martes, 24 de noviembre de 2009

MISTERIOS DE UN CUADRO.

Por: Alberto González Rivero
Una sagüera que pidió el anonimato, donó un famoso cuadro a la Iglesia Católica, inaugurada el 14 de febrero de l860 por real decreto de Isabel Segunda.
La pintura se exhibe en una de sus paredes, a la derecha del altar del templo, y tiene un particular enigma.
En el interior hay ventanales que parecen claraboyas, iluminando los motivos religiosos. Y, en las afueras, encontramos el frontispicio, el reloj y el campanario que toca a rebato a sus devotos.
El autor de la obra fue el holandés Jos Correns, pintor de estílo flamenco, y la técnica utilizada es magistral: da la sensación que la vertiente del río es de una transparencia celestial, y el pie de Cristo se introduce en el agua con un realismo conmovedor.
En el acto de colocación de la primera piedra de la tercera iglesia (en el orden de creación de éstas) fue enterrada una caja de metal que contenía periódicos, monedas y otros objetos de la época.
Las circunstancias en que este cuadro fue robado en Europa, convierten en leyenda y rodean de misterios la donación de la joven de esta localidad.

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