El hombre de los pueblos y barrios siempre fueron objetos de leyendas y anécdotas. Ejemplo es el origen que se le atribuyo a Coco Solo (Barrio sagüero).
Cuentan que hace muchos años este barrio que hoy está poblado, estaba desierto y la única casa que existía estaba habitada por un solo hombre y su único compañero: Un gallo a quien llamaba Coco. Cuando el hombre iba a su trabajo se quedaba el gallo solo y dicen que en una de las ausencias del dueño pasó por allí un amigo de éste quien al ver el gallo le dijo, ¡Pobrecito Coco, solo! Y así fueron conocidos en lo adelante el gallo y la casa al pasar el tiempo cuando se empezaron a construir casas por los alrededores, para dar la dirección se decía: Sabes, al lado de Coco Solo. Con lo que el barrio le queda el nombre. Hoy el Barrio de Coco Solo alberga a más de 5 mil sagüeros y se mantiene creciendo, aún cuando los años 90 frenaran este proceso que promete convertirlo en otro de esos grandes barrios de Sagua la Grande. Otros Gallos cantan hoy en Coco Solo y al pasar por el barrio, como lo hago habitualmente en mi bicicleta, los escucho dar música a la cotidianeidad de la gente que allí habita.
Cuentan que hace muchos años este barrio que hoy está poblado, estaba desierto y la única casa que existía estaba habitada por un solo hombre y su único compañero: Un gallo a quien llamaba Coco. Cuando el hombre iba a su trabajo se quedaba el gallo solo y dicen que en una de las ausencias del dueño pasó por allí un amigo de éste quien al ver el gallo le dijo, ¡Pobrecito Coco, solo! Y así fueron conocidos en lo adelante el gallo y la casa al pasar el tiempo cuando se empezaron a construir casas por los alrededores, para dar la dirección se decía: Sabes, al lado de Coco Solo. Con lo que el barrio le queda el nombre. Hoy el Barrio de Coco Solo alberga a más de 5 mil sagüeros y se mantiene creciendo, aún cuando los años 90 frenaran este proceso que promete convertirlo en otro de esos grandes barrios de Sagua la Grande. Otros Gallos cantan hoy en Coco Solo y al pasar por el barrio, como lo hago habitualmente en mi bicicleta, los escucho dar música a la cotidianeidad de la gente que allí habita.
Saludos, Yoel. Siempre son entrañables y curiosos los origenes de cualquier lugar, en este caso hermoso.
ResponderEliminarComentario regalado por correo y aquí está:
ResponderEliminarApenas me di cuenta que podía contactarte a través del correo electrónico.
Ha sido un gusto poder leer el Blog la información me parece interesantísima y bueno más que todo creo que para los que tienen acceso al internet es una forma de mantener viva la historia de nuestra pequeña ciudad.
Un saludo,
Erick