martes, 7 de diciembre de 2010

Jorge Mañach Robato hijo de su “Tierra del sol amada”

Por: Raúl Villavicencio Finalé
Jorge Mañach Robato, quien desbordó las fronteras de la patria chica para hacerse universal, nació el 14 de febrero de 1898 en una casa que existió en Martí esquina a Céspedes, hoy Galería de Arte. A los 9 años, entre 1907 y 1922 realizó un periplo familiar y estudiantil por España, EE.UU., y Francia, que lo van a convertir en erudito.
En 1922 regresa a Cuba e inicia su carrera periodística. Escribe para periódicos como El País, Diario de la Marina y Avances.
En 1924, Estudia Derecho Civil y en 1928 se gradúa de Dr. En Filosofía y letras, incrementando considerablemente su ya abultado acervo cultural.
En 1923 participa en la Protesta de los 13 junto al Grupo Minorista, enfrentando la corrupción de la época.
Fue un escritor prolífico, en 1928 publica Indagación del Choteo, tratando de contrarrestar ese proceder, según su criterio, incorrecto del cubano de “tirarlo todo al relajo” y de “no tomar nada en serio”. En los años 30 publica Martí el Apóstol, su obra cumbre, considerada la mejor biografía escrita sobre José Martí. Se destacó también escribiendo en medios periodísticos sus Glosas en las cuales exaltaba las vidas ilustres.
En 1951 dirige la Universidad del Aire en CMQ, sistema de conferencias radiales que pretendían elevar la educación y la cultura del pueblo cubano. En ese año representa a Cuba en la ONU impartiendo conferencias.
Se destacó por su elevado nivel intelectual, como director de la Cátedra de Estudios Hispanoamericanos en la Universidad de Columbia, Nueva Cork, Profesor de Historia y Filosofía de la Universidad de la Habana, Miembro de la Real Academia de la Lengua Española, Miembro de la Sociedad Económica Amigos del País, Miembro de la Academia Hispano-Cubana de la Cultura, Miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras, Miembro de la Academia de Historia de Cuba y Miembro de la Academia Cubana de la Lengua. Apoyó con hermosas palabras el triunfo revolucionario de 1959, pero luego no comprendió la obra popular de la Revolución debido a su extracción social burguesa.
Abandonó a Cuba sin proferir ataques contra la Revolución y se estableció en Puerto Rico, donde muere tempranamente el 25 de junio de 1961 a los 63 años.
Siempre lo recordaremos por su entrañable amor a Sagua a la que llamaba “Sagua la Máxima”, “Tacita de Plata” o “Tierra del sol amada”.

No hay comentarios: