Por: Ing. Yoel Rivero Marín.
MsC. Yenitsy Miranda Pino.
Ing. Carlos Mena Rodríguez.
Poco podía imaginar el emperador romano Julio César el impacto que iba a tener su decisión de publicar las crónicas de las sesiones del senado en los muros de la ciudad. Varios siglos nos separan de aquel momento que muchos consideran como la génesis de los medios masivos de comunicación. En la actualidad vivimos una verdadera revolución en la que es cada vez más amplia, diversa y mediatizada la manera en que los seres humanos intercambiamos informaciones. Desde la prensa plana hasta el ciberespacio. Pero pocos dudan de los efectos que esos medios provocan en cada uno de nosotros. Ya sea de forma mediata o inmediata, los mensajes transmitidos por los medios de comunicación, incuestionablemente, producen numerosos efectos en los individuos y en las relaciones de interacción que se establecen entre estos y la sociedad. De ahí el valor que se le atribuye a estos medios en la actividad social.
Por eso, no es de extrañar que los medios de comunicación masiva sean el blanco de numerosos estudios en todo el mundo. En América Latina los investigadores han centrado su atención en aspectos tales como la “inserción del proceso de recepción en una historia cultural que contextualiza las prácticas de lectura y consumo”; el “rescate de los actores sociales que participan en el proceso de recepción en tanto proceso de producción e intercambio de sentidos”; y el “compromiso con la realidad social expresado en el interés por incrementar los niveles de participación cultural y política de la gente…”
Es fundamental tener en cuenta las diferencias sustanciales entre la realidad de los medios de comunicación en Cuba y la del resto de los países del continente. Así, por ejemplo, el carácter social de los medios favorece que los movimientos de conflicto, lucha y resistencia, sean relativamente menos agudos y se produzca una mayor identificación entre emisores y receptores. No obstante, los estudios comunicológicos cubanos pretenden contextualizar los resultados de algunas de esas investigaciones realizadas en entornos culturales, políticos y económicos diferentes.
En los documentos de los Congresos del Partido Comunista de Cuba queda plasmada la línea y evolución de la política de la nación ante la problemática de los medios de difusión masiva. En ellos es definitoria la posición de cumplir con las funciones de estos medios, en especial contribuir a la educación política, ideológica, cultural, científico-técnica, moral y estética de la población, en la movilización consciente de las masas para el cumplimiento de las tareas del desarrollo socioeconómico del país, en la información del acontecer nacional e internacional y en la satisfacción de las necesidades espirituales y recreativas del pueblo. La política de programación de la radio y la televisión sustenta en sus lineamientos generales, entre otras, las siguientes ideas:
- “Profundizar con rigor y seriedad en los conflictos propios de los diversos sectores del país sin descuidar el reflejo de ellos en el contexto universal.
- Favorecer en los receptores desarrollo de actitudes, gustos, conceptos y tendencias acordes con los principios y valores de la revolución.”
La sociedad cubana actual, empeñada en un cambio económico y social trascendental y decisivo, no puede ignorar el papel de los medios de comunicación en este proceso. En dicha reestructuración se potencia en gran medida el desarrollo local y la flexibilización de los mecanismos para que las comunidades adquieran mayor autonomía. Aunque estudios sociales reconocen que uno de los principales obstáculos para lograr este objetivo es la actitud pasiva de los cubanos ante las problemáticas de su cotidianidad, expresión de la contradicción social centralismo-participación popular. Cambiar esa actitud presupone un abordaje integral en el que se propicien espacios públicos de debate y reflexión y en el que deben tomar parte los medios de comunicación ofreciendo una visión diferente de la identificación de los conflictos y el protagonismo de las comunidades en la solución a las problemáticas que enfrentan.
En particular, la televisión es un medio de comunicación con gran impacto, por la combinación de la imagen y la palabra, y por las posibilidades que ofrece de difundir la información con mayor rapidez a un público amplio y alcanzar propósitos educativos. Esta es una de las funciones de la televisión como medio de comunicación, ya que, unida a instituciones tales como la familia y la escuela, ayuda a formar sistemas de convicciones que se convierten en orientación para la acción. Para ello es esencial no sólo informar sino comunicar, o sea, lograr que el mensaje, además de significativo para el sujeto, propicie un cambio de actitud definitiva o temporal.
Sin embargo, a la televisión cubana le falta aún el contacto comunitario, dejar de ir a la comunidad únicamente ante una ocasional celebración y hacer una yuxtaposición de imágenes, esto significa visitar las comunidades no solo por los cumplimientos de planes, alguna asamblea u otra reunión que se realice en la comunidad y tomar imágenes y editarlas sin hacer de ella un producto artístico.
