sábado, 16 de junio de 2012

Os habent et non loquentur.

Unas nubes más o unas nubes menos, no marcarán la diferencia. El fenómeno fue creado  hace ya mucho tiempo, cuando el blanco y el negro las hicieron infranqueables y las palabras comenzaron a quedar rodando entre cielo y tierra. Dicen que la voz de mando quedó maldecida al intentar llegar al resto de las aldeas y ahora, cuando se hace escuchar, todos los aldeanos reflejan sus hondas como ecos. Descubrir una palabra nueva se ha convertido
en un privilegio solo de esa voz, únicamente de esa voz. Para el resto, todo es sencillo.

No hay comentarios: