908. En 48 cursos (estadística hasta 1956,) se matricularon 2695 alumnos. Sin embargo cuando triunfa la revolución y los colegios privados y religiosos pasaron a formar parte de los bienes del estado se tapiaron los vanos (se puede observar desde el interior de la Iglesia) y se mantuvo el uso original del inmueble, aún en nuestros días continúa siendo escuela, actualmente la ESBU José Martí Pérez.
La Educación Ignaciana
Los Jesuitas son los herederos de la figura de San Ignacio de Loyola, fundador de la compañía de Jesús en 1540. El objetivo fundamental de la Pedagogía Ignaciana es la formación integral, el enseñar a pensar y el educar a los alumnos para participar constructivamente en la sociedad, existiendo para ello una magnífica conexión entre espiritualidad ignaciana y el modo de proceder en educación. Para Ignacio la idea de Dios, y de Cristo como modelo, se relacionan con el crecimiento global de la persona, de ahí se resumen algunos de los rasgos esenciales de la cultura ignaciana:
A. La imagen de Dios que afirma la realidad del mundo y ayuda a la formación total de la persona dentro de la comunidad humana.
B. Libertad humana.
C. La acción. Ignacio pidió un compromiso total y activo de los hombres y mujeres, para imitar más plenamente a Cristo. Así la educación es una preparación para un compromiso en la vida activa.
D. La Iglesia. La educación de la Compañía es un instrumento apostólico, que prepara a los alumnos para una participación activa en la Iglesia y en la comunidad local.
E. La comunidad. La educación es una misión común basada en la comunicación mutua entre los profesores, los directivos, el personal auxiliar, los jesuitas y los laicos. Se fomenta el diálogo familia-colegio, la participación de los alumnos y una relación creativa y constructiva con los antiguos alumnos. Así la estructura de la escuela debe facilitar la misión educativa.
En la década del 1950, posiblemente alrededor del año 1956, hubo en la localidad un cambio de congregación religiosa, los jesuitas fueron sustituidos por los religiosos del Sagrado Corazón, y fueron estos últimos los que dieron continuidad a la labor educacional que se realizaba en el Colegio así como la labor pastoral de la Iglesia Católica en Sagua la Grande.
Rectores del Colegio (solo hasta 1953)
P. Saturnino Ibarguren (3/6/1906 — 26/12/1907)
P. José Errasti (26/12/1907 — 8/9/1910)
P. Daniel Cuadrado (8/9/1910 — 17/7/1914)
P. José Cantabrana (17/7/1914— 1 5/8/1919)
P. Prudencio Ramos (1 5/8/1919 — 31/7/1922)
P. Urbano Batán (31/7/1922 — 24/8/1925)
P. Esteban Ríos (2 4/8/1925 — 2 9/9/1929)
P. Pedro Martínez (2 9/9/1929 — 21/1 1/1929)
P. Vicente Demetrio (21/11/1929 — 15/8/1934)
P. Luis Mendía (15/8/1934 — 4/8/1940)
P. Victorianus Arenas (4/8/1940 — 1 5/8/1944)
P. Victorino Cagigal (1 5/8/1944 — 31/7/1950)
P. Mariano Ruiz (3 1/7/1950 — 1 9/8/1953)
P. Benigno Juanes (1 9/8/53 - …)
Grados Escolares y Asignaturas impartidas
Grados Escolares: Kindergarte, Pre — primario, Primero, Segundo, Tercero, Cuarto, Quinto e Ingreso al Bachillerato.
Asignaturas impartidas: Religión (se impartía en todos los grados, contando siempre a partir de pre —primario), Gramática Española (4to a Ingreso), Aritmética (todos los grados), Ortografía (4to a Ingreso), Geografía e Historia (3ro a Ingreso), Ciencias (1ro a Ingreso), Inglés (1ro a Ingreso), Caligrafía (2do a 5to), Lectura (excepto Ingreso), Lenguaje (pre — primario a 3ro), Escritura (pre — primario y 1ro) y Artes (pre — primario).
Actividades que realizaba el Colegio en Fechas Conmemorativas o Especiales:
Competencias de conocimientos en diversas materias era una de las actividades que más vida cobraba en el colegio con motivo de alguna ocasión especial, como lo era por ejemplo el día de las madres, donde los alumnos de Ingreso realizaban la Competencia de Gramática y Ortografía.
También se realizaban Certámenes de Botánica así como Conferencias por parte del R. P Rector.
Sobresalían las Carrozas para las Procesiones del Sagrado Corazón de Jesús a cargo del apostolado de la 0ración. Igualmente los Vía Crucis por las calles en una noche de Cuaresma, el Festival Gimnástico Nocturno, y de marcada relevancia fue el desfile por las calles de Sagua del 28 de enero de 1956, precisamente conmemorando tan importante fecha, el nacimiento de nuestro querido José Martí.
Asociaciones que complementan la vida del Colegio.
- Agrupación Católica Sagüera, presidida por José Arenas Roa, esta agrupación se fundó con selección de antiguos alumnos, representaba la esperanza de padres que querían salvaguardar la educación cristiana de sus hijos.
- Maestras Católicas de Sagua (1941), se dedicaban entre tantas tareas a ofrecer becas en el colegio para niños pobres de alta capacidad, así como el reparto de canastillas, fiestas a niños premiados en las escuelas públicas, charlas vocacionales para todos los estudiantes de Sagua. Sobresalían por la gran catequesis que impartían.
