lunes, 31 de diciembre de 2012

La Múcura en el primero de enero del 59

La múcura está en el suelo mamá no puedo con ella
Me la llevo a la cabeza mamá no puedo con ella
La múcura está en el suelo mamá no puedo con ella
Me la llevo a la cabeza mamá no puedo con ella 
Me cuenta Eliseo, un anciano muy lúcido y con una memoria envidiable, que fue locutor de la CMHA en Sagua la Grande , que en el bayú de la ribera del río existía una señora, una de las prostitutas más baratas del lugar, inquieta, vivaracha y de pequeña estatura,  que al triunfo de la revolución de Cuba,  fue la primera mujer de la Villa del Undoso que se lanzó a las calles para celebrar aquella victoria.  A sus 81 año Eliseo no escatima detalles para  describirme a la Sagua de los años 40 y 50 y aquellos momentos los recuerda con especial nitidez, mucho más cuando me habla de “La Múcura”, pues veo en sus ojos un brillo distinto, pudiera decir que hasta juvenil.

La cena de fin de año

Ya me preparo para mi cena de fin de año y durante algunos momentos de reflexión, tan necesarios por estos días realicé un balance del año y de forma inevitable me detuve en la economía, economía personal, familiar y esa que está más allá de mi entendimiento y control.
El mundo económicamente caníbal preocupa a muchos en el comienzo de un nuevo año, y en lo particular me preocupa que nos alcance a su acelerado paso, en un momento en el que una pirámide invertida de valores nos sojuzga desde la raíz. El éxodo hacia una política con sólida esencia económica socaba mi cotidianidad y pone en peligro importantes sueños sociales por los cuales se luchó durante décadas.  Mientras esperaba para comprar algunos productos para esta añorada cena,  conversaba en la cola con dos amigos, uno, “negociador por cuenta propia” que durante toda su vida ha tenido grandes oportunidades para engrosar el bolsillo sin mucho esfuerzo, el otro,  un sagüero, apasionado del séptimo arte, que lleva 10 años viviendo en los Estados Unidos.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Reflexión de año nuevo

Llega el último mes del año y, conforme nos acercamos a sus días finales, el ambiente nos va llevando a un estado anímico muy especial.  Algo flota en el aire y estamos más receptivos a nuestro entorno y a nuestro interior.  Parece inevitable hacer un alto en el camino y revisar las acciones  de los meses vividos, pero también es casi ineludible adelantar la mirada a lo que vendrá, con todas sus posibilidades y todas sus intenciones.  Pero de repente ya no es el fin de año el que estamos viviendo, sino un anticipado año nuevo que, deslumbrante, nos brinda la oportunidad de volver a empezar y volver a intentarlo.  Entonces agolpamos nuestra energía en plantearnos, por enésima y optimista vez, nuestros propósitos de año nuevo.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Mensaje de Sagua Viva para el 2013

Parece que fue ayer, dice parte de una canción del mexicano  Armando Manzanero;  estribillo repetido cada vez que nos sorprende la culminación del año.   Parece que fue ayer que despedíamos al 2011; hoy lo haremos con el 2012. Todos sabemos que hay muchas formas de despedir al año viejo, y cada uno en casa tiene la suya muy particular, se queman muñecos de tela, se lanzan cubos de agua a las calles, se escuchan los voladores, se sale a las calles a felicitar y saludar a todos los que nos rodean, sean o no personas con las que hayamos pasado un año muy agradable. El fin de año es un momento de felicidad.  Cada fin de diciembre se ha repetido  y se sigue repitiendo todo este ritual.  Mientras tanto nos abrazamos, hacemos promesas de enmienda,  danzamos al estilo apache alrededor del fuego ; y,  sobre las últimas cenizas,  brindamos porque el   año que arriba, traiga a nuestras vidas   el anhelado cambio. 

jueves, 20 de diciembre de 2012

La limpieza de fin de año quedó inconclusa.

Por: Yoel Rivero Marín.
Llega el fin de año y siempre tenemos esa costumbre hogareña de poner todo en su lugar, de limpiar, de deshacernos de todo aquello que ya no es útil, que puede constituir un estorbo en los rincones más impenetrables de la casa. Ayer me dediqué un poco a recoger guiones, papeles llenos de anotaciones ya inservibles, cartas viejas y fotos familiares, esas que a mi mamá le gustaba mucho guardar y que ahora cuido con recelo como albacea familia. La tarea de recoger el closet la evadí todo el año; pero esta vez no podía hacerme el desentendido y dejarlo para otro día. 
Quité todo de una vez para facilitar la faena. Al ir limpiando cada grupo de retratos y papeles, me encontré nuevamente con una foto de mi mamá que a decir verdad, merecía estar mejor cuidada, tal vez en un cuadro, que tanto a ella le gustaban. Me imagino que ella tendría unos 25 años en ese tiempo. Sin embargo, la calidad de fotografía blanco y negro de aquellos tiempos, ha permitido que la foto parezca que fue tomada recientemente. La saqué del paquete  y la trasladé a un lugar mucho más protegido que permitiría resguardarla del paso del tiempo y sus cómplices, junto a ella  había un retazo de papel, con el siguiente escrito:

“ Que el mundo piense de mí lo que quiera. Ese es asunto de ellos. Si me han de juzgar, bien o mal, es su derecho. Mi deber es actuar con rectitud... como si la vida fuera justa, como si la Patria fuera agradecida, como si el porvenir nos debiera la victoria, como si los hombres fueran buenos.”

domingo, 16 de diciembre de 2012

Entre muros y puentes.


Aquel que construye puentes
está tendiendo las manos
al que está en la otra orilla
pues todos somos hermanos

Construye puentes
derriba muros
los puentes unen
muros desunen
Por: Yoel Rivero Marín
Hace ya 20 años, cuando estudiaba en la capital de Cuba, descubrí  que aún, cuando existían en la isla 14 provincias y un municipio especial, el país estaba dividido solo en tres partes: Oriente, Centro y Occidente. Llegaba a la universidad y recuerdo aquel primer día, cuando en una acera nos hicieron esperar  las asignaciones de hospedaje, casi instintivamente todos ocupamos una posición natural.
Los estudiantes de las provincias orientales a un lado, (un muro)  los de occidente al otro (un muro)  y yo, simplemente en el centro,  sin entender nada, incluso hasta las palabras muy peculiares de cada región.  Miré a un lado y al otro y he demorado 20 años en comprender la realidad que se mostraba de forma evidente, algo que escapa de la identidad regional.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Un Concierto por el Bicentenario que me sorprendió de muchas maneras.

En la tarde de este lunes 10 de diciembre me llené de orgullo como padre y como sagüero en un concierto que ofrecieran los alumnos de la Academia de Música “Antonino Fabre Ruedas” en el Museo de la Música “Rodrigo Prats”, que desde las 4 de la tarde y durante una hora deleitó a todos los presentes.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Impresionados sagueros con mural pictórico

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 Por: Bárbara Fortes
El mural impresiona  y transmite una alegría espiritual inmensa. Atrás quedó el espacio vacío, mudo, para transformarse en un rinconcito querido y admirado por los sagueros que en el ir y venir, hacen un alto y  se detienen a contemplarlo. Manos amorosas, dejan sus huellas con dibujos que  recrean la arquitectura en madera, la inventiva en busca de soluciones al transporte  y muy empinadas, se enseñorean varias palmas con sus penachos verdes  que  reafirman nuestra cubanía.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Bicentenario de Sagua, primera mirada en video.

Actividades por el Bicentenario este  8 de diciembre en Sagua la Grande en  horas de la mañana. Actividades en el parque "La Independencia", desfile por la ciudad, develación de la tarja que confirma al casco histórico de la Villa del Undoso como Monumento Nacional, homenaje a Wifredo Lam en el 110 aniversario de su natalicio y la debelación de un busto en la plaza que lleva su nombre por el artista plástico cubano Alexis Leiva, Kcho.

jueves, 6 de diciembre de 2012

La aldea a flor de agua tras el lente

Como Atenas tuvo su Pireo, Sagua la Máxima tiene su Isabela, que es su puerto todo el año, su balneario en la canícula.

