jueves, 24 de abril de 2014

Murió el expelotero de las Grandes Ligas más longevo del mundo. El Guajiro de Laberinto.

Este miércoles 23 de abril (alrededor de la 1:30 pm) nos dijo adios uno de los símbolos más grandes del basebol de todos los tiempos: Conrado Marrero, el Guajiro de Laberinto, El Premier, o simplemente el más antiguo ex pelotero de Grandes Ligas que quedaba vivo en el mundo.
A solo 48 horas de cumplir 103 años, el otrora lanzador falleció en La Habana víctima de un infarto, después de estar varios días muy delicado de salud en su casa, comentó el nieto Rogelio Marrero a la prensa cubana.
Conocido como "Connie" en EE.UU., el exlanzador tenía 39 años cuando comenzó a jugar para los Senadores de Washington, en 1950.
Tras cinco temporadas, se retiró con récord de 39 victorias y 40 derrotas, con un promedio de efectividad de 3.67 carreras limpias permitidas.
Actualmente, el exjugador más viejo de las Grandes Ligas es Mike Sandlock, de 98 años, quien jugó con los Bravos de Boston, los Dodgers de Brooklyn y los Piratas de Pittsburg entre 1942 y 1953.
 Sagua Viva retoma parte de un artículo de la Revista Bohemia del 25 de Marzo de 2011
Con él aprendí a lanzar distintas bolas y a tener la noción de cómo se debe enfrentar cada situación en el juego. Conrado Marrero me enseñó todo lo que sé de béisbol y ojalá cada pitcher que empieza pueda tener a su lado a un Conrado Marrero". Braudilio Vinent
Algunos aseguran que fue uno de los lanzadores de mayor control en la historia del béisbol
Aquel guajirito de unos diez u once años observaba embelesado el desarrollo del improvisado piquete; eran nueve contra nueve y, en juego, esa rara cualidad criolla de siempre querer ganar hasta a las escupidas. No levantaba tres cuartas del piso pero, si la faena en el campo lo permitía, atravesaba la frontera de la finca El Laberinto para presenciar aquellos duelos, que fueron perdiendo la espontaneidad hasta convertirse en algo muy serio.
Con el tiempo a Delfín López, alias Cucho Polaina, se le ocurrió armar una novena en la finca, a la cual nombraron Los Tigres. Y concurrieron presurosos casi todos los jóvenes del lugar, entre ellos Conrado Marrero, que ya usaba pantaloncillos largos y tenía bigotes, aunque mantenía activas sus peregrinaciones beisboleras. Él probó fortuna en el campo corto y desafió las sinuosidades del terreno, hecho por ellos mismos a puros guatacazos. Ahí, y a mano limpia, aprendió a fildear.
Entre una cosa y otra, Polaina se autoproclamó pítcher estrella y casi inamovible… hasta el día en que los palos fueron tantos que, a la desesperada, echaron mano del torpedero, cuyo dominio de un raro envío, capaz de “jorobarse” en el aire, o los sacaba del apuro o los hundía. Lo había aprendido a tirar con naranjas. La improvisación surtió efecto. Marrero aguantó las embestidas rivales y a partir de ahí monopolizó la lomita.
Llegó tarde a la pelota amateur.
En el año 1938, con 27 años, a
parece
jugando para el equipo de la

Casa Stany
A partir de ese momento comenzó a forjarse la reputación del Guajiro de Laberinto, verdadero orgullo de la nación y parte indisoluble de la historia del béisbol en Cuba
Bautismo
Corría el año 1937 y en Isabela de Sagua requirieron de sus servicios. Una afamada selección, representante de la cienfueguera casa Stany y que jugaría en el campeonato de la Unión Atlética Amateur (UAA), se erigía como un valladar difícil de sobrepasar para los locales. Poco le importó el rango al Guajiro. Les propinó nueve ceros (1x0) ante la incrédula mirada del dueño del negocio, Ricardo Peñas de Armas, quien no desaprovechó la ocasión para convidarle a unirse al team sureño.
Adversidad

En Series Mundiales Amateurs (1939 al 42 y 44 al 45)
ganó 10 juegos, perdió cuatro y pro
medió 1,71
carreras limpias. En la gráfica junto al lanzador
venezolano Daniel Chino Canónico
-Olvidar la derrota contra el Chino Canónico (Daniel) es imposible. Fue un partido extra para decidir el Mundial de 1941. Se efectuó en el estadio La Tropical de La Habana. Los venezolanos me ligaron bien en las tres primeras entradas y nosotros solo pudimos anotarle una a Canónico. Esa tarde nadie le ganaba, además, jugaron muy bien en todos los órdenes.
“Del entusiasmo que reinaba en La Tropical aquello terminó parecido a una procesión mortuoria. Por suerte, al año siguiente, tomé desquite con lechada de 8x0 frente al propio Canónico”.
Conflicto

