Por: Yoel Rivero Marín
Era un jodedor, un jodedor con una voz inmensa. Doce años han pasado desde aquel día que una amiga nos presentó. “Yoel, necesito que me hagas un favor, a un muchacho de Isabela le hace falta grabar un demo, canta idéntico a José José, ¿tú podrías durante estos días grabarle para hacerle un disco?”. Allí me presenté, eran las 8 de la noche, nos encontrábamos en el estudio 2 de la emisora Radio Sagua, aquel estudio estaba lleno de gente, toda su familia lo apoyaba, ya venía presentando serios problemas de salud, pero su carácter era inquebrantable. Amigos y amigas lo acompañaban. Cuando comenzó a cantar me sorprendí, era una voz limpia, melodiosa y nada tenía que ver con todos aquellos que hasta el momento, en mi vida profesional, había escuchado cantar los temas de ídolo mejicano. Iván Mata, durante la grabación no paró un solo instante de lanzar chistes. Para decir la verdad, no tuve que detenerlo ni una sola vez. Nunca imaginé que más de una década después sería recordado con tanto cariño en el poblado isabelino en el que nació y donde aún se encuentra casi toda su familia.
Según la prensa oficial con la entrega de los premios del festival Iván Mata in Memoriam, que en su honor se celebra en Isabela de Sagua, culminó la Jornada de la cultura en ese poblado. 14 intérpretes subieron al escenario del cine de Isabela este fin de semana y muchos de ellos se llevaron un reconocimiento. Cuánto no gozaría este isabelino jodedor unas noches como esas. De él tengo un recuerdo fugaz, pero profundo, porque fue de esa gente que no se olvida.
Estoy seguro que muchos seguidores del principe de la canción azteca pueden pasar sin penas ni glorias, pero si José José hubiera escuchado cantar a Iván Mata, hasta él mismo se sorprendería.
Era un jodedor, un jodedor con una voz inmensa. Doce años han pasado desde aquel día que una amiga nos presentó. “Yoel, necesito que me hagas un favor, a un muchacho de Isabela le hace falta grabar un demo, canta idéntico a José José, ¿tú podrías durante estos días grabarle para hacerle un disco?”. Allí me presenté, eran las 8 de la noche, nos encontrábamos en el estudio 2 de la emisora Radio Sagua, aquel estudio estaba lleno de gente, toda su familia lo apoyaba, ya venía presentando serios problemas de salud, pero su carácter era inquebrantable. Amigos y amigas lo acompañaban. Cuando comenzó a cantar me sorprendí, era una voz limpia, melodiosa y nada tenía que ver con todos aquellos que hasta el momento, en mi vida profesional, había escuchado cantar los temas de ídolo mejicano. Iván Mata, durante la grabación no paró un solo instante de lanzar chistes. Para decir la verdad, no tuve que detenerlo ni una sola vez. Nunca imaginé que más de una década después sería recordado con tanto cariño en el poblado isabelino en el que nació y donde aún se encuentra casi toda su familia.
Según la prensa oficial con la entrega de los premios del festival Iván Mata in Memoriam, que en su honor se celebra en Isabela de Sagua, culminó la Jornada de la cultura en ese poblado. 14 intérpretes subieron al escenario del cine de Isabela este fin de semana y muchos de ellos se llevaron un reconocimiento. Cuánto no gozaría este isabelino jodedor unas noches como esas. De él tengo un recuerdo fugaz, pero profundo, porque fue de esa gente que no se olvida.
Estoy seguro que muchos seguidores del principe de la canción azteca pueden pasar sin penas ni glorias, pero si José José hubiera escuchado cantar a Iván Mata, hasta él mismo se sorprendería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario