El excepcional lanzador, considerado como uno de los mejores de todos los tiempos en Cuba, cumplirá 100 años el próximo 25 de abril. Sagua la Grande y el Mundo rinde homenaje a este hombre que puso en alto el nombre de la nación y el de la Villa del Undoso en los más exigentes escenarios beisboleros del mundo
Sagua Viva toma este artículo de la Revista Bohemia del 25 de Marzo de 2011 escrito por: PEDRO HERNÁNDEZ SOTO y DAMIÁN D’AVERHOFF (deportes@bohemia.co.cu)
"Con él aprendí a lanzar distintas bolas y a tener la noción de cómo se debe enfrentar cada situación en el juego. Conrado Marrero me enseñó todo lo que sé de béisbol y ojalá cada pitcher que empieza pueda tener a su lado a un Conrado Marrero". Braudilio Vinent
Aquel guajirito de unos diez u once años observaba embelesado el desarrollo del improvisado piquete; eran nueve contra nueve y, en juego, esa rara cualidad criolla de siempre querer ganar hasta a las escupidas. No levantaba tres cuartas del piso pero, si la faena en el campo lo permitía, atravesaba la frontera de la finca El Laberinto para presenciar aquellos duelos, que fueron perdiendo la espontaneidad hasta convertirse en algo muy serio.
Con el tiempo a Delfín López, alias Cucho Polaina, se le ocurrió armar una novena en la finca, a la cual nombraron Los Tigres. Y concurrieron presurosos casi todos los jóvenes del lugar, entre ellos Conrado Marrero, que ya usaba pantaloncillos largos y tenía bigotes, aunque mantenía activas sus peregrinaciones beisboleras. Él probó fortuna en el campo corto y desafió las sinuosidades del terreno, hecho por ellos mismos a puros guatacazos. Ahí, y a mano limpia, aprendió a fildear.
Entre una cosa y otra, Polaina se autoproclamó pítcher estrella y casi inamovible… hasta el día en que los palos fueron tantos que, a la desesperada, echaron mano del torpedero, cuyo dominio de un raro envío, capaz de “jorobarse” en el aire, o los sacaba del apuro o los hundía. Lo había aprendido a tirar con naranjas. La improvisación surtió efecto. Marrero aguantó las embestidas rivales y a partir de ahí monopolizó la lomita.
En el año 1938, con 27 años, aparece
jugando para el equipo de la
Casa Stany
A partir de ese momento comenzó a forjarse la reputación del Guajiro de Laberinto, verdadero orgullo de la nación y parte indisoluble de la historia del béisbol en Cuba. Por fortuna, esta leyenda permanece entre nosotros y en breve, el 25 de abril, cumplirá 100 añitos. BOHEMIA, publicación cubana que reseñó la mayoría de sus hazañas, no podía obviar la ocasión y acudió al hogar del Premier, como también le llaman.
Marrero, el jugador de Grandes Ligas vivo más longevo y que renunció al retiro que se otorga en la Gran Carpa para vivir en Cuba, nos esperaba sentado en un sofá, recogido, como repasando los hechos más trascendentales de una vida repleta de éxitos. Junto a él, siguiendo cada movimiento, su nieto Rogelio. A petición de nuestro fotorreportero se cambió el escenario hacia un sillón cercano a la luz y, además, más cómodo para él. Nosotros nos colocamos en el suelo para no perder un detalle de sus lanzamientos, cargados todavía de una envidiable vitalidad y sabiduría.
Bautismo
Corría el año 1937 y en Isabela de Sagua requirieron de sus servicios. Una afamada selección, representante de la cienfueguera casa Stany y que jugaría en el campeonato de la Unión Atlética Amateur (UAA), se erigía c
omo un valladar difícil de sobrepasar para los locales. Poco le importó el rango al Guajiro. Les propinó nueve ceros (1x0) ante la incrédula mirada del dueño del negocio, Ricardo Peñas de Armas, quien no desaprovechó la ocasión para convidarle a unirse al team sureño.
