viernes, 29 de agosto de 2008

Emigración: Nostalgia, añoranza y recuerdos.

Por Yoel Rivero Marín y Yolaxis Álvarez Castelao.

Aún cuando muchos se nieguen a aceptarlo, la emigración es un fenómeno que ha afectado al ser humano desde su propio surgimiento. Para el cubano y específicamente para el sagüero es un tema que adquiere una connotación muy particular, pues existe en Sagua la Grande una realidad objetiva: Las personas están emigrando constantemente, sobre todo de forma ilegal, y para aquellos que no pierden la vida en el mar o son repatriados, la vida no es tan sencilla como lo muestra el suceso político y comercial, al cual es al que únicamente la prensa se remite una y otra vez, dejando de ver al emigrante como un ser humano con los más complejos sentimientos.

La vida del que emigra se ve envuelta en un alo de nostalgia y añoranza hacia la tierra que lo vio nacer, el lugar donde creció y donde tiene la mayor parte de sus recuerdos y aún cuando se quiera rodear de las más diversas distracciones, tiene que afrontar tal hecho de forma positiva y conciente de la decisión tomada.

Numerosas familias abandonan sus países de origen con la esperanza de encontrar mejores expectativas de vida. Las condiciones económicas son las causas más generalizadas a la hora de emigrar a otro país.
La emigración, es el desplazamiento de un grupo de personas o de un individuo de uno a otro país, ya sea de forma temporal o permanente. Aunque puede responder a muchos tipos de causas, la emigración, así como la inmigración, están normalmente originadas por la necesidad o deseo de alcanzar mejores condiciones económicas y sociales. La emigración forzosa y la aparición de refugiados son, en la mayoría de los casos, consecuencia de fenómenos como la guerra, el hambre, la intolerancia racial y religiosa, y la persecución política.
La emigración es uno de los componentes básicos del cambio demográfico y, sin duda, el más difícil de medir y de analizar. Las fuentes estadísticas sobre este fenómeno presentan graves deficiencias, por dificultades que van desde su diferente conceptuación hasta la existencia de un flujo importante de migraciones irregulares o indocumentadas. Las dificultades de su análisis se centran en la tremenda complejidad de sus causas, que implican desde decisiones individuales respecto a los motivos de elección del punto de destino, pasando por la existencia de dificultades o facilidades geográficas o de transporte, hasta las políticas de acogida y rechazo de los países emisores y receptores.
Se observa evidentemente que la actual es más baja y que el país de más alto nivel de emigrados cubanos es Estados Unidos por, además de toda la política que asumen para los cubanos; es este el país que se encuentra a solo 90 millas de las costas cubanas y la zona central es la más propicia para el intento de salidas ilegales que al final son las que más perjudican a la población. Se enmarcan las investigaciones a partir de los 90 por el inicio del período especial en Cuba, pero no podemos pensar que el problema es nacional, sino que es una situación mundial y de todos los tiempos.
El conflicto entre lo que se quiere y lo que vive realmente el que emigra es difícil de mostrar, de imaginar, resulta imposible conocer el sentimiento que embarga al emigrado, descubrir cuán profundo cala la nostalgia y el desarraigo en él. Analizar este fenómeno sin atender todo el conflicto interno que se crea en aquel que ha decidido vivir lejos de la tierra donde nació, donde creció, donde se encuentra su familia, sus amistades, aquel que ha decido convivir con otras costumbres, otra cultura, incluso otro idioma, se torna en algo muy complejo.
En el caso de Cuba, la emigración hacia los Estados Unidos tiene en las últimas décadas motivaciones muy atípicas, pues va más allá de la propia decisión de cada persona. Se han creado un grupo de condiciones globales que generan un conflicto donde existe una única víctima, el ser humano. La nostalgia no es un patrimonio solo de los cubanos, pero por nuestra propia idiosincrasia nos afecta de manera más marcada. Además, en los medios de prensa de todo el mundo el fenómeno de la emigración de los cubanos ha adquirido connotaciones políticas exageradas y nadie realmente se propone descubrir qué siente aquel que emigra.

Este es un tema que se ha abordado en la emisora de radio local de Sagua la Grande por la afectación que presenta su comunidad en este sentido de forma particular con el programa radial “El Olor de mi tierra” del cual la propia de Licenciada Yusimí B. González Herrera. Directora de programación de la Radio Cubana expresó cuando preguntamos ¿Por qué no se hacen más programas radiales de este tipo en el país siendo un problema real?
“Hay que ser creativos y de nada vale que exista la voluntad, cuando los propios realizadores, más allá de la censura, se están autocensurando y lamentablemente, no sé la causa real, pero no encontramos en los miles de realizadores del país aquello que realmente dé un cambio siempre hacia delante. En el caso de este tipo de programas con el tema de la emigración, sólo he escuchado 4 o 5 en Cuba con el rigor como para salir al aire, y así nada debe evitar que salgan, pero ¿Dónde podemos encontrar más?”

¿La tierra tiene olor?...

jueves, 28 de agosto de 2008

Los cementerios de Sagua la Grande

Especialista: Raúl Villavicencio Finalé

La Villa de la Purísima Consepción de Sagua la Grande ha tenido en su historia al menos 4 cementerios. Existe aún la duda sobre la posible existencia de un cementerio muy antiguo en el poblado de Sagua la Grande, pero Alcover lo cuestiona sin negarlo del todo. Este pudo haber existido hacia el lado Este de la segunda iglesia contraída en 1825 en la misma esquina del actual Parque de la Independencia que da hacia el río por la calle de Padre Varela.
En 1827, al depender Sagua la Grande del curato de Quemado de Guines, hasta allí tenían que ser trasladados los cadáveres de los sagüeros para recibir sepultura católica. El camino hasta ese pueblo vecino era entonces cenagoso y difícil de transitar, razón por la cual se gestionó ante el obispo de La habana un permiso para construir uno local.
Este permiso debió llegar a Sagua antes de 1835, pues plantea Alcover en su Historia de Sagua que “es casi seguro” que se inaugurara en ese año un cementerio en el área aproximada que hoy ocupa la actual manzana conformada entre las calles Maceo, Calixto García, Martí y Máximo Gómez, “cerrado” y a sotavento de la población” de entonces, “a la cabeza de la laguna de Hoyuelos”.
En abril de 1956 al reconstruirse la calle de Calixto García, fueron profanados los restos allí enterrados en el pasado y posteriormente pudieron rescatarse algunos de ellos en la calle de Maceo. Este cementerio duró hasta 1852 en que se construyó otro de mayor tamaño hacia la parte sur del poblado, de cuál se guardan en el museo histórico de Sagua la Grande restos óseos, tarjas y fotos de la época.
En 1904 se construyó el cuarto y actual cementerio. Quienes aun vivían por entonces en Sagua, trasladaron hasta el nuevo los restos óseos y ornamentos funerarios de mármol pertenecientes a las tumbas familiares, pero los restos de quienes ya no tenían a ningún familiar cuando se produjo el traslado, quedaron allí para siempre. En 1958 cuando se comenzó a construir allí la escuela que hoy lleva el nombre de Fidel Arredondo fueron promovidos centenares de sepulturas para hacer los cimientos.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Conchita Campa. Sagüera ayer, hoy y siempre.

Escrito por: Yoel Rivero Marín.

