jueves, 4 de septiembre de 2008

Antecedentes de la música en Sagua la Grande

Lic. José Luis Pérez Machado, Director Museo de la Música.


Nuestra primera nota musical está relacionada con los antecedentes del proceso de surgimiento del arte musical de la villa que se remonta al período de la conquista y colonización con el tributo de dos componentes básicos: el africano y el hispánico estimulado por el desarrollo de la plantación azucarera en nuestro territorio a partir del primer tercio del siglo XIX lo que convirtió a Sagua la Grande en un núcleo económico y sociopolítico importante, sobre todo hacia los años sesenta de ese siglo.
Sin dudas, este momento histórico estuvo determinado por el arribo al poblado en la década de los años 1860 de una figura devenida padre de la historia musical saguera, me refiero al español de origen catalán Oriol Costa Sureda, precursor de los tres gérmenes decisivos de este proceso: La Academia “Aurora”, primer centro de instrucción musical en Sagua y uno de los pioneros la isla, la Banda de Conciertos y la creación de los Coros Catalanes que como Maestro de Capilla introdujo Costa Sureda en nuestra Iglesia Parroquial.
¿Por qué esta afirmación tan absoluta?
Con una sustanciosa y heterogénea composición étnico-cultural de una población con fuertes tradiciones musicales el surgimiento de la academia, la banda y el impulso a la música litúrgica en la parroquia fueron escenarios propicios para la instrucción, la ejecución y la promoción musical donde nuestro ancestros pudieron desarrollar sus inquietudes y aptitudes como instrumentistas o vocalistas y propiciar el consumo o apreciación de la más universal de las artes.
La academia fundada en 1860 como centro de enseñanza de escuela clásica europea fue el centro formador de un ejército de músicos, varios de ellos de reconocido virtuosismo como instrumentistas, compositores y directores de agrupaciones y academias. Hacia 1888 nació la banda de concierto con elementos españoles primero, acriollándose después, esta agrupación creada pos los Maestros José Márquez Meyer y Costa Sureda además de su labor de promoción de la música de concierto en presentaciones públicas ejerció función pedagógica para aquellos sagueros menos afortunados imposibilitados de pagar estudios académicos, así surgió el movimiento de educandos que a pie de atril aprendían al lado de los titulares lo más elemental y necesario hasta lograr ejecutar los instrumentos, sin dudas la banda contribuyó a engrosar este movimiento de música y músicos en Sagua.
No menos importante fue el rol desempeñado por los coros catalanes que funcionaban en nuestra parroquia formados por poderosas voces masculinas y femeninas que interpretaban exigentes piezas del repertorio litúrgico-clásico universal y posteriormente criollas: Ave Marías, salmos, misas, motetes, villancicos interpretados para el consumo de numerosos feligreses.
Es obvio que estos tres fenómenos imprescindibles en nuestra historia musical requieren que nos adentremos mayor tiempo en ellos, para conocer sus protagonistas y la impronta que dejaron en el patrimonio musical de nuestra ciudad, en mis próximas visitas abriremos las puertas de la vetusta academia “Aurora”, visitaremos la centenaria banda de concierto y estaremos muy cerca de aquellos originales coros catalanes.

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