Adversidad
En Series Mundiales Amateurs (1939 al 42 y 44 al 45)
ganó 10 juegos, perdió cuatro y promedió 1,71
carreras limpias. En la gráfica junto al lanzador
venezolano Daniel Chino Canónico
-Olvidar la derrota contra el Chino Canónico (Daniel) es imposible. Fue un partido extra para decidir el Mundial de 1941. Se efectuó en el estadio La Tropical de La Habana. Los venezolanos me ligaron bien en las tres primeras entradas y nosotros solo pudimos anotarle una a Canónico. Esa tarde nadie le ganaba, además, jugaron muy bien en todos los órdenes.
“Del entusiasmo que reinaba en La Tropical aquello terminó parecido a una procesión mortuoria. Por suerte, al año siguiente, tomé desquite con lechada de 8x0 frente al propio Canónico”.
Conflicto
En la temporada 1946-47 tuvo su
primera experiencia en la pelota
rentada. Jugó para el club Oriente
en el campeonato organizado por
la Federación Cubana y que se
efectuó en el estadio La Tropical
Eso de firmar como profesional no entraba en sus planes. Le agradaba su condición. Pero la Unión Atlética Amateur (UAA) estaba empeñada en despojarse de los “impuros”. O sea, de quienes cobraran por sus servicios o jugaran contra peloteros rentados. La inquisidora y racista organización tenía que velar por la pureza de las prácticas atléticas, reservadas por regla a la aristocracia y la burguesía, los únicos que
podían darse el lujo de renunciar a retribuciones monetarias.
En 1943 hirieron su orgullo al suspenderlo tras participar en un partido de exhibición en Camagüey. La gota que colmó la copa cayó en 1945, cuando volvieron a sancionarlo debido a su intervención en un choque benéfico a favor de la Sociedad de Color, en la localidad villareña de Santo Domingo. Aquella cacería de brujas le obligó a cambiar de opinión y dar el salto al béisbol profesional. No tuvo más alternativas…
Intransigencia
-Uno de los hermanos Pasquel quiso contratarme para jugar en la Liga Mexicana por 600 pesos más los gastos y me aseguró, de palabra, que aquel pacto sería por dos o tres años. Le pedí garantías para la siguiente temporada, es decir, firmar un contrato legal. Él respondió con altanería: “¡Estás equivocado!, hablas con un hombre de 50 millones de pesos”. Aquello me dio tanta soberbia que le dije que se guardara su dinero y no h
abía más que hablar.
la Liga Cubana Profesional. Vistió el uniforme
del club Almendares y su rival fue el Marianao.
Lanzarle al fornido moreno de apellido Robinson formaba parte de la rutina del entrenamiento en su nueva casa, los Senadores de Washington de
las Grandes Ligas estadounidense
s. Casi siempre el veterano guajiro le tiraba lo mismo: bajita, rápida y por encima de home. Recibía como respuesta descomunales batazos. Pero la estadía del toletero en la capital norteña sería efímera porque estaba a préstamo.
Lo pasaron al Chicago y fue inevitable el encontronazo. All
á fue a lanzar Marrero y en medio del partido, con Robinson en turno, el mentor Bucky Harry visitó el box…
-A Robinson tírale alto, a la barba, sugirió Harry.
-¡Ooh! Si es así entonces hay que decirles a los jardineros que estén atentos porque
va a dar un palo —ripostó Marrero
-Entonces, ¿cómo vas a pichearle?
-Bajo; sobre la altura de la rodilla.
-¡Nooo! Ahí si es verdad que va a matar a uno allá atrás.
-Si la bola es bajita y dura es probable que conecte fuerte porque saca bien el bate. Pero si es bajita, a media velocidad, él adelanta el swing, se mete debajo y conecta flaicitos. Varias veces en la práctica noté su debilidad.
Aquel diálogo desembocó en una sui géneris apuesta.
