Cuentan que cerca del barrio de Guata, donde el río tiene
su mayor profundidad, en donde la naturaleza se revela
en todo su esplendor, la corriente se precipita en un hondo
charco que está habitado por un monstruo que devora a
todo el que se bañe en él, dejando como único indicio
un reguero de sangre en la superficie.Tomás Basail Serpa fue periodista, escritor, novelista y patriota sagüero, quien nació en esta ciudad el 23 de Diciembre de 1853 .
A los 16 años de edad, durante la guerra de 1868, fue preso por su agresividad patriótica en sus escritos. Conspiró con Martí en la junta re
volucionaria en los Estados Unidos, desempeñó importantes encomiendas con “Alfredo Figueroa”, “José Arcadio”, “Enrique Figueroa” y “Francisco Peraza”. El 25 de septiembre de 1895 desembarca en Sagua y es denunciado y preso en la fortaleza de La Cabaña y después deportado a la Isla de Pinos.
Al decir de los que le han visto, mezcla de hombre
y de mono; con garras muy poderosas, dientes afilados,
piel lustrosa sin pelo. También decían y aún hoy se dice,
que los jueves y viernes santos es cuando sale de entre
las aguas a calentarse al sol, y que persona que viera,
caía en sus garras para siempre.
Cuando termina la guerra regresa a Sagua. Fue administrador de la aduana de Isabela. Fundador del Partido Liberal en Sagua la Grande. Se muda para La Habana y dirige la aduana allí. Muere el 7 de agosto de 1916. Publica los libros: “En poder de los españoles”, “El océano selín” y “Estampas sagüeras”, en este último, publicado en 1910 es donde se habla del nombre Cocosolo, el Charco del Sábalo, y la formación del barrio La Gloria.
Aunque los años han pasado, de cuando en cuando
oímos esta leyenda narrada por algún anciano,
la leyenda del Güije.
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