domingo, 5 de junio de 2011

Reflexión de un padre en Junio.

Por: Yoel Rivero Marín
Próximamente seré nuevamente padre, criar una hija contituyó todo un reto, criar a dos se convierte en un desafío. ¿Cómo hacerlo correctamente?... ¿Cómo lograr que en el futuro sean seres humanos independientes, dignos, respetados por sus actos y por sus ideas, realizados y limpios de todas esas malsanidades que los agredirán a cada paso en la vida?... ¿Cómo ser el padre que ellos necesitan y saberlo precisamente ahora, no mañana cuando tal vez ellos me digan que me faltó algo?. Hago una pausa para pensar al respecto, una pausa en las presiones laborales, cotidianas, sociales e incluso en las familiares, una pausa para pensar en mis hijos y todo lo que ellos necesitarán de mi.
El padre constituye un apoyo importante, sobre todo emocional, para la madre, lo que provoca en esta y en su hijo seguridad y estabilidad emocional, es el regulador principal del proceso de desprendimiento del hijo como tercero excluido, es el que ayuda a que éste ocupe con el tiempo el espacio que le corresponde, el cual no está por encima de la madre, ni en el centro de la pareja, sino en la sociedad, elaborando un proyecto de vida personal. Esto constituye en las relaciones familiares actuales un serio problema no concientizado.
Desde que el ser humano vive en sociedad las grandes masas siempre fueron dominadas por su propia ignorancia, por no ejercitar su facultad de pensar, de emitir sus criterios y sostenerlos ante el pensamiento oficial de una minoría en el poder. Ejemplos existen por toda la historia, en todos los países, en todos los sistemas sociales, en todas las creencias, en todas las posiciones políticas. Incontables han sido las mujeres que han emitido su criterio en contradicción con el pensamiento de las clases o religiones dominantes, regidas por la cultura patriarcal, y han sido doblegadas o exterminadas; Juana de Arco, Hipatia, Casiguaya, la sagüera Evangelina Cossio, entra otras muchas. Este ejercicio de autoridad, me lleva a muchas reflexiones.
El autoritarismo en la familia, en cualquiera de sus formas influye negativamente en el proceso de socialización, tanto en el no respeto a la autoridad, a la legalidad, como propiciando el surgimiento de predisposiciones conductuales orientadas a la imposición, lo que constituye un freno para la formación democrática del ciudadano, formaliza en mucho su participación social, no constituye a la formación de valores esenciales del proyecto revolucionario cubano, limita la práctica del respeto al derecho ajeno, el consenso y la unidad.
Por qué las féminas desde que van creciendo no pueden decir lo que piensan sin temor, por qué no aceptar lo que piensan ellas sin recelo. La diversidad de criterios hace crecer a la sociedad. Decía José Martí que “En las repúblicas es un deber ejercitar todos los derechos”, y el de pensar y exteriorizar esos pensamientos es uno de los más importantes; aún cuando se emitan verdades difíciles de asimilar por quienes rigen los destinos. Esa libertad de opinar es imprescindible y no debemos cometer el error de limitarla.
La función que deben jugar los padres se distancia del rol que desempeñan. Dicha función esencialmente consiste en descubrir las necesidades básicas y las contradicciones fundamentales que en cada etapa de la vida de los hijos potencian su crecimiento saludable. Lograr esto implica conocer las características más importantes de cada una de las etapas del crecimiento, las crisis por las que atraviesan y contar con las herramientas necesarias que faciliten el desarrollo de los hijos y de los propios padres como seres autónomos, coherentes y protagonistas de su historia.
Otra certera afirmación del apóstol cubano nos aclara que “Si la educación de los hombres es la forma futura de los pueblos, la educación de la mujer garantiza y anuncia los hombres que de ella han de surgir”. Cuál es el futuro que dejo a los hijos de mi hija y a ella misma en su andar por la vida si le trunco su capacidad de expresión y esa doctrina sigue pasando de generación en generación. En sus palabras a los intelectuales cubanos en el año 1961 Fidel Castro afirmó: “Creo que cuando al hombre se le pretende truncar la capacidad de pensar y razonar se le convierte de un ser humano en un animal domesticado”. ¿Cuántos vagan por el mundo como corderos que repiten todo lo que se les dice y hacen cuanto se les manda, sin saber si está bien o mal, si es correcto o no, si se pudiera hacer mejor o de una forma más eficaz?
De acuerdo con la presión que el hijo ejerza en la búsqueda de independencia o separación, el padre deberá ir otorgándola, así contribuye a su orientación e indica el medio social, como el lugar donde han de resolverse las dudas relacionadas con los cambios de la sexualidad. Los padres deben confirmar el proceso de desprendimiento.
La problemática de género se expresa en pautas de crianza familiar que los hijos aprehenden, asumiéndolas como normales y sin cuestionárselas, lo que les provocan malestares e incoherencias.
Las relaciones entre hombres y mujeres se corresponden mayoritariamente con los patrones estereotipados y los tabús impuestos por la cultura patriarcal, que adjudica roles excluyentes y contrapuestos a unos y otras.
Frases como “un padre es alguien que enseña a amar a los hijos”, “ los educa y forma”, “se ocupa de sus estudios, relaciones, carácter, vocación”, explican por sí mismas la amplitud presente en la concepción de estos padres acerca de lo que es orientar. Resulta evidente que el ser orientador y guía en un discurso de estos padres tiene una fuerte carga ideológica.
No pretendo ni pretenderé nunca que mi hija se convierta en parte de esa masa amorfa que obedece a ciegas y callada. La célula fundamental de la sociedad es la familia y en ella buscaré desde este mismo instante que se convierta en una persona que piense y razone sin ser domesticada, pero que además también aprenda que debe escuchar a los demás.
Muy próximo estoy del día de los padres, ese que también nos merecemos... Muy próximo estoy del nacimiento de mi segundo hijo y solo un consejo llega a mi mente en este instante: Siembra, atiende el cultivo y tu cosecha siempre será valiosa.

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