Estudiantes destacados.
En el curso 1955 — 1956, Alberto Parayuelos Hordones, estudiante de 5to grado, era Presidente de las Obras Misionales, desde que estaba en 3er grado era en el Colegio y en Sagua el entusiasta propagandista de las obras misionales y sobre todo de la Santa Infancia.
“Colegio de las RR. MM. Apostolinas”(El Apostolado)
El Edificio
Según fotos de la época el edificio debe haberse construido en la primera década del siglo XX, exactamente después de 1905. Concebido originalmente para colegio religioso forma parte de uno de los exponentes principales del eclecticismo en Sagua la Grande. A pesar del incendio (ocurrido en la década del 20) que acabó con la antigua Villa de París y conllevó a la demolición del otro edificio vecino (edificio de vivienda perteneciente a la familia de José Luis Robau) el Colegio no sufrió daños en su estructura.
El 10 de Abril de 1910 se inaugura este colegio de señoritas con el título de “Inmaculado Corazón de María” dirigido por las religiosas del Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús (Apostolinas). El Colegio se ubicaba en la calle Colón. Cuando deja de ser Colegio religioso, con las nuevas medidas tomadas por la revolución, continúa funcionando como escuela, y así se ha mantenido con el pase de los años, actualmente es el Semi-internado Jose Fuertes Jiménez.
La Educación Apostolina
Desde el principio el proyecto apostólico y la finalidad de la educación para esta congregación religiosa era la de formar jóvenes para la transformación de la sociedad. El objetivo fundamental de este colegio para señoritas era el de inculcarles la religión, ciencias, letras y otras asignaturas propias de su sexo. Acogían entre sus alumnas no solo aquellas que podían pagar la cuota mensual establecida, sino también a niñas que constituían casos sociales, las que eran llamadas pupilas; generalmente vivían fuera de la ciudad y se pasaban la semana semi-internas en el colegio.
En el Primer Capítulo de esta institución celebrado el 1ro de diciembre de 1914, fue elegida para el cargo de Superiora General la Madre Carolina Martínez, bajo la presidencia de Monseñor Pedro González Estrada, Obispo de La Habana. Su virtud y ciencia, unidas a sus extraordinarias dotes de gobierno, constituyeron causa bastante para tan meritísima distinción. Falleció en La Habana, el día 25 de Abril de 1930.
Grados Escolares y Asignaturas impartidas
Los niveles de enseñanza eran: Kindergarten, Pre-Primaria y Primaria, Primaria Superior y Segunda Enseñanza. Además el Colegio era interno y externo, y se impartían las materias de: Educación integral, Inglés, Música, Educación Física, Dibujo y Trabajo Manual.
Asociaciones que complementan la vida del Colegio.
En 1935 se crea la Asociación de Antiguas Alumnas del Colegio del Apostolado. El objetivo fundamental de esta asociación era el de mantener y renovar, a través del tiempo, las mejores relaciones. Dentro de las acciones que realizaban estaban la Escuela Dominical para obreras, enseñanza gratuita (por las propias asociadas) para las muchachas necesitadas que tenían que abandonar la escuela para trabajar. Esta escuela radicaba en el propio colegio. También en memoria de la Madre Eugenia Martínez, instituyeron el "PREMIO MADRE EUGENIA", consistente en un Pergamino que era entregado al mejor expediente del curso, pudiendo aspirar a él todas las alumnas del Colegio, desde el primer grado hasta el último de Bachillerato.
Vinculación con la Parroquia.
Aunque el Colegio funcionaba y era atendido por las religiosas existía una vinculación con la Parroquia y la presencia de un sacerdote, quien oficiaba misa en la pequeña capilla del Colegio, confesaba a las estudiantes y daba la comunión. El P. Eusebio Martín, Sacerdote Jesuita natural de Salamanca, llegó a Sagua La Grande el día 17 de Agosto de 1915. Fue capellán del Asilo de Anciano por más de 40 años, pero también era el confesor de las Madres y Alumnas del Colegio del Apostolado. Por su bondad inagotable y su santidad, fue profundamente admirado y querido en la Villa del Undoso.
Iglesia de la Inmaculada Concepción (Escuela Parroquial)
El Edificio.
La Iglesia Parroquial comenzó su construcción en el año 1856 y culminó en el año 1860. Constituye el exponente más representativo del estilo neoclásico en Sagua la Grande. Ha sufrido el inmueble más de una remodelación a lo largo de más de 140 años y ha sido objeto de numerosos estudios y escritos en ese período de tiempo. Se sabe que por los años 50 del siglo XX le fueron incorporados el zócalo y las rejas, las que se conservan en la actualidad. Si visitamos el templo, entrando por la puerta principal y a mano derecha, encontramos una tarja que hace referencia a los zócalos puestos así como la persona que contribuyó al financiamiento de los mismos.
Exteriormente en la actualidad continúan los trabajos de rehabilitación y conservación del edificio, cabe señalar la gran reparación del campanario que se encontraba en pésimo estado; y aunque la cruz actual no es la original debido al deterioro por el pase de los años de la anterior, la iglesia continúa conservando la original como testigo de la historia del Iglesia.
La Educación Parroquiana.
La Escuela Parroquial funcionó en esta Parroquia en la década del 40 del siglo XX, no se conoce la existencia de una escuela de este tipo anteriormente y mucho menos en época posterior. La figura representativa de esta escuela fue el Padre Hidalgo, sacerdote de la Parroquia por esta fecha y perteneciente a la congregación de los jesuitas.
