Hoy Sagua Viva habla del tramo de la calle de Martí e/ Solís y Céspedes, del cual hablaremos sobre su devenir desde el siglo XIX.
Predominaban entonces construcciones de madera como la ubicada donde hoy tenemos la cafetería El Triunfo, e cuya planta alta estuvo el Hotel de Canto, mientras en la planta inferior abundaban oficinas de uso diverso como la de Beguiristaín, Arenas, Vapores del Río Sagua y el consulado de Francia.
En esa misma acera hasta la Calle Solís, existían numerosos establecimientos comerciales, de los cuales pueden mencionarse consecutivamente una ferretería, la oficina de un comisionista, La Moda Elegante en su local original, una sombrerería-peletería, tabacos y cigarros Los Pasiegos, baratillo El Zafiro, el de productos exóticos y sedería La Japonesa, cafetería El Libre Cambio y la peletería-sombrerería El Modelo, de la cual aún se conserva el soporte de hierro de su anuncio.
En la acera contraria, donde hoy se encuentra el Pío-Pío, existió desde fines del siglo XIX la Farmacia Francesa del Dr. Alfredo Figueroa y siguiendo el orden consecutivo hasta la calle Solís la quincalla de Ramón Noas, calzado americano La Principal, establecimiento La Camelia, ocupando un gran espacio. Ferretería La llave de Muiño y Cía desde 1903 y de José María Glez desde 1913, barbería Salón Ramos y en la misma esquina con Solís la cafetería El Central, el mayor punto de reunión social de la juventud de la época, la cual existió con el nombre hasta después del triunfo revolucionario.
En 1910 ya había desaparecido el Hotel de Canto y construido la actual edificación la cual asimiló el mismo estilo arquitectónico del edificio vecino existente por la calle de Céspedes, hoy oficinas del PCC. Fue entonces cuando se estableció en esa acera el segundo local comercial de la renombrada tienda de ropas y efectos del hogar La Villa de París, tienda está ubicada antes en Colón y Padre Varela. Un incendio causó severos daños en esa época a las edificaciones centrales de esa parte de la céntrica calle.
Entre 1910 y 1924, aparecieron edificaciones más sólidas en ese tramo de calle, como el siempre conocido con el nombre de La Cubana de dos plantas y el que hoy ocupa Sagua Visión, ambos con las características ornamentales de la fábrica de Aurelio Cruz Bello.
Predominaban entonces construcciones de madera como la ubicada donde hoy tenemos la cafetería El Triunfo, e cuya planta alta estuvo el Hotel de Canto, mientras en la planta inferior abundaban oficinas de uso diverso como la de Beguiristaín, Arenas, Vapores del Río Sagua y el consulado de Francia.
En esa misma acera hasta la Calle Solís, existían numerosos establecimientos comerciales, de los cuales pueden mencionarse consecutivamente una ferretería, la oficina de un comisionista, La Moda Elegante en su local original, una sombrerería-peletería, tabacos y cigarros Los Pasiegos, baratillo El Zafiro, el de productos exóticos y sedería La Japonesa, cafetería El Libre Cambio y la peletería-sombrerería El Modelo, de la cual aún se conserva el soporte de hierro de su anuncio.
En la acera contraria, donde hoy se encuentra el Pío-Pío, existió desde fines del siglo XIX la Farmacia Francesa del Dr. Alfredo Figueroa y siguiendo el orden consecutivo hasta la calle Solís la quincalla de Ramón Noas, calzado americano La Principal, establecimiento La Camelia, ocupando un gran espacio. Ferretería La llave de Muiño y Cía desde 1903 y de José María Glez desde 1913, barbería Salón Ramos y en la misma esquina con Solís la cafetería El Central, el mayor punto de reunión social de la juventud de la época, la cual existió con el nombre hasta después del triunfo revolucionario.
En 1910 ya había desaparecido el Hotel de Canto y construido la actual edificación la cual asimiló el mismo estilo arquitectónico del edificio vecino existente por la calle de Céspedes, hoy oficinas del PCC. Fue entonces cuando se estableció en esa acera el segundo local comercial de la renombrada tienda de ropas y efectos del hogar La Villa de París, tienda está ubicada antes en Colón y Padre Varela. Un incendio causó severos daños en esa época a las edificaciones centrales de esa parte de la céntrica calle.
Entre 1910 y 1924, aparecieron edificaciones más sólidas en ese tramo de calle, como el siempre conocido con el nombre de La Cubana de dos plantas y el que hoy ocupa Sagua Visión, ambos con las características ornamentales de la fábrica de Aurelio Cruz Bello.
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