miércoles, 8 de octubre de 2008

Iglesia de la Inmaculada Concepción de Sagua la Grande.

Por Yoel Rivero Marín.
Todos aquellos que viven en la villa del Undoso en muchas ocasiones olvidan el valor arquitectónico e histórico de sus edificaciones, la rutina los hace pasar cotidianamente por cada esquina y seguir de largo sin reparar detalles que pueden sorprender a todo aquel que llega a la ciudad desde cualquier lugar de Cuba o el Mundo. Una de las construcciones que más identifica a la ciudad de Sagua la Grande es su iglesia parroquial. Ubicado en el centro del parque “La libertad” este templo fue inaugurado el 19 de febrero del año 1860 . La primera piedra del mismo fue bendecida y colocada el 2 de febrero de 1856. Su ejecución fue llevada a cabo por petición de Don Joaquín Fernández Casariego que, junto a otros vecinos de la Villa, constituyeron su Junta Parroquial en 1850. Diseñado por un ingeniero belga de apellido Couspiere que lo ejecutó, tuvo un costo de 65 000 pesos y posee tres naves. Trabajos en maderas preciosas del país tanto en confesionarios como en los altares dan vida a esta majestuosa obra. El altar el mayor es de mármol y alza la imagen de la Inmaculada Concepción. Posee un campanario con cúpula rematada por una torrecilla. Sus fachadas laterales tienen sendas puertas de hierro y ojos de buey a todo lo largo. La fachada principal muestra dos puertas laterales de hierro y una principal del mismo material decorada con motivos religiosos, un frontón tetrástilo con capiteles dóricos que contiene el relojel cual ha sido reparado en varias oportunidades y aún con su edad ha mostrado que puede seguir dando la hora a los habitantes de la villa.  Está protegido el acceso principal por la cerca de hierro decorada que posee una puerta para acceder al portón principal. El templo es objeto de trabajos de rehabilitación con vista a otorgarle nuevamente su belleza original.
El sagüero sigue su vida guiada por las campanas de esta iglesia que constituye otra de esas reliquias que guardamos en la ciudad para  las futuras generaciones y para todo aquel visitantes que aún  pretenda en sus viajes encontrar un lugar de ensueños, una ciudad de todas las épocas y con muestras de infinidad de estilos arquitectónicos.

Fuentes:
1-Delbert García Mario O, Presencia Histórica de la Iglesia en la Educación Escolar en Sagua la Grande: Recopilación histórica evolutiva de los centros de enseñanza católicos de Sagua la Grande.
2-Alcover y Beltrán, Antonio M. Historia de Sagua. 1905.

1 comentario:

Maykel dijo...

Yoel, la mayoría de los sagüeros ni se imagina la joya que es esta iglesia. Para el arquitecto Joaquín Weiss -autor de una "Arquitectura colonial cubana" en tres tomos- es un exponente cimero del neoclasicismo en los edificios religiosos para todo el catálogo insular. La singularidad de la iglesia y de cada uno de sus elementos decorativos está lejos de haber sido establecida definitivamente. A veces nos conformamos con repetir lo consabido, sin embargo, la investigación todavía nos depara sorpresas. Te cuento: hace poco, mientras revisaba una publicación católica habanera del siglo XIX, descubrí que la inmaculada del altar mayor, una pieza escultórica de líneas barrocas, se la debemos al maestro más importante del barroco sevillano tardío, Pedro Duque Cornejo. La estatua fue adquirida por la Junta Parroquial en 1859 y ninguno de los historiadores de la iglesia -Alcover o Rosa María Ramos- conoció el verdadero origen de esta obra maestra. Con respecto al óleo del baptisterio, también hay mucho por decir...
Me he extendido, pero sólo para decirte que los sagüeros hemos vivido mucho tiempo al margen de nuestros tesoros artísticos e históricos, y ya es hora de que les otorguemos el aprecio que merecen, mucho más cuando la ciudad aspira a hacerse nombrar monumento nacional.
Un abrazo.
Nos leemos..