A la escuela asistían solamente varones y fundamentalmente niños pobres cuyos padres no podían pagar la educación de sus hijos en aquellos colegios donde se establecía una cuota a pagar. Evidentemente la iglesia no podía asumir una educación tan variada y rica en materias como lo hacían los Colegios pagados, pues el presupuesto para gastos, incluyendo la contrata de profesores, no daba para mucho, máxime cuando una parte de los ingresos recibidos eran provenientes de los padres de los estudiantes que asistían a la escuela parroquial.
Grados Escolares y Asignaturas impartidas
Esencialmente los grados solo contemplaban la educación primaria, y las asignaturas: las elementales, posiblemente impartidas por escasos profesores.
Labor del Padre Hidalgo
El padre deseoso de mejorar la labor pastoral y educacional de la Parroquia y contribuir más con la misión que Cristo le encomendó de atención a los pobres, pidió recursos al Gobierno de turno en el país (Gobierno de Grau) y le fue concedido un presupuesto que facilitó la compra de 14 máquinas de escribir para la enseñanza de adultos de forma gratuita. No cabe dudas, manifiestan fuentes orales de la época, que el desarrollo de la escuela parroquial y la educación en la Iglesia Parroquial se vio muy favorecida y estimulada con la presencia del padre jesuita, tal es así que solo se tiene conocimiento del funcionamiento de la misma mientras el padre Hidalgo fue párroco de Sagua la Grande, la ida del sacerdote del territorio sagüero coincidió con la ida de todos los jesuitas y la venida posterior de otra congregación, que aunque si bien, se dieron a la tarea de continuar la labor educacional en el Colegio del Sagrado Corazón no motivaron la continuación de la Escuela Parroquial y establecieron en lugar donde esta funcionaba un Dispensario.
Otras escuelas y colegios del territorio Sagüero
Según datos bibliográficos de la época las escuelas y colegios que se listan a continuación no mencionan la presencia de clero católico dentro del claustro de profesores, o un vínculo directo de la Iglesia con la conformación de estos centros, sin embargo, los nombres de estas instituciones aluden a la presencia o vínculo con la religión católica en el territorio. Algunos ejemplos son:
• Santo Domingo, escuela municipal superior para varones, creada el 1ro de marzo de 1863, el templo de enseñaza más perfecto que pueda hacer gala Sagua, estuvo a cargo del que fue competente subdirector del famoso colegio El Salvador de Luz y Caballero, nos referimos al ilustre pedagogo cubano, verdadero intelectual y cubano de ideas avanzadas, D. Manuel Hernández Echerry, traído expresamente a la dirección de la escuela.
• El Santísimo Salvador, escuela pública de primer ascenso para varones. Creada en 1846. Maestro D. José Robles.
• Nuestra Señora de las Mercedes, escuela pública de primer ascenso para niñas. Creada el 14 de abril de 1857. Maestra Da Encarnación Hernández.
• El Espíritu Santo, escuela particular, fundada el 8 de enero de 1860, por el maestro Luis J. de Miranda. Profesor, Concordio Lalaude.
• Santa Isabel, escuela privada dirigida por D. Facundo González, 1863.
• Nuestra Señora de los Ángeles, escuela de primer ascenso para niñas, creada el 28 de mayo de 1864. Maestra interina Rosa Montalvo.
• San Fernando, escuela privada para varones, fundada el 24 de septiembre de 1866, por D. Manuel Hernández Echerry.
• San Francisco de Asís, escuela de primer ascenso para varones, fundada el 26 de agosto de 1872. Fue nombrado maestro José García Labiada, natural de Oviedo e inutilizado de la guerra, sustituido en 1876 al ser declarado incapacitado para el magisterio público.
• El Divino Maestro (Isabela), escuela pública de entrada, para varones, creada el 27 de septiembre de 1872. Maestro Miguel Ángel González, natural de Santiago de Cuba.
• Nuestra Señora de los Dolores (Isabela), escuela pública incompleta para varones. Creada el 28 de julio de 1874. Maestro Miguel C. Anido.
• El Sagrado Corazón de Jesús, academia mercantil nocturna, fundada en 1875. Profesores: José Hervás, Bachiller Morejón y José Luis Alcover.
• San Fernando, colegio de 1ra y 2da enseñanza, fundado el año 1877. Primero de su clase que hubo en Sagua. Director – fundador y propietario D. José Doménech y Sesé, licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad de Valencia, ex - regente de las clases de filosofía en el Seminario Sacerdotal de la misma ciudad y natural de Alicante. Este colegio se estableció en Cienfuegos de donde se trasladó a Sagua
• San José, colegio particular de 1ra y 2da enseñanza, fundado el 27 de agosto de 1884 por el Licenciado Juan de Melo, abogado y maestro y natural de Moya en Canarias.
• Santiago Apóstol, colegio particular de 1ra y 2da enseñanza y de 2da clase, fundado el 27 de agosto de 1884 por los Sres. Pascual Camps y Francoli y Santiago Fábregas y Calcines. En 1887 fue elevado a la categoría de 1ra clase por tener gabinetes de Física y Química y Mueso de Historia Natural.
• San José, escuela pública de entrada para varones, creada el 1ro de marzo de 1887, en diciembre nombran director a D. Enrique Formenti y Luis.
