miércoles, 26 de mayo de 2010

¿Sagua en 1590? Antes de ser Sagua ¿Qué era?

"El 13 de junio de 1590 fue mercedada por el Cabildo de Sancti Spíritus a Don Alfonso de Cepeda o Zepeda, la hacienda de Sabana de Sagua, hoy Jumagua, formando su asiento en Sabana de Grande, a una media lengua de esta Villa"
Realmente para el estudio de esta primera etapa histórica de Sagua la Grande no se cuenta con suficientes fuentes que ofrezcan amplia información, es preciso recurrir a la obra "Historia de la Villa de Sagua la Grande y su Jurisdicción "de Antonio Miguel Alcover, no la única bibliografía, pero sí la más completa del período.
En realidad la zona de Sagua no fue objeto de colonización española en el siglo XVI, se mantiene al margen de todo este proceso en la región central, aunque Don Jacobo de la Pezuela en su Diccionario sobre la Isla de Cuba afirma que las maderas que se utilizaron en la construcción de La monumental obra del Escorial fueron extraídas de Sagua la Grande y es muy posible, pues en Sagua eran muy abundantes las maderas preciosas (Cedros y cobas) en sus bosques vírgenes, y precisamente este tipo de madera fue la empleada en la construcción de la obra citada, quizás esta sea una de las causas que llevó a Cepeda a interesante por el hato de Sabana de Sagua . Todo parece indicar que la primera huella del colonizador en la región estuvo vinculada al establecimiento temporal de cuadrillas de leñadores que iniciaron la tala de los bosques.
Es oportuno dejar establecido que esta región que perteneció al Cabildo de Sancti Spíritus que se hace la concesión antes referida a Cepeda, en 1650 se encontraba bajo la administración de Remedios en la que se mantiene hasta el último cuarto del siglo XVII que pasa al control de Villa Clara .
El desarrollo de las primeras actividades económicas estuvieron vinculadas a las condiciones geográficas - naturales de la región entre las que se destacan : fundamentalmente llana con existencia de importantes pastizales y extensos bosques con abundantes maderas preciosas, utilizadas en las construcciones de barcos de la época. Esta situación unida a lo difícil de la comunicación durante el siglo XVII hizo que las primeras actividades económicas de la región sea la tala de bosques y la ganadería, a esta última la propiciaba la razón que para el cuidado de los rebaños era necesarios pocos peones, y la escasísima mano de obra en toda la isla hizo que los colonos se inclinaran por ello.
Durante todo el siglo XVII y hasta los finales del XVIII estas dos actividades económicas unidas a la agricultura de subsistencia fueron prácticamente las que caracterizaron la vida económica de región.
Las condiciones naturales de Sagua fueron beneficiosas para el desarrollo de las comunicaciones por la existencia del río con posibilidades navegables de 32 km desde el asentamiento original de la Villa hasta la costa, además la relativa cercanía de este territorio a La Habana propiciaba el desarrollo tanto del comercio de contrabando como cabotaje.
Al respecto dice el historiador villaclareño Rafael Rodríguez Antunaga que la vida comercial e industrial de La Habana exigía grandes volúmenes de productos agrícolas del resto de isla y eran favorecidos aquellos lugares como Remedios, Sagua y Trinidad que tenían al alcance de sus manos la gran vía de comunicación que fue el mar.
De Sagua en el siglo XVII salían para La Habana y a veces para España, grandes barcazas arrastradas por buques de vela cargados de cuero, carnes saladas y maderas, destinadas estas últimas a la construcción de buques y suntuosos palacios.
Las condiciones naturales de esta región para la comunicación se reconocen desde el principio. En1698 Villa Clara ordena el acondicionamiento de caminos hasta Sagua para transportar por estos sus producciones, que le posibilitará el comercio a través del río. Esta transportación se realiza en arreas de mulos y caballos por senderos extremadamente difíciles sobre esta actividad hay distintas noticias por ejemplo, en 1770 " un barco de matrícula de Regla arribó al embarcadero de Sagua, patrocinado por Vicente Pérez Lavaderos"
Precisamente por esta época se estableció en las márgenes del río un almacén de sal y el primero de víveres por Don Juan Caballero, lo que demuestra la importancia económica que iba tomando la zona y en particular el sitio original del asentamiento poblacional.
Hacia 1770 aparecen noticias del establecimiento de nuevos cortes de madera en Sitiecito y Alacranes haciéndolo unos mexicanos procedentes de la Habana. También en esta fecha Juan López obtuvo permiso para establecer nuevos cortes de madera en Jumagua lo que se realizó con inmigrantes de La Florida, estas maderas se transportaban hasta la costa fundamentalmente en balsas por vía fluvial. La tala desmedida de nuestros bosques se manifestó más intensamente cuando a partir de 30 de agosto de 1815 por real célula se decretó la libertad de montes y plantíos, esta ley autorizaba a los dueños de bosques a talar sin restricciones y vender las maderas a quienes desearan.
Otro de los renglones económicos que adquirió mayor fuerza en la región durante la segunda mitad del siglo XVIII fue el cultivo del tabaco. Aunque se considera que antes de 1700 existían vegas en esta zona, su expansión se vio favorecida a partir de 1763 cuando Ambrosio Funes de Villalpaldo Conde de Ricla, dictó un bando para que los hacendados del Cayo San Juan de los Remedios y Villa Clara, no impidiesen a los vegueros las siembras de tabaco
En las márgenes de lo ríos que bañan estas regiones y disponiendo además de una suma de dinero para la compra de las cosechas. Esta medida estimuló rápidamente el cultivo de este producto poblándose las riveras del río de las hojas de tabaco,. La primera vega, según el historiador sagüero Antonio Miguel Alcover, se estableció en 1785 en terrenos del demolido ingenio "santa Ana" en la margen izquierda del río por el labrador Don Santiago Contreras. Aunque la primera vega se establece en 1785el siglo del cultivo del tabaco es relativamente corto lo que hizo que se extendiera rápidamente y ya en un informe presentado a la factoría en 1787 se consigna que por la calidad de sus hojas las mejores vegas de Villa Clara se encontraban en las márgenes del río Sagua su crecimiento fue vertiginoso y en virtud de real orden del 24 de febrero de 1791 que consignaba los tabacos quemados en toda la isla se anotaba:

