viernes, 30 de noviembre de 2012

Al calor de un nuevo festival de Radio la brasa se mantendrá encendida.

Estrechar manos en la casa de la amistad resultaba mi reencuentro público con el mundo sonoro de la radio, aun cuando nunca me había alejado verdaderamente de ella.  En el auditorio ya todos habían cumplido con los saludos de rigor, muchos no se veían desde hacía años, otros ya ni se recordaban y estaban hasta quienes se saludaban con recelo por esa competencia natural y cotidiana que embriaga a quienes se embisten con el título de artistas radiales.  Ya todo se dispone para el comienzo, de forma sencilla, la directora provincial de la radio en la provincia de Villa Clara asume su lugar ante los presentes para dejar inaugurado el Festival de la Radio en la región, de forma inmediata llega el plato fuerte, la escucha y el debate de las obras en concurso.
Dejo de un lado a Paulo Coelho, quien me mantuvo absorto toda la mañana, pero una de sus afirmaciones no se aleja de mi: “La brasa lejos del fuego, por brillante que sea, acabará extinguiéndose rápidamente”. Allí estoy, comienzan las escuchas, para mi beneplácito, aún cuando me acusen de chovinista, sentí un orgullo placentero pues el inicio fue escuchando obras de la emisora municipal de Sagua la Grande, varias viñetas sobre la historia local cautivaron a los presentes, un programa dedicado a la mujer provocó opiniones encontradas ante la postura y la estructura que planteaba, su realizadora es una joven con muchas motivaciones, XX era la radio que se necesitaba escuchar a diario en las emisoras. Luego llegaron las obras de la radio provincial, las loas no pudieron faltar, eso siempre ocurre, aunque para ser sinceros,  yo apuesto por las opiniones encontradas, pues hacen más provechosa la mañana. En la tarde llegaron los nuevos proyectos, una modalidad de concurso interesante, pero aún insipiente,  un joven abogado llamó la atención del público con su proyecto titulado “Sin perder el juicio”, sobre todo porque, como todos afirmaron, en Cuba nadie sabe de leyes y la Constitución de la República es una asignatura pendiente.  La noche fue de jolgorio,  de reflexiones y de radio y más radio en todas las conversaciones. El nuevo día trajo una nueva idea y el debate sobre aquello que llevamos a la red de redes se hizo interesante y me motivó alejarme del encuentro para compartir con mis lectores unos minutos, pero eso lo contaré mañana, pues debo sumarme al grupo de los que desean escuchar, de aquellos que desean compartir su fuego y su luz.

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