 He aquí un caserío flotante , de doscientas casas y dos mil almas apenas. Al centro mismo del villorrio, como en Sagua, hay un parque; y en él y junto a él, la iglesita y el círculo local.. Siempre está conjunción clásica, racial, del misticismo y el ánimo de esparcimiento.
 Pero aún quedan, en las márgenes de esa zona civilizada, flecos de pintoresca marinidad. Carrilera arriba, se llega pronto a la  costa calcinada, áspera y monda. Algunas palmeras flacas crecen en haces de troncos finos y retorcidos, como las de los árabes y bereberes. El declive hacia el mar esta solado de menú conchas y caracoles blancos. Unos cangrejillos minúsculos y pardos, con su tenacita plegada o ridículamente agresiva, inician torpe fuga despavorida al crujir de nuestros pasos sobre la arena. Férreos despojos de la brega costeña, jarcias resecas, esqueletos de botes erizan la ribera aquí y allá. Tres un recodo, hacia el puerto, asómanse las casuchas de madera, construidas sobre un espeso enrejado de gordos puntones, verdosos y encostrados, entre los cuales chapotea el agua de los bajíos. Una singular  sensación de juguetona audacia suscitan esas estructuras a flor de agua. Sin demasiado esfuerzo imaginativo, se piensa en las descripciones del Nipón lejano, con sus arrozales, sus bambúes, y sus tabiques de papel. Loti, Lafcadio Hearn, Carrillo, reviven íntimamente en el recuerdo.
 Estas casas sobre la haz del mar se enlazan unas con otras por medio de temblones puentecillos, dos, tres tablas apenas. Bajo de ellos, como en Venecia, el agua está interesante y maravillosamente sucia, como para inspirar literatura… Botes ruinosos se balancean calladamente. Movedizos ramajes submarinos, entre los cuales pululan (darwinísticamente imprecisas) las jaibas, prestan al fondo una actividad misteriosa. Al remate de los colgadizos, los chicos completamente desnudos se bañan con estrépito, dánse panzazos heroicos, evocan a Sorolla; pero el sol aquí es más blanco y reverbera a lo lejos, entre las goletas, como en un hervor de platino.
 Estas otras son las viviendas estivales de las gentes acomodadas, que medran en la Isabela todo el año o bien vienen del interior  al despuntar la canícula.  Un olorcillo a brea y marisco las envuelve con el aire salutífero. En la distancia radiosa se perfilan las siluetas de los cayos, adonde estas gentes felices van, domingueramente, a hartarse de alegría ingenua, de ostiones y de agua salada.

Imágenes tomadas por el fotógrafo de Sagua la Grande Marcelo Aday
Crónica de Jorge Mañach

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martes, 4 de diciembre de 2012

Mambises en Sagua la Grande

General José Luís Robau

Juan de Araoz

Cuerpos de José Sánchez Jorro (El pelón) y sus compañeros asesinados y macheteados.

Emilio Núñez

Jefatura de la Brigada Sagua

Mambises de la Brigada Sagua

Mambises en  1902

Ricardo Pocurul

Imágenes de una ciudad que creció en el borde de un río.

Cuando no teníamos puente, tras la crecida que se llevó el puente de madera a finales del siglo XIX todo pasaba de una margen a otra gracias a este andarivel.

La Iglesia de los Jesuitas aún no tenía su cúpula actual.

Primera imagen de la ciudad de Sagua la Grande. Un grabado de los años 30 del siglo XIX

Vista desde el río al barrio San Juan en Sagua la Grande a finales del siglo XIX

Fotos de Sagua la Grande desde el aire.

Fotografías de Sagua la Grande tomadas desde el aire por el piloto sagüero Luciano Fariñas.