• El Sagrado Corazón de Jesús, colegio particular de 1ra y 2da enseñanza para señoritas, fundado el 20 de agosto de 1889 por la Srita. Rita Machín de la Sota, natural de Cifuentes, maestra de 1ra Enseñanza Elemental y Superior.
Las limitaciones de la educación católica son hijas de las circunstancias, en muchas ocasiones, de los criterios, enfoques y actitudes no plenamente evangélicos que Dios o la historia no permitió fueran superados. Es una pena que no existan fuentes documentales que recojan toda la historia de la educación católica en Sagua la Grande, y que la mayor parte de la información esté contenida en la memoria de los sagüeros que recibieron sus estudios en estos colegios o bien testigos de aquellos tiempos. Las posibles insuficiencias, errores de fecha o falta de información son propias de las distintas fuentes orales consultadas, las cuales inevitablemente se ven afectadas por el paso del tiempo y a veces, la imposibilidad de corroborarlas a plenitud.
Si no caben dudas, que esos años de educación, donde conjuntamente con las escuelas y colegios públicos y privados coexistían estos centros regidos por la Iglesia Católica en el territorio, fueron años muy satisfactorios, no solo por la calidad de la educación impartida, sino por la formación de valores y buenas costumbres que nunca mueren con el tiempo.
ARTÍCULO ORIGINAL.La preocupación social de la Iglesia está orientada al desarrollo auténtico del hombre y de la sociedad, respetando y promoviendo en toda su dimensión la persona humana.
Es la Iglesia la que saca del Evangelio las enseñanzas, ella es la que trata no sólo de instruir la inteligencia, sino también de encauzar la vida y las costumbres de cada uno con sus preceptos. La Iglesia en su vida y en su enseñanza viene revelada como “Pilar y Baluarte de la realidad” . De esta forma, la Iglesia, “entidad social visible y comunidad espiritual” , avanza juntamente con toda la humanidad, experimenta la suerte terrena del mundo, y su razón de ser es actuar como fermento y como alma de la sociedad, que debe renovarse en Cristo y transformarse en familia de Dios.
Una escuela es «católica», cuando los principios evangélicos se convierten para ella en normas educativas, motivaciones interiores y al mismo tiempo metas finales.
Sería correcto decir que alrededor del período final de la dominación colonial española en la Isla de Cuba, la Iglesia Católica se encontraba en una etapa de crisis, y prácticamente la obra evangelizadora había llegado a su punto más bajo. Indicadores de lo anteriormente mencionado eran: ignorancia en materia religiosa, indiferentismo religioso, escasez de parroquias fuera de la ciudad, destrucción durante las guerras, escasez del clero cubano, iglesia manipulada de espalda a los intereses y necesidades del pueblo; no en vano sería acusada la iglesia católica como antiindependentista y anticubana.
Con la llegada de los norteamericanos a la isla y la imposición de un nuevo tipo de coloniaje: la neocolonia, la iglesia católica dio un vuelco y cesó su Patronato Religioso. Se produjo la separación de la Iglesia y el Estado, se introdujeron medidas laicas en el matrimonio, la educación, los actos religiosos públicos y la administración de los bienes eclesiásticos, garantizando la libertad religiosa, así quedó plasmada en el Artículo 26 de la Constitución de 1901. “La profesión de todas las religiones, y el ejercicio de todos los cultos serán libres, sin más limitación que el respeto debido a la moral cristiana. La Iglesia estará separada del estado el cual no podrá subvencionar, en caso alguno, ningún culto”
En cuanto al artículo 31 de esta Constitución, aún cuando no se relaciona con la cuestión religiosa, sin dudas su contenido atañe mucho a la Iglesia en Cuba y a los cambios que la misma está sufriendo en este período. Dicho artículo hace referencia al sistema educacional cubano y es precisamente el que marca la pauta a seguir en lo adelante, abriéndose las puertas de la llamada “escuela laica” en Cuba. Tiene como fundamento los preceptos del insigne pedagogo Enrique José Varona, libre pensador, enemigo marcado del escolasticismo pedagógico y fiel heredero de Varela. Sin embargo, paradójicamente, fue en el siglo XX cuando la labor educacional de la Iglesia alcanzó su mayor extensión en Cuba. Muy interconectada a la misión de enseñar y trasmitir la fe, la Iglesia ha dedicado mucha fuerza y esfuerzo a la formación y educación de niños y jóvenes. Ya desde el siglo XVI, con el primer maestro y sacerdote Miguel de Velásquez, no solo educaba y enseñaba en el conocimiento de Dios, sino también en los conocimientos humanos; los primeros “colegios de varones “, escuela para niños pobres, la primera Universidad (1728) fueron fundados por hombres de Iglesia, conscientes de la necesidad que el pueblo tenía de ellos. Existían diversos colegios, entre los que se destacaban:
• Colegios de elevado pago: colegios que solo estaban al alcance de las familias adineradas.
• Colegios pagos con carácter popular: fundamentalmente tenían acceso a ellos la clase media y la clase media baja.
• Colegios gratuitos: algunos eran dirigidos por órdenes religiosas, otros eran escuelas parroquiales ayudados por benefactores laicos.
• Colegios laicos católicos: estaban dirigidos por laicos comprometidos que se preocupaban por la formación religiosa y en la fe de sus alumnos.
No solo es marcada la variedad de colegios, sino la diferencia que entre los mismos había, sin embargo junto a los colegios “para ricos” es meritoria la labor educadora de la iglesia entre las clases más modestas y aún entre las capas más pobres de la población.
