lunes, 1 de octubre de 2012

Migraciones globalizadas. Sentimientos manipulados.

En febrero de 2005 el número de emigrantes ascendía en el mundo a cerca de 50 millones de personas, lo que significa que una de cada 115 personas de la población mundial se ha mudado de su lugar de origen, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Cuba no es el primer país que atraviesa un fenómeno migratorio. Millares de irlandeses emigraron a Estados Unidos a partir de 1846. Entre 1880 y 1910 ―treinta años solamente―, diecisiete millones de europeos entraron en Estados Unidos. A partir de 1820 alrededor de quince millones de sudeuropeos emigraron a América del Sur. En razón del tráfico de esclavos se calcula que diez millones de africanos llegaron a América.

Contrasta el recibimiento dispensado a los cubanos con la persecución de que han sido objeto los "wet backs" mexicanos que logran cruzar el Río Grande y son recibidos a balazos del otro lado de la frontera. O el duro tratamiento y la devolución masiva de emigrantes haitianos o dominicanos a su país. Si a cada expatriado latinoamericano se le hubiese dado la categoría de "freedom fighter", como se le hizo a los cubanos en la era de Reagan, no cabe duda de que Suramérica se hubiese vaciado en pocos años. En total, a fines del siglo pasado, los emigrantes del mundo sumaban nueve millones 145 mil 400 personas.
El mundo desarrollado se protege de los pobres. Las leyes antimigratorias dictadas en Estados Unidos, que tanto lesionan a los inmigrantes mexicanos, son similares a otras medidas que se están adoptando en Europa. Francia y España para protegerse de los magrebinos, Italia de los albaneses, Alemania de los turcos, Gran Bretaña de los hindúes y pakistaníes, etc. El desbordamiento demográfico del Tercer Mundo, los índices de desempleo, la precaria calidad de la vida impele a buscar, en otras tierras, la prosperidad que no logra alcanzarse en la propia. Pero la prensa mundial no habla o habla poco de todo ello.
Sin embargo un grupo de cubanos que se lanza al estrecho de la Florida para alcanzar esa prosperidad es inmediatamente proclamado con gran desenfreno de la prensa internacional como “las infelices víctimas del castrismo que huyen de la tiranía roja para alcanzar la libertad y la democracia”.
La emigración cubana es uno de los grandes capítulos de la manipulación informativa sobre Cuba. Para los grandes medios, los “espaldas mojadas” de México, o los “balseros” de la República Dominicana o Haití que tratan de llegar a Estados Unidos, son emigrantes económicos en busca del “sueño americano”. Los emigrados cubanos, en cambio, son exiliados que huyen de lo que se identifica como “régimen castrista”. En el primer caso las informaciones jamás mencionan el nombre del presidente del país de origen, ni culpabilizan al régimen político o económico vigente. En el caso de Cuba, sin embargo, es sistemática la mención del nombre de su presidente y la culpabilización al sistema socialista cubano del fenómeno migratorio.
En el año 2003, por ejemplo, emigraron 9 304 personas de Cuba a Estados Unidos, ocupando el 10º puesto en el continente americano en términos de emigración. Ese mismo año, El Salvador, con una población de 5 700 000 habitantes, dos veces inferior a la de Cuba, emitió tres veces más emigrantes hacia los Estados Unidos que Cuba. Pero ningún medio masivo señala al sistema imperante en El Salvador, o a su gobierno, como causa de la emigración.
Las condiciones económicas son las causas más generalizadas a la hora de emigrar a otro país. La emigración, es el desplazamiento de un grupo de personas o de un individuo de uno a otro país, ya sea de forma temporal o permanente. Aunque puede responder a muchos tipos de causas, la emigración, así como la inmigración, están normalmente originadas por la necesidad o deseo de alcanzar mejores condiciones económicas y sociales. La emigración forzosa y la aparición de refugiados son, en la mayoría de los casos, consecuencia de fenómenos como la guerra, el hambre, la intolerancia racial y religiosa, y la persecución política. La emigración es uno de los componentes básicos del cambio demográfico y, sin duda, el más difícil de medir y de analizar. Las fuentes estadísticas sobre este fenómeno presentan graves deficiencias, por dificultades que van desde su diferente conceptuación hasta la existencia de un flujo importante de migraciones irregulares o indocumentadas. Las dificultades de su análisis se centran en la tremenda