El 12 de mayo de 1951 nació en la Ciudad de Sagua la Grande una de las mujeres más importantes dentro de la ciencia cubana e internacional del siglo XX. La Doctora Concepción Campa Huergo, cariñosamente conocida en su ciudad natal como Conchita, se siente orgullosa, más allá de sus triunfos en el mundo científico, de ser sagüera.
Estudió hasta la enseñanza preuniversitaria en la Villa del Undoso y al decir de ella misma tuvo una infancia tranquila y una adolescencia marcada por los cambios que se generaban en la isla con el triunfo de la revolución liderada por Fidel. Mientras estudiaba en el Preuniversitario “Miguel Diosdado Pérez Pimentel” dio clases en la Secundaria Básica “Máximo Gómez” y en su bicicleta recorría las calles de la Villa con un placer infinito que hoy recuerda con nostalgia. No olvida las clases de piano recibidas en la tierra de Lam, los paseos en el parque “La libertad”, las noches enteras sumidas en la lectura que tan feliz la hicieron.
Conchita parte de Sagua al ingresar en la Universidad de la Habana para convertirse en Licenciada en Ciencias Farmacéuticas, y allí comienza a crecer esa jovencita sagüera que jamás pensó ser Directora General del Instituto “Carlos J. Finlay” y creadora junto a un grupo de especialistas cubanos de VA- MENGOC-BC, la primera y única vacuna en el mundo eficaz contra el Meningococo tipo B.
A principios de los 80, con sus dos hijos pequeños, Conchita vivía sumida en una angustia terrible por la cantidad de niños cubanos que morían víctimas de la meningitis, no se separaba de la meseta de su laboratorio hasta que finalmente lo consiguió. En ese momento además de salvar la vida de miles y miles de niños cubanos, vio abrirse las puertas del mundo. Comenzó entonces el crecimiento de la Biotecnología en Cuba y fue la consagración definitiva de Concepción Campa Huergo como una de las cubanas más reconocidas del siglo 20. Hoy es Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, Miembro del Buró Político del PCC, Investigadora titular del CITMA, Doctora Honoris Causa de las Universidades de la Habana, Villa Clara y la de Malasia, Miembro de la Academia de Ciencias. Ostenta entre otros muchos, los reconocimientos: Premio Iberoamericano “José Martí”, Heroína del trabajo de la República de Cuba, La Orden “Mariana Grajales”, la Orden “Lázaro Peña” de primer grado, la Medalla “Carlos J. Finlay”, Reconocimiento de la Sociedad Latinoamericana de Pediatría por su destacado aporte científico a la protección de la salud infantil, y con igual o mayor orgullo ostenta el título de Hija Ilustre de Sagua la Grande.
Conchita sueña con una medicina natural, con una medina más humana, con una medicina preventiva. Trata de crear en la población una cultura alimentaria sana y que sea nuestro alimento la mejor medicina. A cada paso retoma de sus orígenes y cuando a veces, como en todos los seres humanos pasa, se siente cansada, viene a su tierra, la Villa de la Purísima Concepción de Sagua la Grande, a tomar fuerzas para seguir adelante, porque fue Sagua quien la educó y es y será Sagua donde mejor podrá encontrarse a sí misma.

domingo, 24 de agosto de 2008

Las primeras calles de Sagua la Grande

Tema: Las primeras calles de Sagua
Especialista: Raúl Villavicencio Finalé

Se hace muy difícil definir en que preciso momento surgen las primeras calles de un pueblo. En el caso específico de Sagua, el propio quehacer rutinario impuesto por la necesidad de transitar un día tras otro para resolver los problemas vitales de la comunidad recién formada hizo que se fueran trazando los primeros tramos rústicos de vías públicas en forma de simples callejones, polvorientos o enlodados según la época del año, los cuales se iban ensanchando y mejorando paulatinamente en la medida en que crecía el interés económico, político o social de quienes los utilizaban diariamente.
Hacia 1825, las 74 casas y establecimientos que ya existían en el poblado ya conformaban un área que abarcaba más o menos el espacio comprendido entre el río y las actuales calles de Maceo, Colón y Clara Barton, espacio geográfico este en el cual las vías más transitadas comenzaban a ser bautizadas con nombres que expresaban los anhelos y los sentimientos de los sagüeros de entonces. Así tenemos que Maceo se conocía por Estrella , Ribera por el mismo nombre, Luz Caballero por Esperanza, Clara Barton por Progreso y Padre Varela por Cruz. Es importante destacar que nunca sabremos el momento exacto en que comenzaron a llamarse así
Todas las indagaciones históricas realizadas hasta el momento, nos hacen suponer que Progreso, hoy Clara Barton, desde la aguada del río hasta la calle de Colón, haya sido la más antigua de todas, por las razones que hemos expuesto en secciones anteriores y por los grandes anhelos de los fundadores expresados en tal nombre. Debido a ello hemos propuesto a las principales autoridades del Municipio la restitución de su nombre original, cambiado indebidamente por el Ayuntamiento Municipal a principios del siglo XX.

jueves, 14 de agosto de 2008

La fundación de Sagua III


Tema: La fundación de Sagua III
Especialista: Raúl Villavicencio Finalé

En el momento histórico de la fundación, fines de 1812, ya existía alrededor de la rústica iglesia parroquial recién inaugurada, un núcleo poblacional bien definido compuesto por unas 30 casas de guano y embarrado habitadas por cerca de 200 personas.
En 1912, al conmemorarse el centenario de la fundación de Sagua la Grande, en el marco de las actividades realizadas por los festejos, se acuñó una medalla conmemorativa y se ubicó una tarja de bronce en el lugar aproximado donde estuvo la ermita.
La Tarja en estos momentos no está, pero los sagüeros de hoy, los que aman verdaderamente a su pueblo, tenemos la obligación de hacer una nueva tarja y devolverla a su lugar lo más pronto posible, porque sentimos vergüenza de esa ausencia.
Al fundar el pueblo, aquellos sagüeros nos enviaron simbólicamente un mensaje desde el pasado, como diciéndonos, aquí les fundamos un pueblo en estado embrionario, ensánchenlo, háganlo próspero y hermoso y protéjanlo para bien de todas las generaciones que vivirán en él.

El arte efímero tiene un nuevo nombre: Vórtice

Escribe: Yoel Rivero Marín.

"Sagua la Grande, capital del performance", así fue catalogado por la prensa holguinera en la más reciente edición de las romerías de mayo y razones no faltan para tal afirmación. Un nutrido grupo de jóvenes de las artes plásticas pertenecientes a la Asociación Hermanos Saíz en la Villa del Undoso han demostrado que los más sorprendentes materiales pueden dar vida a una obra de arte en todo el sentido de la palabra. Dentro de los grupos que han surgido en esta ciudad cultivadores del arte efímero se destaca "Vórtice". Fundado en el mes de diciembre del año 2003 y participante desde el 2004 en todas las ediciones del Festival Mundial de juventudes artísticas "Romerías de Mayo", ha sido ganador, entre otros muchos reconocimientos, de premios en el XIX y XX Salón provincial de Artes plásticas y diseño en Villa Clara 2003 y 2004, merecedor del premio de la popularidad en el Festival Nacional de Escultura Efímera en Ciudad de la Habana en el 2004, invitado al IV Salón Nacional de Arte Cubano Contemporáneo en el 2005, a la Feria Internacional del Turismo 2006 y se ha presentado en mútliples ocasiones en el complejo hotelero de la cayería norte de Cuba.

El Grupo Vórtice se ha mantenido fiel a su estilo y aún cuando ha incluido los más diversos materiales a sus trabajos, que van desde el vidrio sobre la piel hasta la pintura corporal, nunca ha desdeñado aquellos materiales que lo ha identificado por toda la isla. El barro y el aserrín logran sobre los cuerpos de estos cuatro jóvenes sagüeros las más diversas formas y son capaces de trasladarnos en el tiempo hasta los años de la conquista española en Cuba o hasta pleno siglo 18 con una exacta caracterización de la época y sus personajes.

El movimiento de arte efímero logrado en Sagua la Grande no tiene precedentes y aún cuando ronda en nuestra Villa el alo mágico de Wifredo Lam el más universal de los artistas plásticos de Cuba nacido en esta tierra y el carisma de otro sagüero, el insustituible Alfredo Sosabravo, que aún sigue sorprendiendo al público cubano y foraneo, los jóvenes de hoy ya comienzan a hacer su historia y el tiempo dirá si llega a ser efímera o no.