En el ámbito televisivo se observa que el uso del término "comunidad" está carente de los elementos teóricos de los estudios que sobre el tema se vienen realizando en el país. Para dirigentes y profesionales de la televisión, “comunidad” tiende a ser el enfoque de provincia e incluso región. Como se observa, falta un basamento conceptual en ellos para entender que el problema es mucho más complejo.
¿Cómo gestar lo comunitario en el área temática del profesional de la televisión? Del mismo modo que en cualquier otra área de acción profesional. Las contradicciones sociales que sirven de fuente de desarrollo en el asunto que centra su actividad quedan expresadas en una problemática social concreta y son reflejadas subjetivamente en forma de malestares sociales sobre los que, en muchos casos, no se tiene conciencia de su existencia.
El diseño de un espacio para televisión comunitaria debe cumplir con el objetivo de ser un instrumento de tipo comunicacional que sirva como herramienta dentro de un programa diseñado por la comunidad para cubrir alguna de las tantas necesidades o problemáticas que viven sus individuos y en las que la organización viene desarrollando diferentes tipos de proyectos. Por lo tanto, el desarrollo de un espacio para televisión comunitaria es el resultado de un diagnóstico que define, entre otros puntos, los siguientes:
- Resolver o ayudar en la solución de una necesidad comunicacional.
- Ayudar a la construcción de identidad e invitar a la participación social, apoyar programas y proyectos de desarrollo social que se estén ejecutando desde otros ámbitos.
- Permitir que haya un acercamiento a los diferentes puntos de vista de los conflictos que se viven al interior de la comunidad y acercar a una posible mediación, entre otros.
Para llegar al diseño de un espacio de televisión comunitaria se pueden analizar cuatro formas de diagnóstico anteriores: el que definió las dificultades que vive la comunidad, el que planteó las necesidades comunicacionales y el que sugirió que la televisión era un medio apropiado para el desarrollo de la misma, para luego llegar al que nos permita orientar el mensaje y las características de dicho espacio.
Son muchas las particularidades que hacen tan interesante y poderosa la televisión comunitaria al momento de pensar en estrategias para enfrentar la poca integración social o comunitaria y el debilitamiento de redes de participación ciudadana. Una de ellas consiste en que la participación del televidente no se limita a ser un simple receptor, usuario, consumidor de productos, sino que se integra por completo al proceso.
Actualmente en Cuba existen numerosas televisoras de carácter local que permiten acercarse más a las necesidades e intereses de un determinado público-objetivo.
A pesar de la polémica existente alrededor de la cualidad comunitaria que puedan o no tener estos medios de comunicación, que en nuestro país responden a límites municipales, consideramos que la esencia radica en que ellos responden a los intereses de esa región. Asimismo, son productores locales quienes se entrenan y laboran en las diferentes funciones que estas televisoras requieren, desde la creación de los espacios hasta su transmisión. Además, la programación se diseña poniendo énfasis en los asuntos locales, y teniendo en cuenta las opiniones de la población para determinar los contenidos tratados. La función de la televisión comunitaria es ocuparse de los aspectos de salud, educación, medio ambiente, organización social, producción, legislación y derechos, entre otros temas que son parte de la vida cotidiana comunitaria.
La televisión comunitaria muchas veces ayuda a construir el concepto mismo de comunidad organizada, ya que lo que hace que una comunidad lo sea, no es tanto el aspecto geográfico o espacial, sino la búsqueda de fines comunes por quienes comparten un mismo espacio y la creación de relaciones interpersonales caracterizadas por los vínculos horizontales. De este modo la televisión no aísla sino que integra, no separa sino que pone a los miembros de una comunidad a trabajar en la búsqueda de un destino común y en igualdad de condiciones tanto para identificar las contradicciones que enfrentan como para proponer soluciones y tomar decisiones. En este sentido cualquier forma de intervención debe contribuir a desarrollar esta capacidad de acción consciente en las personas con las cuales se trabaja. Debe ayudar a que reconozcan sus similitudes, sus intereses comunes, su responsabilidad ante las problemáticas que enfrentan en la cotidianidad y sus posibilidades de acrecentar su potencial de acción por medio de acciones concertadas y organizadas, acciones que generen como subproducto la conciencia de pertenencia, de solidaridad, de involucramiento en la construcción de un destino común. Esto refuerza la idea de que la consolidación y el desarrollo de estas televisiones no están ligados tanto a los productos finales, es decir a los programas, sino más bien a lo que éstos generan. Programas y programaciones comienzan a ser importantes en el momento en que permiten desarrollar otros procesos en el barrio y en el municipio de forma general.