complejidad de sus causas, que implican desde decisiones individuales respecto a los motivos de elección del punto de destino, pasando por la existencia de dificultades o facilidades geográficas o de transporte, hasta las políticas de acogida y rechazo de los países emisores y receptores. Se observa evidentemente, como se planeaba anteriormente,  que la actual es más baja y que el país de más alto nivel de emigrados cubanos es Estados Unidos por, además de toda la política que asumen para los cubanos; es este el país que se encuentra a solo 90 millas de las costas cubanas y la zona central es la más propicia para el intento de salidas ilegales que al final son las que más perjudican a la población. Se enmarcan las investigaciones a partir de los 90 por el inicio del período especial en Cuba, pero no podemos pensar que el problema es nacional, sino que es una situación mundial y de todos los tiempos.
Para el cubano y específicamente para el sagüero es un tema que adquiere una connotación muy particular, pues existe en Sagua la Grande una realidad objetiva: Las personas están emigrando constantemente, sobre todo de forma ilegal, y para aquellos que no pierden la vida en el mar o son repatriados, la vida no es tan sencilla como lo muestra el suceso político y comercial, al cual es al que únicamente la prensa se remite una y otra vez, dejando de ver al emigrante como un ser humano con los más complejos sentimientos. La vida del que emigra se ve envuelta en un alo de nostalgia y añoranza hacia la tierra que lo vio nacer, el lugar donde creció y donde tiene la mayor parte de sus recuerdos; y aún cuando se quiera rodear de las más diversas distracciones, tiene que afrontar tal hecho de forma positiva y consciente de la decisión tomada. Numerosas familias abandonan sus países de origen con la esperanza de encontrar mejores expectativas de vida.
El conflicto entre lo que se quiere y lo que vive realmente el que emigra, es difícil de mostrar, de imaginar, resulta imposible conocer el sentimiento que embarga al emigrado, descubrir cuán profundo cala la nostalgia y el desarraigo en él. Analizar este fenómeno sin atender todo el conflicto interno que se crea en aquel que ha decidido vivir lejos de la tierra donde nació, donde creció, donde se encuentra su familia, sus amistades, aquel que ha decido convivir con otras costumbres, otra cultura, incluso otro idioma, se torna en algo muy complejo.
En el caso de Cuba, la emigración hacia los Estados Unidos tiene en las últimas décadas motivaciones muy atípicas, pues va más allá de la propia decisión de cada persona. Se han creado un grupo de condiciones globales que generan un conflicto donde existe una única víctima, el ser humano. La nostalgia no es un patrimonio solo de los cubanos, pero por nuestra propia idiosincrasia nos afecta de manera más marcada. Además, en los medios de prensa de todo el mundo el fenómeno de la emigración de los cubanos ha adquirido connotaciones políticas exageradas y nadie realmente se propone descubrir qué siente aquel que emigra.
Este es un tema que se ha abordado en la emisora de radio local de Sagua la Grande por la afectación que presenta su comunidad, en un porciento más significativo para el poblado costero de Isabela de Sagua, donde se estima que al menos la mitad de los habitantes del mismo emigraron hacia los Estados Unidos, fundamentalmente por la vía ilegal. El primer espacio que abrió esta brecha informativa en el municipio fue el programa radial “El Olor de mi tierra” del cual la Licenciada Yusimí B. González Herrera. Directora de programación de la Radio Cubana expresó cuando preguntamos ¿Por qué no se hacen más programas radiales de este tipo en el país siendo un problema real? :
“Hay que ser creativos y de nada vale que exista la voluntad, cuando los propios realizadores, más allá de la censura, se están autocensurando y lamentablemente, no sé la causa real, pero no encontramos en los miles de realizadores del país aquello que realmente dé un cambio siempre hacia delante. En el caso de este tipo de programas con el tema de la emigración, sólo he escuchado 4 o 5 en Cuba con el rigor como para salir al aire, y así nada debe evitar que salgan, pero ¿Dónde podemos encontrar más?”(1)
 ¿La tierra tiene olor?...  Ese es un hecho que afirman muchos de los nacidos en Sagua la Grande que durante décadas han emigrado hacia otras partes del mundo.
