lunes, 28 de febrero de 2011

Prostitutas de la prensa.

Por: Yoel Rivero Marín.
No acostumbro a replicar dentro de mi sitio, y mucho menos a dedicar tiempo al papel carbón, pero en este caso me tomo la libertad para compartir algunos puntos que en su artículo del 21 de enero del 2011 publica Sagua Muerta bajo el título “Una cosa es Visitar y otra es Regresar, no es lo mismo Tolerarse que Amigarse”, donde en una primera versión acusa a los que hacemos blog desde Sagua la Grande de ser "Prostitutas de la prensa". Qué triste Don Pepe, para su conocimiento, responderle con las palabras que una salsosa coterranea me dijo un día, cuando alguién la acusó de prostituta: "Protituta es a quien le pagan para acostarse con alguien, a mi no me pagan, yo lo hago con gusto". ¿Al Pepe no le pagan por hacer Sagua Muerta?
Amistades tengo muchas, “afuera” sobre todo, pues mis mejores amigos se han alejado y no han dejado de ser mis mejores amigos, con ellos no necesitaré amigarme nunca, porque esa es una categoría que irrespetaría nuestra relación. Nunca estuvo entre nosotros condicionada la amistad por los intereses personales y ahora no la condiciona ni la distancia ni las irracionales opiniones ambos lados del río.
Las nuevas generaciones de sagüeros son jóvenes, pero la ingenuidad no es precisamente una de sus características. Esta nueva generación no piensa en borrón o cuenta nueva o vieja, no invierte su tiempo en criticar caminos y destinos ya tomados, conoce lo malo y lo bueno de todo y aprende de todo para caminar y buscar su destino.
La historia no significa ni borrar, ni agregar. La historia no significa que la escriban unos u otros. La historia es una sola y los años la plasman en su justo lugar. Es esa historia que ha hecho que Antonio Machín, Jorge Mañach, Joaquín Albarrán, Wifredo Lam, Enrique Labrador, Manuel Gayol y muchos otros que decidieron alejarse de su tierra sean glorias de esta ciudad. Es esa historia que hoy cae en manos de los jóvenes, que no pretendemos coquetear con ella, ni ser los nuevos descubridores de Sagua la Grande. Queremos ser justos con el pasado y mostrar a los sagüeros de hoy cuán gloriosa ha sido esta tierra donde nacimos todos. Agradecemos a quienes nos antecedieron en esta labor, nos apoyamos de sus trabajos y aún sin el pretendido absurdo de convertirnos en historiadores, estamos orgullosos de Sagua y tal orgullo nos permite con soberano respeto mostrar a los sagüeros de aquí, a los sagüeros que están por el mundo y al mundo entero que no nació en esta ciudad todo el valor que ella encierra.
En lo personal la desfachatez del mencionado artículo me indignó, pues claramente es salido de las manos de un sagüero que se esconde detrás de un seudónimo para decir lo que realmente piensa, cuando todos los que llegamos a este mundo del ciberespacio sabemos bien que no escribe desde la Villa y por otra parte quiere redescubrir la historia de Sagua la Grande, dándole visos de neutralidad, o como su publicación categoriza como “apolítico”, para ganar favores y al menos vivir su vejez en Sagua, exista el sistema que exista. Cómo tener el valor de criticar desde lejos sin dar la cara y sin estar en el lugar que quiere cambiar para pedir cambios por correspondencia. Cómo es posible que tenga idea este señor (Don) de los debates reales que hoy existen en Sagua la Grande, tanto públicos como privados, si no está entre ellos, sino vive la realidad de un pueblo al que supuestamente pretende defender en la INTERNET.
Como decir que queremos amigarnos para ganar favores.
Resulta muy insultante decirnos “prostitutas de la prensa” a quienes hacemos los blog desde Sagua la Grande y les dedicamos tiempo a la historia y a la realidad de esta Villa, cuando no somos precisamente nosotros los que seguimos un dictado preelaborado que se repite una y otra vez, decimos lo que pensamos, lo que se nos ocurre, cada uno a su forma, cada uno con sus intereses. Trabajamos algunos en los medios, pero en la mayoría de los casos decimos precisamente lo que ellos no publican por diversas razones. Aún en este minuto, a punto de lanzar este texto a la red, me cuestiono porque nunca quisiera entrar en un debate burdo e innecesario, por tal motivo, espero que todos los lectores de este blog den sus criterios y al Pepe que deja evidencias de quién es, que acabe de salir del closet. Siempre respetaré a quienes defienden lo que piensan, sea cual sea su posición, cuando lo hacen de frente.