Los medios comunitarios, fomentan la participación de los ciudadanos en la vida pública, tomando en cuenta la fragmentación de la audiencia en grupos de intereses particulares.
La televisión comunitaria es el espacio para que la comunidades se reconozcan en su individualidad y hagan televisión a su manera, con sus recursos técnicos y económicos, con su organización, y lo que es lo más importante, a través de su propia óptica de los problemas; con sus temáticas más auténticas y con su estética personal y diferente. En la búsqueda de esa cualidad comunitaria donde se expresen la participación y la cooperación, la comunidad debe empezar a sentirse dueña de su Sistema de televisión y responsable de los destinos de la misma. La televisión comunitaria puede ser una valiosa herramienta que permita a la ciudadanía involucrarse en la consecución de los fines sociales, en la conformación de verdades y en la creación de mecanismos de participación. En una sociedad participativa debemos lograr una comunicación plenamente participativa. Junto a la “comunicación” de los grandes medios, debe abrirse paso una comunicación de base; una comunicación popular, comunitaria.
La comunicación popular no solo se refiere a crear nuevos medios o nuevos espacios en los medios, porque los tradicionales ya no sean efectivos, sino que hablamos de cambiar los contenidos sin perder la congruencia con la forma.
Nuestros medios deben concebirse a la manera de lo popular, con el color y el sabor de la gente.
El 28 de enero de 2005 se iniciaron en Sagua la Grande, Villa Clara, las transmisiones, de un canal de televisión local en condiciones “de experimentación”.
No fue hasta el 20 de octubre de 2006 que se concluyó el pequeño estudio de transmisiones de Sagua Visión. Con un equipo de trabajo conformado por artistas, periodistas y técnicos sagüeros. Entre los programas que fueron surgiendo en la parrilla de programación del telecentro se encontraba la Revista Variada “Sagua en
Vivo”, que inicialmente adquirió el nombre de “A tu alcance”. La misma desde su génesis presentó secciones con intereses comunitarios y de algunas de ellas surgieron programas que acercan a la programación de este Canal a la definición de “Televisión Comunitaria”, como es el caso del programa histórico “Historias del
Sabaneque” o el de testimonio “La gente de mi pueblo”.
Recientemente con la renovación de esta Revista variada se incorpora una sección que lleva por nombre: “Respuesta al pueblo”. Coordinada, producida y realizada en conjunto entre el Canal de Sagua Visión, el Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central de las Villas y los órganos del Poder Popular de Sagua la Grande, nace como inquietud de los propios gestores comunitarios necesitados de mostrar los cambios ocurridos en la labor de los grupos de Trabajo Comunitario Integrado y el papel de los delegados del Poder Popular en estos espacios de reflexión y debate colectivos.
La sección “Respuesta al pueblo” pretende exponer a la población de Sagua la Grande lo que sucede en cada una de las comunidades del territorio y cuánto es capaz de hacer cada uno de los individuos que en ellas habitan, cuando se encuentran orientados y motivados, conscientes de la responsabilidad que deben asumir ante las contradicciones sociales que enfrentan. Teniendo en cuenta que las personas aprenden con mayor facilidad al observar a otros, a la sección acuden como invitados aquellos gestores comunitarios de base con ejemplos de acciones concretas que muestran el protagonismo de la población en la identificación de sus problemáticas y la búsqueda de soluciones comunitarias.
Esta es una experiencia que reconoce y potencia el autodesarrollo comunitario y se nutre de este, para acercarse a todos aquellos que son capaces de transformar su entorno en pos de superar los problemas que surgen en la cotidianeidad. La experiencia de este vínculo entre la televisora comunitaria, la Asamblea Municipal del Poder Popular y el Centro de Estudios Comunitarios es aún insipiente. No obstante, compartir con otros el análisis crítico del camino recorrido puede contribuir a mejorar esta novedosa experiencia de promover la cultura de lo comunitario.