-¡Un tabaco a qué así lo sacó out! —confrontó Marrero a Harry
-Acepto —contestó el entrenador, que ni siquiera se había
acomodado en el banco y ya su pupilo había dominado en elevado al cuadro al peligroso bateador. Después hubo otros dos tabacos y al final del partido, el manager del Washington le obsequió a su lanzador una caja de puros.
Magisterio
Debutó en Grandes Ligas con los Senadores de
Washington el 21 de abril de 1950. Cuatro días
después cumplió 39 años. Actualmente es el
ligamayorista vivo más longevo.
Tras su retiro el club Boston de Grandes Ligas lo cont
rató como scout. Con el advenimiento de la Revolución, le ofrecieron pagarle la salida hacia Puerto Rico junto con toda la familia y allí continuar su labor, pero él se negó y prefirió quedarse y ayudar a potenciar el béisbol amateur, que había sido reconceptualizado tras la eliminación del profesionalismo. Por eso no resultó extraño verlo acomp
añar a Fidel Castro en la inauguración de la Primera Serie Nacional de Béisbol.
“Sí, es cierto. Cuando se erradicó el profesionalismo y se habló con nosotros, José Llanusa, entonces presidente del Inder (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación), dijo: ‘Los que se quieran ir lo pueden hacer sin problemas
, pero los que se queden van a trabajar y luchar aquí’. Entonces hubo un grupo grande de entrenadores como Natilla (Jiménez), Conrado Marrero (…), infinidades, que se quedaron. Y aprendimos mucho de ellos y después fueron nuestros managers y entrenadores. Esa es la verdad”, confesó en una entrevista Pedro Chávez.
Y hasta los 87 años vistió de pulcro traje beisbolero sin rivales a quienes ponchar, pero rodeado de soñadores a los cuales les trasmitió sus amplios conocimientos y que en muchos de los casos alcanzaron la gloria de llegar al equipo mayor: el Cuba
. Orlando Figueredo, Braudilio Vinent y Ciro Silvino Licea, son algunos de esos ejemplos.
Educador
-Estando en Santiago me mandaron a buscar porque Vinent (Braudilio) había perdido v
arios juegos. Como tuvo problemas con la mujer, no paraba. Me preguntaron qué le pasaba y les dije que le preguntaran a él, aunque pensaba que la velocidad se le había ido por la entrepierna.
“Entonces le propuse a la gente del Inder que hablaran
con Vinent para, si aceptaba, que fuera a vivir conmigo: trataría de aguantarlo. Él aceptó, pero le puse mis condiciones. La primera era que tenía que llegar a la casa antes de las nueve de la noche, después de esa hora no le abría la puerta. Siempre llegó temprano.
“Yo madrugaba y le llevaba el desayuno, luego íbamos a correr. Vinent no trotaba, corría mucho, era una bala. En lo que cualquiera demoraba 30 minutos, él hacía la misma distancia muchísimo más rápido. Al poco tiempo lo pusieron en tres juegos en
una misma semana y los ganó todos”.
Retrato
del Trabajo de la Repú blica de Cuba el domingo
12 de octubre de 2003, en La Habana, en ocasión
de la inauguración del 25º Campeonato de Béisbol
Quienes tuvieron la fortuna de verlo actuar aseguran que sus virtudes histriónicas descansaban en su inteligencia, en el dominio de la slider —por aquella época
le llamaban curva hacia fuera— y en un control milimétrico de la zona de strike. No le quedaba otra opción a quién la providencia le negó las cualidades físicas optimas para ser un gran atleta. Incluso su brazo de lanzar, el derecho, era más pequeño que el izquierdo.
El receptor Andrés Fleitas, su compañero de batería en tres Series Mundiales Amateurs y en el club Almendares, aseguró que Marrero era capaz de complet
ar un juego con solo 89 disparos, otro con 93 y un tercero con 92 y solo haber tirado entre diez o doce rectas en los tres. Algunos más osados, beisbolistas y cronistas, afirmaron que tiene que haber sido uno de los pitchers de más control de todos los tiempos...