Es entendible que muchos se pregunten por qué precisamente la iglesia tenía colegios privados y algunos de altos pagos. En Cuba, como en otros lugares, el Estado permite la apertura de escuelas privadas que garanticen la calidad de la instrucción, sin conceder no obstante ayuda económica para su sustento y desarrollo. La Iglesia Cubana que no disponía de grandes medios económicos, al instituir y extender sus obras educativas, tenía que contar para su mantenimiento con los aportes de los beneficiarios, con ayuda caritativa o del exterior. Por otro lado la buena calidad de la enseñanza se debía a un profesorado especializado humana, pedagógica y científicamente, cuya preparación era costosa, unido a esto las inversiones que exigían los laboratorios, talleres, bibliotecas, así como los gastos por concepto de salarios a profesores externos. Todo lo anterior, aunque no justifica, al menos explica las elevadas cuotas que pagaban los alumnos.
En nuestra Sagua la Grande, la historia de la Iglesia Católica en el tema de la educación escolar se vio muy favorecida, no se sabe a ciencia cierta las causas de la proliferación de ejemplos de Colegios Católicos en el territorio: si la prosperidad de Sagua o la influencia determinante de una población católica que así lo exigía. Lo que si no cabe dudas es que la matrícula de dichos colegios era heterogénea, había estudiantes provenientes de familias de católicos practicantes, pero también los habían que aun no profesando la religión preferían pagar las cuotas mensuales con tal de que sus hijos fueran a un colegio donde sabían que la educación era de fiar y donde la enseñanza de los buenos valores no iba a faltar.
Según muchas fuentes orales, el pago del colegio no se consideraba elevado, tal vez porque estos Colegios Católicos Sagüeros estaban destinados a una clase media o media baja, población más abundante en Sagua la Grande que la alta clase social; incluso para los de más bajo ingresos económicos los colegios no cerraban sus puertas, sino que daba posibilidades de estudio a quienes podían y a quienes no podían pagar la mensualidad, igualmente estaban abiertos a los habitantes de fuera del territorio existiendo áreas de becas para estos casos.
También existió en la Parroquia una escuela parroquial, considerada por su tipo dentro de la categoría de colegios gratuitos. Esta escuela no cobraba por la enseñanza escolar y solo recibía como beneficios los aportes (no muy abundantes) de algunos padres agradecidos y es posible que de algunos benefactores laicos, sin embargo la enseñanza no tenía la misma calidad o la misma variedad que los Colegios institucionalizados.
Representantes de la educación escolar católica en Sagua la Grande fueron: el conocido Colegio de los Jesuitas (para varones), el Colegio de las RR. MM Apostolinas, más conocido como El Apostolado (para mujeres) y por último, y no por ser menos importante, la presencia de una escuela parroquial en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Sagua la Grande (para varones).
Colegio del Sagrado Corazón de Jesús (Colegio Los Jesuitas)
El Edificio
Según algunas fuentes desde 1884 la Compañía de Jesús adquirió los terrenos para construir la iglesia y escuela. Lo cierto es que según datos arquitectónicos la Iglesia y el Colegio datan de 1906 a pesar de representar ambos distintos estilos arquitectónicos. La iglesia, exponente del estilo neogótico, sufrió una reconstrucción alrededor de los años treinta producto del azote de un ciclón: se reconstruyó a partir de un diseño italiano e incluso la torre del campanario fue traída desde la propia Italia. Sin embargo se puede observar en la actualidad que el templo quedó inconcluso, muestra de ello son los fallos en la carpintería así como la falta del reloj donde supuestamente estaba concebido colocarlo.
Por su parte el Colegio, representante del neoclasicismo, se hallaba interconectado a la Iglesia. Abrió sus aulas con los primeros 94 alumnos en enero de 1908. En 48 cursos (estadística hasta 1956,) se matricularon 2695 alumnos. Sin embargo cuando triunfa la revolución y los colegios privados y religiosos pasaron a formar parte de los bienes del estado se tapiaron los vanos (se puede observar desde el interior de la Iglesia) y se mantuvo el uso original del inmueble, aún en nuestros días continúa siendo escuela, actualmente la ESBU José Martí Pérez.
La Educación Ignaciana
Los Jesuitas son los herederos de la figura de San Ignacio de Loyola, fundador de la compañía de Jesús en 1540. El objetivo fundamental de la Pedagogía Ignaciana es la formación integral, el enseñar a pensar y el educar a los alumnos para participar constructivamente en la sociedad, existiendo para ello una magnífica conexión entre espiritualidad ignaciana y el modo de proceder en educación. Para Ignacio la idea de Dios, y de Cristo como modelo, se relacionan con el crecimiento global de la persona, de ahí se resumen algunos de los rasgos esenciales de la cultura ignaciana:
A. La imagen de Dios que afirma la realidad del mundo y ayuda a la formación total de la persona dentro de la comunidad humana.
B. Libertad humana.
C. La acción. Ignacio pidió un compromiso total y activo de los hombres y mujeres, para imitar más plenamente a Cristo. Así la educación es una preparación para un compromiso en la vida activa.
D. La Iglesia. La educación de la Compañía es un instrumento apostólico, que prepara a los alumnos para una participación activa en la Iglesia y en la comunidad local.
E. La comunidad. La educación es una misión común basada en la comunicación mutua entre los profesores, los directivos, el personal auxiliar, los jesuitas y los laicos. Se fomenta el diálogo familia-colegio, la participación de los alumnos y una relación creativa y constructiva con los antiguos alumnos. Así la estructura de la escuela debe facilitar la misión educativa.