La sección “Respuesta al pueblo” sale al aire por primera vez el 11 de Septiembre de 2010 y desde entonces ha llegado en 12 ocasiones a los sagüeros, con las más variadas situaciones y problemáticas en diversas comunidades del municipio, más céntricas o más alejadas del centro de la ciudad. Desde el trabajo con discapacitados en el Consejo Popular Isabela-Nueva Isabela, hasta la recuperación de solares baldíos en el Consejo Popular Coco Solo-Pueblo Nuevo. En todos los casos, acciones gestadas por las propias comunidades a partir de los diagnósticos participativos contentivos en sus planes de acción. El tiempo de duración de cada encuentro es de aproximadamente 5 minutos, lo cual garantiza el acercamiento real a la comunidad, permitiendo que sea un espacio rápido, dinámico y de fácil consumo por parte del televidente. Cada emisión tiene como propósito mostrar que es posible y necesario el autodesarrollo comunitario, y con ello, alcanzar acciones que tengan impacto a escala local. Se acerca a sus protagonistas y sirve de ejemplo para que ante problemáticas o situaciones similares se tracen estrategias de trabajo en otras comunidades del territorio, partiendo de sus contextos particulares.
Preproducción.
Órganos del Poder Popular en Sagua:
Partiendo del trabajo realizado en cada uno de los Consejos populares por delegados, gestores, grupos de trabajo comunitario y todos los habitantes de cada zona, la respuesta de los delegados, los planteamientos de la población, y las necesidades reales de cada una de las comunidades; proponen un plan para cada una de las secciones del trimestre, tanto en los temas, como en los posibles invitados.
Orientan y preparan a los especialistas de la Televisión en cada una de las temáticas que se abordarán.
Coordinan invitados y días de realización de cada una de las secciones.
Asesora del Centro de Estudios Comunitarios de la UCLV.
Prepara y conduce la sección. Sirve de puente de comunicación entre el medio y el televidente.
Asesora a los órganos del Poder Popular y a los especialistas de la televisión local en el enfoque comunitario de cada una de las secciones.
Telecentro Sagua Visión.
Proporciona el espacio televisivo dentro de la revista “Sagua en Vivo”.
Brinda el equipamiento técnico y el personal artístico posible para cada emisión.
En cada una de las secciones se encuentran invitados los protagonistas de las acciones de autodesarrollo comunitario que se pretenden destacar.
ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES.
• La televisión comunitaria sagüera abrió un espacio de reflexión y diálogo que pretende potenciar la conciencia crítica de las personas frente a las situaciones a resolver en sus contextos comunitarios, mostrando acciones donde se expresen de forma progresiva la participación y la cooperación de los ciudadanos.
• La sección “Respuesta al pueblo” de la revista “Sagua en Vivo” responde no sólo a los intereses del medio de comunicación sino, y sobre todo, a las necesidades de la población como protagonista de los cambios sociales que ocurren en sus espacios cotidianos de vida, por lo que la televisión local en Sagua la Grande afianza su cualidad comunitaria.
• La labor conjunta entre el telecentro “Sagua Visión”, el Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central de las Villas y la Asamblea Municipal del Poder Popular demuestra las potencialidades que pueden fomentarse al establecer vínculos horizontales entre diferentes organismos e instituciones como parte de las redes sociales de una localidad.
Bibliografía
ALONSO Alonso, María M. La investigación de la comunicación en Cuba: préstamos teóricos para un itinerario singular. Revista TEMAS, No.20-21, enero-junio 2000, pp.39-50
ARIAS Herrera, Héctor. “La comunidad y su estudio. Personalidad, educación y
salud.” Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1995.
COLECTIVO de autores. Autodesarrollo comunitario. Crítica a las mediaciones
sociales recurrentes para la emancipación humana. Editorial Feijóo, UCLV, 2004.
GARCÍA, A; Kaplún, Gabriel y Moreira, Rubén. “Las dificultades de la comunicación dialógica.” En: Alejandro, Martha y José Ramón Vidal (Comp.): “Comunicación y educación popular. Selección de lecturas.” Editorial Caminos, La Habana, 2004, pp. 31-38.
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http://www.ourmedianet.org/papers/om2003/gumucio_om3.rtf.
ICRT: “Seminario nacional sobre proceso inversionista de telecentros y emisoras municipales”. La Habana, 2006.
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LIMA, Rafaela. “TV a la manera de la plaza pública”, disponible en el URL
http://www.comminit.com/la/descripciones/lapdsbrasil/descripciones (1997), consultado en línea en enero de 2007.
____________. “TV Beira Linha: estudio de caso.” Disponible en el URL
http://www.ourmedianet.org/papers/om2003/Riedel_OM3.espan.rtf
Gumucio Dragón, Alfonso: “Haciendo olas. Historias de comunicación participativa para el cambio social”. New York, Editorial The Rockefeller Fundation, 2001.
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TRUEBA, Fernando: “Diccionario de cine”. Editorial Planeta, Barcelona, 19.
