Un saguero de excepcional sensibilidad intelectual y humana lo fue Manuel Gayol Fernández. Nacido el 21 de febrero de 1906 en una casa que hacía esquina con Solís y J. Varona, lugar donde en la esquinan opuesta la familia poseía un tren de lavado. Por esa zona correteó en su infancia nuestro querido Gayol. Debido a una sólida formación, Manuel Gayol llegó a ser poeta, ensayista, orador, abogado, notario público, pero las dos pasiones de su vida fueron la familia y la pedagogía.
En 1927 obtuvo su título en Derecho Civil y en 1929 el de Filosofía y Letras, ambos en la Universidad de la Habana.
En 1936, preocupado por la educación de las nuevas generaciones de sagueros fundó el Instituto Superior de Segunda Enseñanza den los altos del hoy Museo Histórico, centro docente que dirigió durante ocho cursos. En 1945, se le hizo un homenaje por esa fructífera labor.
En 1937 graduó a los primeros bachilleres de Sagua en un sentido acto efectuado en el Teatro Principal. En 1948 escribe el Himno del Instituto, pieza poética que constituye un llamado de alerta a los estudiantes hacia el valor del saber.
De sus aulas salieron graduados estudiantes que alzaron luego renombre a nivel nacional, tales como Mario Rodríguez Alemán, Raúl Cepero Bonilla, Enrique Núñez Rodríguez, José Felipe Carneado, entre otros.
Pero su gran aporte a la cultura nacional y a todo el mundo hispanohablante fue sin dudas su Teoría Literaria, obra de la cual se hicieron numerosas ediciones, convertida en texto de obligada consulta más allá de nuestras fronteras.
Esta fue una obra empeñada en enseñar a hablar y escribir correctamente el idioma español “La idea se asimila mejor si llega bien escrita”
Fue Gayol un gran defensor del idioma, criticó severamente los atentados contra el bien decir, la vulgaridad y la chabacanería “Es decepcionante escuchar a un pueblo hablando mal su idioma” “Vergonzoso signo de pobreza mental y espiritual”.
Hoy Gayol estaría muy molesto si escuchara hablar a muchas personas en la calle.
El reconocimiento a su grandeza profesional fue avalado con las v isitas que realizaron a Sagua don grandes de las letras, Federico García Lorca y Gabriela Mistral en 1930 y 1940 respectivamente.
Después de vivir una vida ejemplar muere en Sagua un 26 de julio de 1987.
Bien merecido el homenaje que le rindió en Sagua en el 2006 la Licenciada Liliana Gutiérrez en el centenario de su natalicio.
En 1927 obtuvo su título en Derecho Civil y en 1929 el de Filosofía y Letras, ambos en la Universidad de la Habana.
En 1936, preocupado por la educación de las nuevas generaciones de sagueros fundó el Instituto Superior de Segunda Enseñanza den los altos del hoy Museo Histórico, centro docente que dirigió durante ocho cursos. En 1945, se le hizo un homenaje por esa fructífera labor.
En 1937 graduó a los primeros bachilleres de Sagua en un sentido acto efectuado en el Teatro Principal. En 1948 escribe el Himno del Instituto, pieza poética que constituye un llamado de alerta a los estudiantes hacia el valor del saber.
De sus aulas salieron graduados estudiantes que alzaron luego renombre a nivel nacional, tales como Mario Rodríguez Alemán, Raúl Cepero Bonilla, Enrique Núñez Rodríguez, José Felipe Carneado, entre otros.
Pero su gran aporte a la cultura nacional y a todo el mundo hispanohablante fue sin dudas su Teoría Literaria, obra de la cual se hicieron numerosas ediciones, convertida en texto de obligada consulta más allá de nuestras fronteras.
Esta fue una obra empeñada en enseñar a hablar y escribir correctamente el idioma español “La idea se asimila mejor si llega bien escrita”
Fue Gayol un gran defensor del idioma, criticó severamente los atentados contra el bien decir, la vulgaridad y la chabacanería “Es decepcionante escuchar a un pueblo hablando mal su idioma” “Vergonzoso signo de pobreza mental y espiritual”.
Hoy Gayol estaría muy molesto si escuchara hablar a muchas personas en la calle.
El reconocimiento a su grandeza profesional fue avalado con las v isitas que realizaron a Sagua don grandes de las letras, Federico García Lorca y Gabriela Mistral en 1930 y 1940 respectivamente.
Después de vivir una vida ejemplar muere en Sagua un 26 de julio de 1987.
Bien merecido el homenaje que le rindió en Sagua en el 2006 la Licenciada Liliana Gutiérrez en el centenario de su natalicio.