En la temporada 1946-47 tuvo su
primera experiencia en la pelota
rentada. Jugó para el club Oriente

en el campeonato organizado por
la Federación Cubana y que se
efectuó en el estadio La Tropical
Eso de firmar como profesional no entraba en sus planes. Le agradaba su condición. Pero la Unión Atlética Amateur (UAA) estaba empeñada en despojarse de los “impuros”. O sea, de quienes cobraran por sus servicios o jugaran contra peloteros rentados. La inquisidora y racista organización tenía que velar por la pureza de las prácticas atléticas, reservadas por regla a la aristocracia y la burguesía, los únicos que podían darse el lujo de renunciar a retribuciones monetarias.
En 1943 hirieron su orgullo al suspenderlo tras participar en un partido de exhibición en Camagüey. La gota que colmó la copa cayó en 1945, cuando volvieron a sancionarlo debido a su intervención en un choque benéfico a favor de la Sociedad de Color, en la localidad villareña de Santo Domingo. Aquella cacería de brujas le obligó a cambiar de opinión y dar el salto al béisbol profesional. No tuvo más alternativas…
Intransigencia
-Uno de los hermanos Pasquel quiso contratarme para jugar en la Liga Mexicana por 600 pesos más los gastos y me aseguró, de palabra, que aquel pacto sería por dos o tres años. Le pedí garantías para la siguiente temporada, es decir, firmar un contrato legal. Él respondió con altanería: “¡Estás equivocado!, hablas con un hombre de 50 millones de pesos”. Aquello me dio tanta soberbia que le dije que se guardara su dinero y no había más que hablar.
Inteligencia
El 30 de enero de 1947 jugó su primer partido en
la Liga Cubana Profesional.
Vistió el uniforme
del club Almendares y su rival fue el Marianao.
Lanzarle al fornido moreno de apellido Robinson formaba parte de la rutina del entrenamiento en su nueva casa, los Senadores de Washington de las Grandes Ligas estadounidenses. Casi siempre el veterano guajiro le tiraba lo mismo: bajita, rápida y por encima de home. Recibía como respuesta descomunales batazos. Pero la estadía del toletero en la capital norteña sería efímera porque estaba a préstamo.
Lo pasaron al Chicago y fue inevitable el encontronazo. Allá fue a lanzar Marrero y en medio del partido, con Robinson en turno, el mentor Bucky Harry visitó el box…
-A Robinson tírale alto, a la barba, sugirió Harry.
-¡Ooh! Si es así entonces hay que decirles a los jardineros que estén atentos porque va a dar un palo —ripostó Marrero
-Entonces, ¿cómo vas a pichearle?
-Bajo; sobre la altura de la rodilla.
-¡Nooo! Ahí si es verdad que va a matar a uno allá atrás.
-Si la bola es bajita y dura es probable que conecte fuerte porque saca bien el bate. Pero si es bajita, a media velocidad, él adelanta el swing, se mete debajo y conecta flaicitos. Varias veces en la práctica noté su debilidad.
Aquel diálogo desembocó en una sui géneris apuesta.
-¡Un tabaco a qué así lo sacó out! —confrontó Marrero a Harry
-Acepto —contestó el entrenador, que ni siquiera se había acomodado en el banco y ya su pupilo había dominado en elevado al cuadro al peligroso bateador. Después hubo otros dos tabacos y al final del partido, el manager del Washington le obsequió a su lanzador una caja de puros.
Magisterio

Debutó en Grandes Ligas con los Senadores de
Washington el 21 de abr
il de 1950. Cuatro días
después cumplió 39 años.
Tras su retiro el club Boston de Grandes Ligas lo contrató como scout. Con el advenimiento de la Revolución, le ofrecieron pagarle la salida hacia Puerto Rico junto con toda la familia y allí continuar su labor, pero él se negó y prefirió quedarse y ayudar a potenciar el béisbol amateur, que había sido reconceptualizado tras la eliminación del profesionalismo en la Cuba de 1959.
Y hasta los 87 años vistió de pulcro traje beisbolero sin rivales a quienes ponchar, pero rodeado de soñadores a los cuales les trasmitió sus amplios conocimientos y que en muchos de los casos alcanzaron la gloria de llegar al equipo mayor: el Cuba
. Orlando Figueredo, Braudilio Vinent y Ciro Silvino Licea, son algunos de esos ejemplos.
Educador

Trasmitió a las nuevas generaciones todos
sus conocimientos.
-Estando en Santiago me mandaron a buscar porque Vinent (Braudilio) había perdido varios juegos. Como tuvo problemas con la mujer, no paraba. Me preguntaron qué le pasaba y les dije que le preguntaran a él, aunque pensaba que la velocidad se le había ido por la entrepierna.
“Entonces le propuse a la gente del Inder que hablaran con Vinent para, si aceptaba, que fuera a vivir conmigo: trataría de aguantarlo. Él aceptó, pero le puse mis condiciones. La primera era que tenía que llegar a la casa antes de las nueve de la noche, después de esa hora no le abría la puerta. Siempre llegó temprano.
“Yo madrugaba y le llevaba el desayuno, luego íbamos a correr. Vinent no trotaba, corría mucho, era una bala. En lo que cualquiera demoraba 30 minutos, él hacía la misma distancia muchísimo más rápido. Al poco tiempo lo pusieron en tres juegos en una misma semana y los ganó todos”.
Estatura
Durante mucho tiempo circuló una historia que involucraba a Marrero y al mítico Ted Williams. “Lo que la gente dice es que lo ponché y le di la pelota para que me la firmara. Y que entonces él me dio un jonrón y me dijo: ‘Vete a buscar la otra para firmártela también’. Eso es un cuento”.
“El que lo ha dicho es... uno que es muy amigo mío... de Quemado de Güines, muy chistoso... Enrique Núñez Rodríguez. Eso lo dijo él, pero eso no es así. Williams siempre jaraneaba mucho conmigo, yo no le caía mal. A veces llegaba por la espalda y me cargaba de sorpresa y corría conmigo”.
Al enterarse Núñez Rodríguez de la entrevista de Granma al Premier, envió una crónica a la redacción del diario que fue publicada días después. Con ese humor y agudeza que lo caracterizaba, Núñez Rodríguez inmortalizó aquel incidente:
“La anécdota es tan simpática que merece ser verdad y la publiqué. […]. Alguna gente se me ha acercado para decirme que Marrero me desmintió,como queriendo insinuar que debo estar molesto por eso.
“¡Todo lo contrario! A mí me suena a música en los oídos su afirmación ‘El que lo ha dicho es... uno que es muy amigo mío... de Quemado de Güines...’ Ese mismo amigo que […] por encima de todas las glorias conquistadas confiesa sencillamente:
‘No me gusta vivir en Estados Unidos. Porque soy un guajiro cubano, aunque ya queden pocos guajiros, casi todo el mundo está en el pueblo; yo me siento guajiro’.”
Conrado Eugenio Marrero Ramos
NACIÓ: 25 DE ABRIL DE 1911
LUGAR: Finca Laberinto, Sagua la Grande, Las Villas
ESTATURA: 1,66 metros. PESO: 75 kilogramos
POSICIÓN: Lanzador. BATEA Y TIRA: Derecha
CAMPEONATO
EQUIPOS
JG
JP
INN
SO
BB
PCL
L
Liga Nacional de Béisbol Amateur
-Casa Stany Cienfuegos (1938)
-Cienfuegos Sport Club (1939-1945)
123
39
1455,1
1118
500
1,46
40
Series Mundiales Amateur
Cuba (1939-44
10
4
100,1
57
23
1,71
Federación Nacional de Béisbol Profesional y Liga Cubana de Béisbol Profesional
-Oriente (1946)
-Almendares (1946-1956)
-Mariano (1956-1958)
69
46
1070,1
495
310
2,49
15
En México
-Indios de Juárez
28
8
Liga Internacional de la Florida (AA)
Habana Cubans (1947 a 1949)
70
25
793,1
586
142
1,62
23
Grandes Ligas
Senadores de Washington (1950 a 1954)
39
40
735,1
297
249
3,67
7
Liga Internacional (AAA)
Cubans Sugars Kings
(1955 a 1957)
10
4
215
124
83
3,10
4
Lanzó cuatro juegos de cero hit, cero carreras. Sus víctimas fueron el Vedado Tennis Club (1942); Universidad de La Habana (1942); Miramar Yatch Club (1945) y Tampa (1947).
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