Este tercer domingo de Junio Día de los Padres, siempre será especial y para la música en sagua la Grande también lo es.
La música sagüera es hija de muchos padres, podemos citar a Oriol Costa o Antonino Fabre por ejemplo pero en esta ocasión quiero referirme a un personaje que fue a la vez excelente padre de familia y y padre del museo de la música de Sagua la Grande, este que atesora el patrimonio de la música de nuestra ciudad, me refiero a Julio Jorge Hernández.
Jorge Hernández nació el 16 de enero de 1931, él procreó junto a su esposa Basilia una familia de tres hembras a las cuales le transmitió el amor al arte, fundamentalmente a la música, Elizabet, Cecilia y Sandra crecieron en el respeto al arte con una formación y educación que él supo transmitir a través de su ejemplo personal.
Jorge Hernández fue el primer director que tuvo esta institución, pero más que eso fue junto a Dora Estrada su principal gestor, desarrollo una importante labor acopiando cada una de las piezas que recuperaba para el entonces soñado museo, quiero decirle que todas por su gestión de donación con los propietarios lo que dice mucho de la confianza y el respeto depositado en este hombre. Fue un defensor insuperable del patrimonio saguero, no sólo musical, sino general, monumentos, tarjes, edificios todo aquello que reflejara nuestra identidad era objeto de su tesón y reempeño.
Fue uno de los fundadores del Club de amigos de la Música de Concierto en Sagua, formó parte del Coro Municipal y del Grupo Lírico de la villa al cual acogió en este recinto y es su sede hasta hoy, además Jorge era aficionado al teatro y a la literatura, por eso recibió crédito por más de 20 años dentro del Movimiento de Artistas Aficionados.
Como cubano comprometido con su época desarrolló tareas sindicales y de defensa de nuestra patria, legando una vida humilde pero digna y ejemplar, todas sus últimas y mejores energías las dedicó a este museo que también evoca su nombre en la sala que lleva su nombre y en cada acción museológica o musical que se celebra. Jorge Hernández falleció en 1993 cuando aun podía seguir dando su amor a la música y la cultura saguera, por eso este programa de hoy está dedicado al principal padre de este museo Jorge Hernández.
Jorge Hernández nació el 16 de enero de 1931, él procreó junto a su esposa Basilia una familia de tres hembras a las cuales le transmitió el amor al arte, fundamentalmente a la música, Elizabet, Cecilia y Sandra crecieron en el respeto al arte con una formación y educación que él supo transmitir a través de su ejemplo personal.
Jorge Hernández fue el primer director que tuvo esta institución, pero más que eso fue junto a Dora Estrada su principal gestor, desarrollo una importante labor acopiando cada una de las piezas que recuperaba para el entonces soñado museo, quiero decirle que todas por su gestión de donación con los propietarios lo que dice mucho de la confianza y el respeto depositado en este hombre. Fue un defensor insuperable del patrimonio saguero, no sólo musical, sino general, monumentos, tarjes, edificios todo aquello que reflejara nuestra identidad era objeto de su tesón y reempeño.
Fue uno de los fundadores del Club de amigos de la Música de Concierto en Sagua, formó parte del Coro Municipal y del Grupo Lírico de la villa al cual acogió en este recinto y es su sede hasta hoy, además Jorge era aficionado al teatro y a la literatura, por eso recibió crédito por más de 20 años dentro del Movimiento de Artistas Aficionados.
Como cubano comprometido con su época desarrolló tareas sindicales y de defensa de nuestra patria, legando una vida humilde pero digna y ejemplar, todas sus últimas y mejores energías las dedicó a este museo que también evoca su nombre en la sala que lleva su nombre y en cada acción museológica o musical que se celebra. Jorge Hernández falleció en 1993 cuando aun podía seguir dando su amor a la música y la cultura saguera, por eso este programa de hoy está dedicado al principal padre de este museo Jorge Hernández.
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