Estatura
“El que lo ha dicho es... uno que es mu
y amigo mío... de Quemado de Güines, muy chistoso... Enrique Núñez Rodríguez. Eso lo dijo él, pero eso no es así. Williams siempre jaraneaba mucho conmigo, yo no le caía mal. A veces llegaba por la espalda y me cargaba de sorpresa y corría conmigo”.
Al enterarse Núñez Rodríguez de la entrevista de Gran
ma al Premier, envió una crónica a la redacción del diario que fue publicada días después. Con ese humor y agudeza que lo caracterizaba, Núñez Rodríguez inmortalizó aquel incidente:
“La anécdota es tan simpática que merece ser verdad y la publiqué. […]. Alguna gente se me ha acercado para decirme que Marrero me desmintió,
como queriendo insinuar que debo estar molesto por eso.
“¡Todo lo contrario! A mí me suena a música en los oídos su afirmación ‘El que lo ha dicho es... uno que es muy amigo mío... de Quemado de Güines...’ Ese mismo amigo que […] por encima de todas las glorias conquistadas confiesa sencillamente:
‘No me gusta vivir en Estados Unidos. Porque soy un guajiro cubano, aunque ya queden pocos guajiros, casi todo el mundo está en el pueblo; yo me siento guajiro’.”
Conrado Eugenio Marrero Ramos LUGAR: Finca Laberinto, Sagua la Grande, Las Villas
ESTATURA: 1,66 metros. PESO: 75 kilogramos
POSICIÓN: Lanzador. BATEA Y TIRA: Derecha
CAMPEONATO | EQUIPOS | JG | JP | INN | SO | BB | PCL | L |
Liga Nacional de Béisbol Amateur | -Casa Stany Cienfuegos (1938) | 123 | 39 | 1455,1 | 1118 | 500 | 1,46 | 40 |
Series Mundiales Amateur | Cuba (1939-44 | 10 | 4 | 100,1 | 57 | 23 | 1,71 |
|
Federación Nacional de Béisbol Profesional y Liga Cubana de Béisbol Profesional | -Oriente (1946) | 69 | 46 | 1070,1 | 495 | 310 | 2,49 | 15 |
En México | -Indios de Juárez | 28 | 8 |
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Liga Internacional de la Florida (AA) | Habana Cubans (1947 a 1949) | 70 | 25 | 793,1 | 586 | 142 | 1,62 | 23 |
Grandes Ligas | Senadores de Washington (1950 a 1954) | 39 | 40 | 735,1 | 297 | 249 | 3,67 | 7 |
Liga Internacional (AAA) | Cubans Sugars Kings | 10 | 4 | 215 | 124 | 83 | 3,10 | 4 |
Lanzó cuatro juegos de cero hit, cero carreras. Sus víctimas fueron el Vedado Tennis Club (1942); Universidad de La Habana (1942); Miramar Yatch Club (1945) y Tampa (1947). |
Otros artículos relacionados:
Sagua Viva: El guajiro de Laberinto.
Cuba debate: Leyenda del Béisbol cubano cumplirá 100 años.
Radio Rebelde: Conrado Marrero, ¿Guajiro o premier?
Blog Estrella del Jagua: Leyenda viva del béibol cubano próxima a cumplir 100 años.
Con Voz Propia: Conrado Marrero.
CubAhora: Marrero apunta hacia los 120.
La Jiribilla: El Guajiro de Laberinto.
Fuentes consultadas:
Felicidades Guajiro en tu día, Alfonso, Jorge. BOHEMIA, 23/04/1999, Año 91, Edición 9; “Hay que tener cabeza para lanzar”, Pérez Valdés, Rafael. Periódico Granma, 03/06/98; El Guajiro, Núñez Rodríguez, Enrique. Periódico Granma, 09/06/98; Guajiro y Premier, Hernández Soto, Pedro. Documental, Canal Educativo, 2003; Los celosos guardianes de la moral: transgresiones y castigos en béisbol amateur cubano de la República, Alfonso López, Félix Julio. Ensayo, sin publicar, entre otros.
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