jueves, 3 de febrero de 2011

Mi herencia.

Por: Yoel Rivero Marín.
Él estuvo aquí, en la tierra, en la humilde tierra que pisan mis pies, esta tierra que él mismo movió, apisonó y fabricó sobre ella. Esta tierra que hace 10 años le devuelve el favor.Justificar a ambos ladosMe dio un apellido satanizado por algunos y venerado por otros.
Me dio la verdad por sobre todas las cosas y hoy no entiendo porqué no se la puedo decir a todo el que la necesita, la ignora o la esconde.
Me dio una revolución perfecta y tuve que crecer en ella descubriendo que en la vida nada es perfecto.
Me enseñó a ser cuestionador, pero no quería que yo cuestionara.
Crecí viéndolo sacrificarse, entregarse, inmolarse, darse siempre a una causa mayor, me hice hombre viéndolo olvidado, desgastado, luchando cada día su pequeña causa menor.
Me enseñó a caminar y al final me dejó solo en el camino, cuando aún necesitaba algunas lecciones vitales para comprender quien soy en pasado, presente y futuro.
Puso en mis manos un lápiz, un martillo y una oz, con ellos me cultivé, hice mi casa, la reparé una y otra vez y cuando lo necesité, me fui para el campo y segué ese arroz que necesitó mi familia.
No fue una personalidad, solo de una persona, no fue nadie que moviera masas o dejara huella en un pueblo, solo un mecánico, un hombre común.
No vio nacer a mis hijos, no los vio crecer, pero en su educación está cada palabra suya.
Soy como era él, pero completamente diferente.
Cumplió las órdenes al pie de la letra, hoy yo las discuto.
Me hizo venerar a la familia, aunque alguna vez se alejó. Cursos, movilizaciones, desilusiones.
Nunca nada me faltó, alimentó mis dudas, provocó mis preguntas, me dio risa y me dio llanto, me dio la libertad de escoger, de decidir y de vivir.
Fue severo, pero indulgente, callado, pero decía las palabras que necesité siempre.
Me enseñó a no creer en nada que no fuera real, tangible y hoy quiero creer que me está ayudando donde quiera que esté.
Siempre me ocultó los problemas, crecí pensando que la vida era más sencilla, que se discutía menos, que todo lo necesario estaba al alcance de la mano. Viví alejado de las mediocridades humanas, de los perjuicios, de los sinsabores, de los dobleces. Me mantuvo en el idealismo seguro de no saber que en el mundo real somos caníbales y que si no aprendo a comer, me comen.
Me enseñó de la valentía al enfrentar enemigos, pero no imaginó que cuando creciera yo iba a necesitar todo un postgrado en valor para decir una sola palabra, exactamente la palabra y más valor aún para callarla.
Dejó en mis manos herramientas, me enseñó a usarlas, todas útiles construir mi hogar, para mantenerlo en pie, pero olvidó algunas que necesitaba para mantenerlo unido, esas las estoy inventando sobre la marcha.
Me dejó un paraguas para evitar la tormenta, una hermana y un hermano para compartir sus cuentos, esos que yo no supe por ser tan ingenuo.
Me dejó una herencia comprometida, una casa con inquilino y el orgullo de ser su hijo.

A Ramón Rivero Chávez
(11-01-1936) - (11-01-2001)
Técnico en Maquinaria, padre de tres hijos, miliciano, militante. Laboró en el Hotel Sagua, La Pizzería “Porto Fino”, la Granja Sagua, etc.…