 “La nostalgia y la añoranza cuando tienen mucha carga, cuando no sabes desconectar, no sabes salirte de lo que es ese bache te enferman, tu casa, tu familia, todo lo que te rodea, tus vecinos, el gato… Cuando no se desconecta y es tanto tanto, te enferma, eso fue lo que me pasó a mi…”  (2)
Para este espacio fueron encuestados más de 20 personas que se encontraban de visita en su ciudad natal, pero residían en otros lugares del mundo. Algunas no confiaron que pudiera ser transmitido por un medio de comunicación cubano, por la fuerte censura que existe alrededor del tema. También fue entrevistado un sagüero que después de vivir dos años en los Estados Unidos regresó a Sagua la Grande.
Desde hace más de 3 años comenzó en la INTERNET  un experimento que ha calado profundamente en la comunidad de emigrados sagüeros. Se trata de este blog www.saguaviva.blogspot.com  y su sitio en facebook. Aquí miles de sagüeros acuden a diario, comparten, existen en una realidad digital que han convertido en ese pedazo de tierra que les falta para vivir. Sus criterios son muy diversos, arremeten algunos contra el régimen imperante en la isla y el deterioro significativo que sufre su ciudad, pero la mayoría solo plasma su nostalgia, nostalgia inevitable del emigrante.
El impacto de Sagua Viva en la población de sagüeros residentes en los Estados Unidos, España y otros países es innegable. Sagua Viva sobrepasó las 125 mil visitas en el blog y los 3000 amigos de facebook, esto es una muestra del seguimiento de los sagüeros en el exterior, pues en un mundo donde se buscan informaciones más globales y se trabajan los titulares de los artículos mediante palabras claves, alcanzar estas cifras escribiendo solo de Sagua la Grande y de los sagüeros  es todo un reto. Los países más frecuentes en los contadores de visitas siempre han sido Estados Unidos, España, México, Canadá, seguidos también por Argentina, Venezuela, Chile, República Dominicana y Puerto Rico, concordando con las estadísticas existentes sobre el destino de las personas que emigran desde esta ciudad.
 “… te sientes que no estás en el lugar correcto, que tanto que luchaste para una cosa y que no es lo que tú querías en realidad. Esto es lo tuyo, es donde tu naciste, es lo primero que viste, donde te criaste y aunque hayas nacido en el polo, al polo tienes que regresar…” (2)
En este proceso migratorio no sólo se ve afectada la sociedad, la economía, la planificación de un territorio, o el ser humano que se mueve de un lugar a otro por sus propios intereses. En este proceso complejo también se ve afectada la familia, célula fundamental de la sociedad en Cuba.
En Sagua la Grande existen miles de familias disfuncionales, con la ausencia de padres, hijos, esposas o esposos, distanciados por las más diversas causas en este fenómeno migratorio tan peculiar.
No obstante la emigración crece, el ser humano tiende a convertirse en un individuo menos arraigado a sus costumbres, tradiciones, y cultura. Las emigraciones de forma general borran poco a poco en las personas el sentido de localidad y pertenencia a un lugar en específico, a una comunidad establecida, les hace alejarse de la historia y la cultura de su pueblo originario, les aleja de todo aquello que les recuerde quiénes son y cuáles son sus raíces, ese espacio comienza a quedar vacío y el vacio enferma. La única forma de evitarlo es llenando ese espacio con la mayor cantidad de mensajes que nos mantengan conectados con nuestra realidad, con nuestra comunidad. Con esa perspectiva se enfoca Sagua Viva como experimento cultural e idiosincrático.
“La tierra no es fácil, se extraña, es una de las cosas que más se extraña. Cuando yo me bajé del avión lo primero que hice fue quitarme las chancletas para tocar mi tierra, que era tierra cubana…”(2)

(1)- Palabras ofrecidas por la Licenciada Yusimí B. González Herrera. Subdirectora de programación de la Radio Cubana en la premiación del Festival Nacional de la Radio en Cuba cuando el programa “El olor de mi tierra” resultó ampliamente acogido por los especialistas del medio y premiado en dicha edición del certamen.
 (2)- Entrevista a Denis, sagüero que después de vivir 2 años en los Estados Unidos, regresó a Sagua la Grande con serios trastornos nerviosos, provocados por el desarraigo. Sus intereses de emigrar fueron de reunificación familiar, pero no logró adaptarse al cambio. Hasta el momento al municipio han retornado varias decenas de personas. Fundamentalmente personas de la tercera edad que no lograron adaptarse al cambio.

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