Sagua 18 691,1 lib
Trinidad 12 215,15 lib
S.Spiritus 22 925,15 lib

La producción de Sagua representa un 6% de los tabacos quemados en toda la isla que fue de 300 442,8 lib.
Si se compara la cifra de Sagua con las de Trinidad y Sancti Spíritus que eran de las primeras villas fundadas y por lo tanto de mayor desarrollo en esta periodo, comprendemos fácilmente la importancia que tenían este cultivo en la economía sagüera. Tanto es así que de las 25 factorías subalternas que estableció el gobierno español en toda la isla en 1803, una correspondió a Sagua.
Esta explotación agrícola constituyó a finales del siglo XVIII y principios de XIX, la principal fuente de expansión económica de la región y factor de disolución de las grandes haciendas ganaderas.
El desarrollo de la producción tabacalera unido al aumento de los cortes de madera influyó en el crecimiento del caserío original en la margen izquierda del río con el arribo a esta zona de varias familias procedentes de distintos lugares de la isla y de exterior.

El proceso de la región posibilitó el establecimiento en 1789 de una capitanía de partido que comprendía el territorio que se extendió entre los ríos Sagua la Grande y Sagua la Chica, llamado las "Dos Saguas".
Este proceso se vio coronado con el éxito el 8 de diciembre de 1812 fecha que se reconoce como la fundación Sagua La Grande, cuando el vecino de esta, Don Juan Caballero constituyó una ermita de madera y guano en el lugar que se encuentra hoy el parque "Independencia ", en la esquina de la calle Clara Bárton, antes progreso. Después de logrado el permiso del obispo espada en La Habana, se celebró el histórico acto en el pequeño templo donde ofició el cura párroco de Álvarez, Francisco Masías, quedando así constituido oficialmente el pueblo de Sagua la Grande.
Aunque el poseer el templo católico era condición indispensable en la época para la fundación de un pueblo, es indiscutible que el crecimiento económico experimentado por Sagua desde la segunda mitad del siglo XVIII es la razón determinante que permitió su fundación el 1812 el pueblo de Sagua la Grande.
Tomado de Investigación sobre la Historia de Sagua de Colectivo de autores locales.

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