PUBLICACIÓN EN: x TALLER INTERNACIONAL "COMUNIDADES: HISTORIA Y DESARROLLO"
ISBN: 978-959-250-655-8
cENTRO DE
CENTRO DE ESTUDIOS COMUNITARIOS "UNIVERSIDAD CENTRAL DE LAS VILLAS"
MsC. Yenitsy Miranda Pino.
Ing. Carlos Mena Rodríguez.
Poco podía imaginar el emperador romano Julio César el impacto que iba a tener su decisión de publicar las crónicas de las sesiones del senado en los muros de la ciudad. Varios siglos nos separan de aquel momento que muchos consideran como la génesis de los medios masivos de comunicación. En la actualidad vivimos una verdadera revolución en la que es cada vez más amplia, diversa y mediatizada la manera en que los seres humanos intercambiamos informaciones. Desde la prensa plana hasta el ciberespacio. Pero pocos dudan de los efectos que esos medios provocan en cada uno de nosotros. Ya sea de forma mediata o inmediata, los mensajes transmitidos por los medios de comunicación, incuestionablemente, producen numerosos efectos en los individuos y en las relaciones de interacción que se establecen entre estos y la sociedad. De ahí el valor que se le atribuye a estos medios en la actividad social.
Por eso, no es de extrañar que los medios de comunicación masiva sean el blanco de numerosos estudios en todo el mundo. En América Latina los investigadores han centrado su atención en aspectos tales como la “inserción del proceso de recepción en una historia cultural que contextualiza las prácticas de lectura y consumo”; el “rescate de los actores sociales que participan en el proceso de recepción en tanto proceso de producción e intercambio de sentidos”; y el “compromiso con la realidad social expresado en el interés por incrementar los niveles de participación cultural y política de la gente…”
Es fundamental tener en cuenta las diferencias sustanciales entre la realidad de los medios de comunicación en Cuba y la del resto de los países del continente. Así, por ejemplo, el carácter social de los medios favorece que los movimientos de conflicto, lucha y resistencia, sean relativamente menos agudos y se produzca una mayor identificación entre emisores y receptores. No obstante, los estudios comunicológicos cubanos pretenden contextualizar los resultados de algunas de esas investigaciones realizadas en entornos culturales, políticos y económicos diferentes.
En los documentos de los Congresos del Partido Comunista de Cuba queda plasmada la línea y evolución de la política de la nación ante la problemática de los medios de difusión masiva. En ellos es definitoria la posición de cumplir con las funciones de estos medios, en especial contribuir a la educación política, ideológica, cultural, científico-técnica, moral y estética de la población, en la movilización consciente de las masas para el cumplimiento de las tareas del desarrollo socioeconómico del país, en la información del acontecer nacional e internacional y en la satisfacción de las necesidades espirituales y recreativas del pueblo. La política de programación de la radio y la televisión sustenta en sus lineamientos generales, entre otras, las siguientes ideas:
- “Profundizar con rigor y seriedad en los conflictos propios de los diversos sectores del país sin descuidar el reflejo de ellos en el contexto universal.
- Favorecer en los receptores desarrollo de actitudes, gustos, conceptos y tendencias acordes con los principios y valores de la revolución.”
La sociedad cubana actual, empeñada en un cambio económico y social trascendental y decisivo, no puede ignorar el papel de los medios de comunicación en este proceso. En dicha reestructuración se potencia en gran medida el desarrollo local y la flexibilización de los mecanismos para que las comunidades adquieran mayor autonomía. Aunque estudios sociales reconocen que uno de los principales obstáculos para lograr este objetivo es la actitud pasiva de los cubanos ante las problemáticas de su cotidianidad, expresión de la contradicción social centralismo-participación popular. Cambiar esa actitud presupone un abordaje integral en el que se propicien espacios públicos de debate y reflexión y en el que deben tomar parte los medios de comunicación ofreciendo una visión diferente de la identificación de los conflictos y el protagonismo de las comunidades en la solución a las problemáticas que enfrentan.
En particular, la televisión es un medio de comunicación con gran impacto, por la combinación de la imagen y la palabra, y por las posibilidades que ofrece de difundir la información con mayor rapidez a un público amplio y alcanzar propósitos educativos. Esta es una de las funciones de la televisión como medio de comunicación, ya que, unida a instituciones tales como la familia y la escuela, ayuda a formar sistemas de convicciones que se convierten en orientación para la acción. Para ello es esencial no sólo informar sino comunicar, o sea, lograr que el mensaje, además de significativo para el sujeto, propicie un cambio de actitud definitiva o temporal.
Sin embargo, a la televisión cubana le falta aún el contacto comunitario, dejar de ir a la comunidad únicamente ante una ocasional celebración y hacer una yuxtaposición de imágenes, esto significa visitar las comunidades no solo por los cumplimientos de planes, alguna asamblea u otra reunión que se realice en la comunidad y tomar imágenes y editarlas sin hacer de ella un producto artístico.
En el ámbito televisivo se observa que el uso del término "comunidad" está carente de los elementos teóricos de los estudios que sobre el tema se vienen realizando en el país. Para dirigentes y profesionales de la televisión, “comunidad” tiende a ser el enfoque de provincia e incluso región. Como se observa, falta un basamento conceptual en ellos para entender que el problema es mucho más complejo.
¿Cómo gestar lo comunitario en el área temática del profesional de la televisión? Del mismo modo que en cualquier otra área de acción profesional. Las contradicciones sociales que sirven de fuente de desarrollo en el asunto que centra su actividad quedan expresadas en una problemática social concreta y son reflejadas subjetivamente en forma de malestares sociales sobre los que, en muchos casos, no se tiene conciencia de su existencia.
El diseño de un espacio para televisión comunitaria debe cumplir con el objetivo de ser un instrumento de tipo comunicacional que sirva como herramienta dentro de un programa diseñado por la comunidad para cubrir alguna de las tantas necesidades o problemáticas que viven sus individuos y en las que la organización viene desarrollando diferentes tipos de proyectos. Por lo tanto, el desarrollo de un espacio para televisión comunitaria es el resultado de un diagnóstico que define, entre otros puntos, los siguientes:
- Resolver o ayudar en la solución de una necesidad comunicacional.
- Ayudar a la construcción de identidad e invitar a la participación social, apoyar programas y proyectos de desarrollo social que se estén ejecutando desde otros ámbitos.
- Permitir que haya un acercamiento a los diferentes puntos de vista de los conflictos que se viven al interior de la comunidad y acercar a una posible mediación, entre otros.
Para llegar al diseño de un espacio de televisión comunitaria se pueden analizar cuatro formas de diagnóstico anteriores: el que definió las dificultades que vive la comunidad, el que planteó las necesidades comunicacionales y el que sugirió que la televisión era un medio apropiado para el desarrollo de la misma, para luego llegar al que nos permita orientar el mensaje y las características de dicho espacio.
Son muchas las particularidades que hacen tan interesante y poderosa la televisión comunitaria al momento de pensar en estrategias para enfrentar la poca integración social o comunitaria y el debilitamiento de redes de participación ciudadana. Una de ellas consiste en que la participación del televidente no se limita a ser un simple receptor, usuario, consumidor de productos, sino que se integra por completo al proceso.
Actualmente en Cuba existen numerosas televisoras de carácter local que permiten acercarse más a las necesidades e intereses de un determinado público-objetivo.
A pesar de la polémica existente alrededor de la cualidad comunitaria que puedan o no tener estos medios de comunicación, que en nuestro país responden a límites municipales, consideramos que la esencia radica en que ellos responden a los intereses de esa región. Asimismo, son productores locales quienes se entrenan y laboran en las diferentes funciones que estas televisoras requieren, desde la creación de los espacios hasta su transmisión. Además, la programación se diseña poniendo énfasis en los asuntos locales, y teniendo en cuenta las opiniones de la población para determinar los contenidos tratados. La función de la televisión comunitaria es ocuparse de los aspectos de salud, educación, medio ambiente, organización social, producción, legislación y derechos, entre otros temas que son parte de la vida cotidiana comunitaria.
La televisión comunitaria muchas veces ayuda a construir el concepto mismo de comunidad organizada, ya que lo que hace que una comunidad lo sea, no es tanto el aspecto geográfico o espacial, sino la búsqueda de fines comunes por quienes comparten un mismo espacio y la creación de relaciones interpersonales caracterizadas por los vínculos horizontales. De este modo la televisión no aísla sino que integra, no separa sino que pone a los miembros de una comunidad a trabajar en la búsqueda de un destino común y en igualdad de condiciones tanto para identificar las contradicciones que enfrentan como para proponer soluciones y tomar decisiones. En este sentido cualquier forma de intervención debe contribuir a desarrollar esta capacidad de acción consciente en las personas con las cuales se trabaja. Debe ayudar a que reconozcan sus similitudes, sus intereses comunes, su responsabilidad ante las problemáticas que enfrentan en la cotidianidad y sus posibilidades de acrecentar su potencial de acción por medio de acciones concertadas y organizadas, acciones que generen como subproducto la conciencia de pertenencia, de solidaridad, de involucramiento en la construcción de un destino común. Esto refuerza la idea de que la consolidación y el desarrollo de estas televisiones no están ligados tanto a los productos finales, es decir a los programas, sino más bien a lo que éstos generan. Programas y programaciones comienzan a ser importantes en el momento en que permiten desarrollar otros procesos en el barrio y en el municipio de forma general.
