Alfredo López Arencibia nació en Sagua La Grande el 2 de agosto de 1894. Como sus padres nunca oficializaron el matrimonio, fue discriminado desde pequeño como "hijo natural". No obstante, firmaba con el apellido de su padre a pesar de que malos maestros le reprendían por ello. La familia emigró a La Habana en busca de oportunidades. Al futuro líder obrero entró como ayudante en una imprenta y logró convertirse en un eficiente operario. Al fundarse la Asociación de Tipógrafos en General en 1913, le eligieron vocal de su directiva. Pronto por su honestidad, decisión y coraje, se convirtió en un autentico dirigente sindical de su sector, en el líder natural del proletariado habanero. Dicen que era pequeño de estatura, recio y fuerte, con puños de boxeador, que más de una vez tuvo que usar, como cuando en 1916, junto con otros compañeros, a jabs y ganchos les dio una paliza a unos rompehuelgas. Por su gran sentido organizativo, crecieron su autoridad y prestigio entre las masas trabajadoras. A principios de 1919, dirigió una huelga de tipógrafos que dejó a la capital sin periódicos. El Presidente Mario García Menocal tuvo que intervenir y los obreros obtuvieron el aumento de salario reclamado. A partir del congreso obrero de 1920, por su combatividad allí contra las maniobras reformistas y sus llamados a la creación de una central sindical nacional, su nombre trascendió a todo el país. Un año después, logró que 15 sindicatos capitalinos unieran sus esfuerzos para la gestación de la Federación Obrera de la Habana, de la que pronto fue su secretario general. Fundó la Escuela Moderna, en 1922, para la superación de los trabajadores. Junto con Mella, organizó la Universidad Popular José Martí. Por su gestión en el segundo y tercer congresos obreros de 1925, se constituyó la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC), la primera central sindical única de todo el país. La respuesta de la tiranía machadista no se hizo esperar. Al líder de la FOH lo encarcelaron varias veces bajo calumniosas acusaciones junto con Mella y Baliño. "Estaré siempre dispuesto a lo que sea por defender los intereses de la clase obrera" -advirtió al Ministro de Gobernación. Y añadió: "Usted y yo nunca podremos entendernos. Usted representa los intereses de la burguesía y el imperialismo y yo represento al proletariado explotado por ellos". La tiranía machadista lo trató de intimidar: "Tu cabeza huele a pólvora" -le amenazó el jefe de la policía. Cuando varios compañeros le pidieron que se cuidara, simplemente dijo: "Luchar por lo que uno cree, porque nuestros sueños se hagan realidad, eso vale más que la vida".
En la noche del 20 de julio de 1926, le vieron por última vez caminar por la calle Gloria rumbo a Zulueta, mientras marchaba de su casa hacia el Centro Obrero. Vestía su único traje (negro) y su tradicional lazo blanco.La tradición oral asegura que en Gloria y Economía le arrinconaron varios policías vestidos de civil. A bastonazos lo dejaron inconsciente y se lo llevaron en un auto. Alfredo López estuvo "desaparecido" durante siete años.(P) Se ignoraba si vivía o no, ni dónde lo habían enterrado en caso de haber sido asesinado. A la caída de la tiranía machadista en1933, unos estudiantes hallaron sus restos y el de otros revolucionarios en las faldas del castillo de Atarés.
En la noche del 20 de julio de 1926, le vieron por última vez caminar por la calle Gloria rumbo a Zulueta, mientras marchaba de su casa hacia el Centro Obrero. Vestía su único traje (negro) y su tradicional lazo blanco.La tradición oral asegura que en Gloria y Economía le arrinconaron varios policías vestidos de civil. A bastonazos lo dejaron inconsciente y se lo llevaron en un auto. Alfredo López estuvo "desaparecido" durante siete años.(P) Se ignoraba si vivía o no, ni dónde lo habían enterrado en caso de haber sido asesinado. A la caída de la tiranía machadista en1933, unos estudiantes hallaron sus restos y el de otros revolucionarios en las faldas del castillo de Atarés.
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