Durante las últimas semanas el andar cotidiano del sagüero ha sufrido una modificación sustancial, pues muchos buscan rutas más seguras huyendo del chapopote. Transeúntes, ciclistas, cocheros y hasta los chóferes de autos más pesados evitan las calles recién cubiertas del renegrido producto que antecede al asfalto. Por estos días no faltan las anécdotas jocosas de quienes se llevan en sus prendas de vestir indeseadas dosis del inevitable alquitrán, y hasta quien ha quedado pegado en él necesitado del auxilio de una mano solidaria. Y qué decir de los corredores de bicicletas que se deslizan en sofisticada maroma para terminar cubiertos de negro.
En una reparación casi total las vías del centro histórico de Sagua la Grande retoman poco a poco las condiciones óptimas para su circulación. Loable este esfuerzo de la empresa de viales de Villa Clara y con este esfuerzo los habitantes de esta ciudad retoman las esperanzas de que la labor también llegue hasta las arterias más transitadas de los principales barrios y repartos, que aún permanecen en tristes condiciones.
Aquí les dejo algunas imágenes que muestran dicho trabajo, el trabajo que se realiza en una ciudad que permanece VIVA, las mismas fueron tomadas por el periodista José Miguel Pérez, quien gentilmente las ofreció a Sagua Viva para compartirlas con el mundo.
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