Los medios comunitarios, fomentan la participación de los ciudadanos en la vida pública, tomando en cuenta la fragmentación de la audiencia en grupos de intereses particulares.
La televisión comunitaria es el espacio para que la comunidades se reconozcan en su individualidad y hagan televisión a su manera, con sus recursos técnicos y económicos, con su organización, y lo que es lo más importante, a través de su propia óptica de los problemas; con sus temáticas más auténticas y con su estética personal y diferente. En la búsqueda de esa cualidad comunitaria donde se expresen la participación y la cooperación, la comunidad debe empezar a sentirse dueña de su Sistema de televisión y responsable de los destinos de la misma. La televisión comunitaria puede ser una valiosa herramienta que permita a la ciudadanía involucrarse en la consecución de los fines sociales, en la conformación de verdades y en la creación de mecanismos de participación. En una sociedad participativa debemos lograr una comunicación plenamente participativa. Junto a la “comunicación” de los grandes medios, debe abrirse paso una comunicación de base; una comunicación popular, comunitaria.
La comunicación popular no solo se refiere a crear nuevos medios o nuevos espacios en los medios, porque los tradicionales ya no sean efectivos, sino que hablamos de cambiar los contenidos sin perder la congruencia con la forma.
Nuestros medios deben concebirse a la manera de lo popular, con el color y el sabor de la gente.
El 28 de enero de 2005 se iniciaron en Sagua la Grande, Villa Clara, las transmisiones, de un canal de televisión local en condiciones “de experimentación”.
No fue hasta el 20 de octubre de 2006 que se concluyó el pequeño estudio de transmisiones de Sagua Visión. Con un equipo de trabajo conformado por artistas, periodistas y técnicos sagüeros. Entre los programas que fueron surgiendo en la parrilla de programación del telecentro se encontraba la Revista Variada “Sagua en
Vivo”, que inicialmente adquirió el nombre de “A tu alcance”. La misma desde su génesis presentó secciones con intereses comunitarios y de algunas de ellas surgieron programas que acercan a la programación de este Canal a la definición de “Televisión Comunitaria”, como es el caso del programa histórico “Historias del
Sabaneque” o el de testimonio “La gente de mi pueblo”.
Recientemente con la renovación de esta Revista variada se incorpora una sección que lleva por nombre: “Respuesta al pueblo”. Coordinada, producida y realizada en conjunto entre el Canal de Sagua Visión, el Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central de las Villas y los órganos del Poder Popular de Sagua la Grande, nace como inquietud de los propios gestores comunitarios necesitados de mostrar los cambios ocurridos en la labor de los grupos de Trabajo Comunitario Integrado y el papel de los delegados del Poder Popular en estos espacios de reflexión y debate colectivos.
La sección “Respuesta al pueblo” pretende exponer a la población de Sagua la Grande lo que sucede en cada una de las comunidades del territorio y cuánto es capaz de hacer cada uno de los individuos que en ellas habitan, cuando se encuentran orientados y motivados, conscientes de la responsabilidad que deben asumir ante las contradicciones sociales que enfrentan. Teniendo en cuenta que las personas aprenden con mayor facilidad al observar a otros, a la sección acuden como invitados aquellos gestores comunitarios de base con ejemplos de acciones concretas que muestran el protagonismo de la población en la identificación de sus problemáticas y la búsqueda de soluciones comunitarias.
Esta es una experiencia que reconoce y potencia el autodesarrollo comunitario y se nutre de este, para acercarse a todos aquellos que son capaces de transformar su entorno en pos de superar los problemas que surgen en la cotidianeidad. La experiencia de este vínculo entre la televisora comunitaria, la Asamblea Municipal del Poder Popular y el Centro de Estudios Comunitarios es aún insipiente. No obstante, compartir con otros el análisis crítico del camino recorrido puede contribuir a mejorar esta novedosa experiencia de promover la cultura de lo comunitario.
