jueves, 14 de agosto de 2008

El arte efímero tiene un nuevo nombre: Vórtice

Escribe: Yoel Rivero Marín.

"Sagua la Grande, capital del performance", así fue catalogado por la prensa holguinera en la más reciente edición de las romerías de mayo y razones no faltan para tal afirmación. Un nutrido grupo de jóvenes de las artes plásticas pertenecientes a la Asociación Hermanos Saíz en la Villa del Undoso han demostrado que los más sorprendentes materiales pueden dar vida a una obra de arte en todo el sentido de la palabra. Dentro de los grupos que han surgido en esta ciudad cultivadores del arte efímero se destaca "Vórtice". Fundado en el mes de diciembre del año 2003 y participante desde el 2004 en todas las ediciones del Festival Mundial de juventudes artísticas "Romerías de Mayo", ha sido ganador, entre otros muchos reconocimientos, de premios en el XIX y XX Salón provincial de Artes plásticas y diseño en Villa Clara 2003 y 2004, merecedor del premio de la popularidad en el Festival Nacional de Escultura Efímera en Ciudad de la Habana en el 2004, invitado al IV Salón Nacional de Arte Cubano Contemporáneo en el 2005, a la Feria Internacional del Turismo 2006 y se ha presentado en mútliples ocasiones en el complejo hotelero de la cayería norte de Cuba.

El Grupo Vórtice se ha mantenido fiel a su estilo y aún cuando ha incluido los más diversos materiales a sus trabajos, que van desde el vidrio sobre la piel hasta la pintura corporal, nunca ha desdeñado aquellos materiales que lo ha identificado por toda la isla. El barro y el aserrín logran sobre los cuerpos de estos cuatro jóvenes sagüeros las más diversas formas y son capaces de trasladarnos en el tiempo hasta los años de la conquista española en Cuba o hasta pleno siglo 18 con una exacta caracterización de la época y sus personajes.

El movimiento de arte efímero logrado en Sagua la Grande no tiene precedentes y aún cuando ronda en nuestra Villa el alo mágico de Wifredo Lam el más universal de los artistas plásticos de Cuba nacido en esta tierra y el carisma de otro sagüero, el insustituible Alfredo Sosabravo, que aún sigue sorprendiendo al público cubano y foraneo, los jóvenes de hoy ya comienzan a hacer su historia y el tiempo dirá si llega a ser efímera o no.

Vórtice ha logrado en sus 5 años de trabajo intenso un reconocimiento tanto de la crítica como del público, el cual muestra en cada una de sus presentaciones las más diversas expresiones, unos se sorprenden, otros se tornan curiosos, hay quienes se asustan y existen hasta quienes tildan a estos muchachos de locos por andar por las calles cargados de barro y aserrín en cada parte de su cuerpo, vestidos con ropas extrañas y asumiendo el papel de estatuas vivas que aún siguen cautivando hasta a sus más fervientes seguidores. Villa Clara, Holguín y Ciudad de la Habana han sido las plazas donde mayor acogida ha tenido este grupo y aún cuando exista quien no entienda cómo son capaces de crear una obra de arte que se pierde en el tiempo y toda la perfección lograda queda en el recuerdo hasta su próxima presentación, estos jóvenes de Sagua la Grande siguen en el empeño de hacer que el arte efímero tenga un nombre consolidado en Cuba: Vórtice.

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