En la década del 1950, posiblemente alrededor del año 1956, hubo en la localidad un cambio de congregación religiosa, los jesuitas fueron sustituidos por los religiosos del Sagrado Corazón, y fueron estos últimos los que dieron continuidad a la labor educacional que se realizaba en el Colegio así como la labor pastoral de la Iglesia Católica en Sagua la Grande.
Rectores del Colegio (solo hasta 1953)
P. Saturnino Ibarguren (3/6/1906 — 26/12/1907)
P. José Errasti (26/12/1907 — 8/9/1910)
P. Daniel Cuadrado (8/9/1910 — 17/7/1914)
P. José Cantabrana (17/7/1914— 1 5/8/1919)
P. Prudencio Ramos (1 5/8/1919 — 31/7/1922)
P. Urbano Batán (31/7/1922 — 24/8/1925)
P. Esteban Ríos (2 4/8/1925 — 2 9/9/1929)
P. Pedro Martínez (2 9/9/1929 — 21/1 1/1929)
P. Vicente Demetrio (21/11/1929 — 15/8/1934)
P. Luis Mendía (15/8/1934 — 4/8/1940)
P. Victorianus Arenas (4/8/1940 — 1 5/8/1944)
P. Victorino Cagigal (1 5/8/1944 — 31/7/1950)
P. Mariano Ruiz (3 1/7/1950 — 1 9/8/1953)
P. Benigno Juanes (1 9/8/53 - …)
Grados Escolares y Asignaturas impartidas
Grados Escolares: Kindergarte, Pre — primario, Primero, Segundo, Tercero, Cuarto, Quinto e Ingreso al Bachillerato.
Asignaturas impartidas: Religión (se impartía en todos los grados, contando siempre a partir de pre —primario), Gramática Española (4to a Ingreso), Aritmética (todos los grados), Ortografía (4to a Ingreso), Geografía e Historia (3ro a Ingreso), Ciencias (1ro a Ingreso), Inglés (1ro a Ingreso), Caligrafía (2do a 5to), Lectura (excepto Ingreso), Lenguaje (pre — primario a 3ro), Escritura (pre — primario y 1ro) y Artes (pre — primario).
Actividades que realizaba el Colegio en Fechas Conmemorativas o Especiales:
Competencias de conocimientos en diversas materias era una de las actividades que más vida cobraba en el colegio con motivo de alguna ocasión especial, como lo era por ejemplo el día de las madres, donde los alumnos de Ingreso realizaban la Competencia de Gramática y Ortografía.
También se realizaban Certámenes de Botánica así como Conferencias por parte del R. P Rector.
Sobresalían las Carrozas para las Procesiones del Sagrado Corazón de Jesús a cargo del apostolado de la 0ración. Igualmente los Vía Crucis por las calles en una noche de Cuaresma, el Festival Gimnástico Nocturno, y de marcada relevancia fue el desfile por las calles de Sagua del 28 de enero de 1956, precisamente conmemorando tan importante fecha, el nacimiento de nuestro querido José Martí.
Asociaciones que complementan la vida del Colegio.
- Agrupación Católica Sagüera, presidida por José Arenas Roa, esta agrupación se fundó con selección de antiguos alumnos, representaba la esperanza de padres que querían salvaguardar la educación cristiana de sus hijos.
- Maestras Católicas de Sagua (1941), se dedicaban entre tantas tareas a ofrecer becas en el colegio para niños pobres de alta capacidad, así como el reparto de canastillas, fiestas a niños premiados en las escuelas públicas, charlas vocacionales para todos los estudiantes de Sagua. Sobresalían por la gran catequesis que impartían.
Estudiantes destacados.
En el curso 1955 — 1956, Alberto Parayuelos Hordones, estudiante de 5to grado, era Presidente de las Obras Misionales, desde que estaba en 3er grado era en el Colegio y en Sagua el entusiasta propagandista de las obras misionales y sobre todo de la Santa Infancia.
“Colegio de las RR. MM. Apostolinas”(El Apostolado)
El Edificio
Según fotos de la época el edificio debe haberse construido en la primera década del siglo XX, exactamente después de 1905. Concebido originalmente para colegio religioso forma parte de uno de los exponentes principales del eclecticismo en Sagua la Grande. A pesar del incendio (ocurrido en la década del 20) que acabó con la antigua Villa de París y conllevó a la demolición del otro edificio vecino (edificio de vivienda perteneciente a la familia de José Luis Robau) el Colegio no sufrió daños en su estructura.
El 10 de Abril de 1910 se inaugura este colegio de señoritas con el título de “Inmaculado Corazón de María” dirigido por las religiosas del Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús (Apostolinas). El Colegio se ubicaba en la calle Colón. Cuando deja de ser Colegio religioso, con las nuevas medidas tomadas por la revolución, continúa funcionando como escuela, y así se ha mantenido con el pase de los años, actualmente es el Semi-internado Jose Fuertes Jiménez.
La Educación Apostolina
Desde el principio el proyecto apostólico y la finalidad de la educación para esta congregación religiosa era la de formar jóvenes para la transformación de la sociedad. El objetivo fundamental de este colegio para señoritas era el de inculcarles la religión, ciencias, letras y otras asignaturas propias de su sexo. Acogían entre sus alumnas no solo aquellas que podían pagar la cuota mensual establecida, sino también a niñas que constituían casos sociales, las que eran llamadas pupilas; generalmente vivían fuera de la ciudad y se pasaban la semana semi-internas en el colegio.
En el Primer Capítulo de esta institución celebrado el 1ro de diciembre de 1914, fue elegida para el cargo de Superiora General la Madre Carolina Martínez, bajo la presidencia de Monseñor Pedro González Estrada, Obispo de La Habana. Su virtud y ciencia, unidas a sus extraordinarias dotes de gobierno, constituyeron causa bastante para tan meritísima distinción. Falleció en La Habana, el día 25 de Abril de 1930.
Grados Escolares y Asignaturas impartidas
Los niveles de enseñanza eran: Kindergarten, Pre-Primaria y Primaria, Primaria Superior y Segunda Enseñanza. Además el Colegio era interno y externo, y se impartían las materias de: Educación integral, Inglés, Música, Educación Física, Dibujo y Trabajo Manual.
Asociaciones que complementan la vida del Colegio.
En 1935 se crea la Asociación de Antiguas Alumnas del Colegio del Apostolado. El objetivo fundamental de esta asociación era el de mantener y renovar, a través del tiempo, las mejores relaciones. Dentro de las acciones que realizaban estaban la Escuela Dominical para obreras, enseñanza gratuita (por las propias asociadas) para las muchachas necesitadas que tenían que abandonar la escuela para trabajar. Esta escuela radicaba en el propio colegio. También en memoria de la Madre Eugenia Martínez, instituyeron el "PREMIO MADRE EUGENIA", consistente en un Pergamino que era entregado al mejor expediente del curso, pudiendo aspirar a él todas las alumnas del Colegio, desde el primer grado hasta el último de Bachillerato.
Vinculación con la Parroquia.
Aunque el Colegio funcionaba y era atendido por las religiosas existía una vinculación con la Parroquia y la presencia de un sacerdote, quien oficiaba misa en la pequeña capilla del Colegio, confesaba a las estudiantes y daba la comunión. El P. Eusebio Martín, Sacerdote Jesuita natural de Salamanca, llegó a Sagua La Grande el día 17 de Agosto de 1915. Fue capellán del Asilo de Anciano por más de 40 años, pero también era el confesor de las Madres y Alumnas del Colegio del Apostolado. Por su bondad inagotable y su santidad, fue profundamente admirado y querido en la Villa del Undoso.
Iglesia de la Inmaculada Concepción (Escuela Parroquial)
El Edificio.
La Iglesia Parroquial comenzó su construcción en el año 1856 y culminó en el año 1860. Constituye el exponente más representativo del estilo neoclásico en Sagua la Grande. Ha sufrido el inmueble más de una remodelación a lo largo de más de 140 años y ha sido objeto de numerosos estudios y escritos en ese período de tiempo. Se sabe que por los años 50 del siglo XX le fueron incorporados el zócalo y las rejas, las que se conservan en la actualidad. Si visitamos el templo, entrando por la puerta principal y a mano derecha, encontramos una tarja que hace referencia a los zócalos puestos así como la persona que contribuyó al financiamiento de los mismos.
Exteriormente en la actualidad continúan los trabajos de rehabilitación y conservación del edificio, cabe señalar la gran reparación del campanario que se encontraba en pésimo estado; y aunque la cruz actual no es la original debido al deterioro por el pase de los años de la anterior, la iglesia continúa conservando la original como testigo de la historia del Iglesia.
La Educación Parroquiana.
La Escuela Parroquial funcionó en esta Parroquia en la década del 40 del siglo XX, no se conoce la existencia de una escuela de este tipo anteriormente y mucho menos en época posterior. La figura representativa de esta escuela fue el Padre Hidalgo, sacerdote de la Parroquia por esta fecha y perteneciente a la congregación de los jesuitas.
A la escuela asistían solamente varones y fundamentalmente niños pobres cuyos padres no podían pagar la educación de sus hijos en aquellos colegios donde se establecía una cuota a pagar. Evidentemente la iglesia no podía asumir una educación tan variada y rica en materias como lo hacían los Colegios pagados, pues el presupuesto para gastos, incluyendo la contrata de profesores, no daba para mucho, máxime cuando una parte de los ingresos recibidos eran provenientes de los padres de los estudiantes que asistían a la escuela parroquial.
Grados Escolares y Asignaturas impartidas
Esencialmente los grados solo contemplaban la educación primaria, y las asignaturas: las elementales, posiblemente impartidas por escasos profesores.
Labor del Padre Hidalgo
El padre deseoso de mejorar la labor pastoral y educacional de la Parroquia y contribuir más con la misión que Cristo le encomendó de atención a los pobres, pidió recursos al Gobierno de turno en el país (Gobierno de Grau) y le fue concedido un presupuesto que facilitó la compra de 14 máquinas de escribir para la enseñanza de adultos de forma gratuita. No cabe dudas, manifiestan fuentes orales de la época, que el desarrollo de la escuela parroquial y la educación en la Iglesia Parroquial se vio muy favorecida y estimulada con la presencia del padre jesuita, tal es así que solo se tiene conocimiento del funcionamiento de la misma mientras el padre Hidalgo fue párroco de Sagua la Grande, la ida del sacerdote del territorio sagüero coincidió con la ida de todos los jesuitas y la venida posterior de otra congregación, que aunque si bien, se dieron a la tarea de continuar la labor educacional en el Colegio del Sagrado Corazón no motivaron la continuación de la Escuela Parroquial y establecieron en lugar donde esta funcionaba un Dispensario.
Otras escuelas y colegios del territorio Sagüero
Según datos bibliográficos de la época las escuelas y colegios que se listan a continuación no mencionan la presencia de clero católico dentro del claustro de profesores, o un vínculo directo de la Iglesia con la conformación de estos centros, sin embargo, los nombres de estas instituciones aluden a la presencia o vínculo con la religión católica en el territorio. Algunos ejemplos son:
• Santo Domingo, escuela municipal superior para varones, creada el 1ro de marzo de 1863, el templo de enseñaza más perfecto que pueda hacer gala Sagua, estuvo a cargo del que fue competente subdirector del famoso colegio El Salvador de Luz y Caballero, nos referimos al ilustre pedagogo cubano, verdadero intelectual y cubano de ideas avanzadas, D. Manuel Hernández Echerry, traído expresamente a la dirección de la escuela.
• El Santísimo Salvador, escuela pública de primer ascenso para varones. Creada en 1846. Maestro D. José Robles.
• Nuestra Señora de las Mercedes, escuela pública de primer ascenso para niñas. Creada el 14 de abril de 1857. Maestra Da Encarnación Hernández.
• El Espíritu Santo, escuela particular, fundada el 8 de enero de 1860, por el maestro Luis J. de Miranda. Profesor, Concordio Lalaude.
• Santa Isabel, escuela privada dirigida por D. Facundo González, 1863.
• Nuestra Señora de los Ángeles, escuela de primer ascenso para niñas, creada el 28 de mayo de 1864. Maestra interina Rosa Montalvo.
• San Fernando, escuela privada para varones, fundada el 24 de septiembre de 1866, por D. Manuel Hernández Echerry.
• San Francisco de Asís, escuela de primer ascenso para varones, fundada el 26 de agosto de 1872. Fue nombrado maestro José García Labiada, natural de Oviedo e inutilizado de la guerra, sustituido en 1876 al ser declarado incapacitado para el magisterio público.
• El Divino Maestro (Isabela), escuela pública de entrada, para varones, creada el 27 de septiembre de 1872. Maestro Miguel Ángel González, natural de Santiago de Cuba.
• Nuestra Señora de los Dolores (Isabela), escuela pública incompleta para varones. Creada el 28 de julio de 1874. Maestro Miguel C. Anido.
• El Sagrado Corazón de Jesús, academia mercantil nocturna, fundada en 1875. Profesores: José Hervás, Bachiller Morejón y José Luis Alcover.
• San Fernando, colegio de 1ra y 2da enseñanza, fundado el año 1877. Primero de su clase que hubo en Sagua. Director – fundador y propietario D. José Doménech y Sesé, licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad de Valencia, ex - regente de las clases de filosofía en el Seminario Sacerdotal de la misma ciudad y natural de Alicante. Este colegio se estableció en Cienfuegos de donde se trasladó a Sagua
• San José, colegio particular de 1ra y 2da enseñanza, fundado el 27 de agosto de 1884 por el Licenciado Juan de Melo, abogado y maestro y natural de Moya en Canarias.
• Santiago Apóstol, colegio particular de 1ra y 2da enseñanza y de 2da clase, fundado el 27 de agosto de 1884 por los Sres. Pascual Camps y Francoli y Santiago Fábregas y Calcines. En 1887 fue elevado a la categoría de 1ra clase por tener gabinetes de Física y Química y Mueso de Historia Natural.
• San José, escuela pública de entrada para varones, creada el 1ro de marzo de 1887, en diciembre nombran director a D. Enrique Formenti y Luis.
• El Sagrado Corazón de Jesús, colegio particular de 1ra y 2da enseñanza para señoritas, fundado el 20 de agosto de 1889 por la Srita. Rita Machín de la Sota, natural de Cifuentes, maestra de 1ra Enseñanza Elemental y Superior.
Las limitaciones de la educación católica son hijas de las circunstancias, en muchas ocasiones, de los criterios, enfoques y actitudes no plenamente evangélicos que Dios o la historia no permitió fueran superados. Es una pena que no existan fuentes documentales que recojan toda la historia de la educación católica en Sagua la Grande, y que la mayor parte de la información esté contenida en la memoria de los sagüeros que recibieron sus estudios en estos colegios o bien testigos de aquellos tiempos. Las posibles insuficiencias, errores de fecha o falta de información son propias de las distintas fuentes orales consultadas, las cuales inevitablemente se ven afectadas por el paso del tiempo y a veces, la imposibilidad de corroborarlas a plenitud.
Si no caben dudas, que esos años de educación, donde conjuntamente con las escuelas y colegios públicos y privados coexistían estos centros regidos por la Iglesia Católica en el territorio, fueron años muy satisfactorios, no solo por la calidad de la educación impartida, sino por la formación de valores y buenas costumbres que nunca mueren con el tiempo.
REFERENCIAS:
Antonio Miguel Alcover y Beltrán, Historia de la Villa de Sagua la Grande y su Jurisdicción, 1905.
Centenario Ignaciano 1556 – 1956. Revista.
La Biblia. Versión Popular. Segunda Edición. 1978
Constituciones del Concilio Vaticano II. Lumen Gentium, n. 8. 1961 - 1965
http// www.saguaeducacion.tripod/apostolado.html
Excelente el articulo Joel, te felicito.
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