La sección “Respuesta al pueblo” sale al aire por primera vez el 11 de Septiembre de 2010 y desde entonces ha llegado en 12 ocasiones a los sagüeros, con las más variadas situaciones y problemáticas en diversas comunidades del municipio, más céntricas o más alejadas del centro de la ciudad. Desde el trabajo con discapacitados en el Consejo Popular Isabela-Nueva Isabela, hasta la recuperación de solares baldíos en el Consejo Popular Coco Solo-Pueblo Nuevo. En todos los casos, acciones gestadas por las propias comunidades a partir de los diagnósticos participativos contentivos en sus planes de acción. El tiempo de duración de cada encuentro es de aproximadamente 5 minutos, lo cual garantiza el acercamiento real a la comunidad, permitiendo que sea un espacio rápido, dinámico y de fácil consumo por parte del televidente. Cada emisión tiene como propósito mostrar que es posible y necesario el autodesarrollo comunitario, y con ello, alcanzar acciones que tengan impacto a escala local. Se acerca a sus protagonistas y sirve de ejemplo para que ante problemáticas o situaciones similares se tracen estrategias de trabajo en otras comunidades del territorio, partiendo de sus contextos particulares.
Preproducción.
Órganos del Poder Popular en Sagua:
Partiendo del trabajo realizado en cada uno de los Consejos populares por delegados, gestores, grupos de trabajo comunitario y todos los habitantes de cada zona, la respuesta de los delegados, los planteamientos de la población, y las necesidades reales de cada una de las comunidades; proponen un plan para cada una de las secciones del trimestre, tanto en los temas, como en los posibles invitados.
Orientan y preparan a los especialistas de la Televisión en cada una de las temáticas que se abordarán.
Coordinan invitados y días de realización de cada una de las secciones.
Asesora del Centro de Estudios Comunitarios de la UCLV.
Prepara y conduce la sección. Sirve de puente de comunicación entre el medio y el televidente.
Asesora a los órganos del Poder Popular y a los especialistas de la televisión local en el enfoque comunitario de cada una de las secciones.
Telecentro Sagua Visión.
Proporciona el espacio televisivo dentro de la revista “Sagua en Vivo”.
Brinda el equipamiento técnico y el personal artístico posible para cada emisión.
En cada una de las secciones se encuentran invitados los protagonistas de las acciones de autodesarrollo comunitario que se pretenden destacar.
ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES.
• La televisión comunitaria sagüera abrió un espacio de reflexión y diálogo que pretende potenciar la conciencia crítica de las personas frente a las situaciones a resolver en sus contextos comunitarios, mostrando acciones donde se expresen de forma progresiva la participación y la cooperación de los ciudadanos.
• La sección “Respuesta al pueblo” de la revista “Sagua en Vivo” responde no sólo a los intereses del medio de comunicación sino, y sobre todo, a las necesidades de la población como protagonista de los cambios sociales que ocurren en sus espacios cotidianos de vida, por lo que la televisión local en Sagua la Grande afianza su cualidad comunitaria.
• La labor conjunta entre el telecentro “Sagua Visión”, el Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central de las Villas y la Asamblea Municipal del Poder Popular demuestra las potencialidades que pueden fomentarse al establecer vínculos horizontales entre diferentes organismos e instituciones como parte de las redes sociales de una localidad.
Bibliografía
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PUBLICACIÓN EN: x TALLER INTERNACIONAL "COMUNIDADES: HISTORIA Y DESARROLLO"
ISBN: 978-959-250-655-8
cENTRO DE
CENTRO DE ESTUDIOS COMUNITARIOS "UNIVERSIDAD CENTRAL DE LAS VILLAS"
1 comentario:
...Muy impresionado con el contenido de éste artículo, del grado de evolución y madurez sobre la "comprensión" del valor y relevancia del desarrollo de un programa televisivo comunitario. Indudablemente no debería sorprenderme, porque en las contínuas entregas de capítulos de la "Gente de Pueblo", se hace tangible el resultado y la atención a las personas de a pie, que quizás pasan desapersibidas ante el paso de los años, y que ustedes han rescatado de una manera muy interesante y original.
Durante varios años he podido constatar el magnífico trabajo de otros enlaces, revistas como TINO, de la página Cuba Solar (Energía) etc. Y de éste espacio, de nuestra "Villa del Undoso", es "espectacular", al punto de considerarme un asiduo lector de éste sitio.
Les agradezco el privilegio y el honor de permitirme el compartirlo, les envío un fuerte abrazo desde esta otra orilla de una islita caribeña que toma un ala del mismo pájaro que comparte la otra con la nuestra...cariños desde Puerto Rico, junto a mis respetos usuales...
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