Vórtice ha logrado en sus 5 años de trabajo intenso un reconocimiento tanto de la crítica como del público, el cual muestra en cada una de sus presentaciones las más diversas expresiones, unos se sorprenden, otros se tornan curiosos, hay quienes se asustan y existen hasta quienes tildan a estos muchachos de locos por andar por las calles cargados de barro y aserrín en cada parte de su cuerpo, vestidos con ropas extrañas y asumiendo el papel de estatuas vivas que aún siguen cautivando hasta a sus más fervientes seguidores. Villa Clara, Holguín y Ciudad de la Habana han sido las plazas donde mayor acogida ha tenido este grupo y aún cuando exista quien no entienda cómo son capaces de crear una obra de arte que se pierde en el tiempo y toda la perfección lograda queda en el recuerdo hasta su próxima presentación, estos jóvenes de Sagua la Grande siguen en el empeño de hacer que el arte efímero tenga un nombre consolidado en Cuba: Vórtice.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Raúl Villavicencio Finalé: “Si tuviera más de una vida también la entregaba a Sagua la Grande”.

Escribe: Yoel Rivero Marín.

“… la aventura, bueno es que se sepa, no elige lugares ni tiempos,
Por más prosaicos y banales que sean o parezcan”.
José Saramago

Sagua la Grande vive orgullosa de sus calles, de su gente, de su historia, sobre todo de su historia y a ella se ha dedicado por entero un hombre que ostenta el merecido título de Historiador de la Villa de la Purísima Concepción de Sagua la Grande. Raúl Villavicencio Finalé. Profesor de esta asignatura desde muy joven, en el año 1986 comienza a dirigir el museo polivalente de la ciudad y en él se dio a la tarea de rescatar una parte importante del pasado del municipio y desarrolló, como nunca antes, la investigación arqueológica.
En busca de un sueño encontró en la región centro norte de Cuba un mundo desconocido para esta ciencia en el país y un potencial arqueológico que es hoy uno de los más grandes de la isla. En sus trabajos creó el grupo espeleoarqueológico “Delta” y del bosque hizo un aula, educó a un grupo de jóvenes que son hoy investigadores de alto nivel en esta ciencia. En 1992 el grupo recorrió desde su nacimiento hasta la ciudad el Río Sagua la Grande en sólo 8 días, lo cual constituyó la única vez que se ha realizado tal hazaña.
Dentro de las investigaciones de Raúl Villavicencio la polémica de mayor trascendencia es el hallazgo de las hachas de mano, una manifestación extraña de la población aborigen en el archipiélago cubano, las cuáles se han encontrado dispersas en casi toda la región centro norte de Cuba. Además los investigadores del municipio liderados por el Villa han encontrado varios sitios donde claramente se pueden determinar asociaciones de herramientas primitivas con huesos de diferentes animales, fechados hasta en 30 mil años de antigüedad, lo que pudiera cambiar todo lo escrito sobre el aborigen en la historia de Cuba. Las polémicas desatas alrededor de estas investigaciones han adquirido carácter internacional con la presencia en el municipio de especialistas norteamericanos y alemanes que en más de una ocasión han hecho aportes importantes al trabajo de Raúl, quien es hoy candidato a Doctor en Ciencias e Investigador titular del CITMA.

Como Quijote en pleno siglo XXI sigue enfrentando molinos y luchando, a sus 56 años de edad, por una ciudad que atesora un pasado espléndido y gran parte de él está en nuestras manos. Hoy cuando las presentes generaciones tienen como un reto el recuerdo, él está ahí alzando su voz, dando el ejemplo, creando conciencia, educando y recordando a su gente que nos hemos ganado un lugar en la historia y cuanto lo hemos de preservar. Toca a los sagüeros de esta era mantenerlo vivo y el Villa, como lo conocen en su ciudad, en Cuba y en el Mundo, apuesta su vida en ello, convive con la historia y aún cuando no lo quiera así, forma parte de ella, se ha integrado de tal forma que el historiador se siente presente en aquel sitio aborigen en los mogotes de Jumagüa, en aquella entrada triunfal del general José Luis Robaú, en la gesta del 9 de abril de 1958. Raúl Villavicencio ya es parte de la historia de Sagua la Grande y los que vivimos aquí lo sabemos bien.

jueves, 7 de agosto de 2008

La fundación de Sagua II

Tema: La fundación de Sagua II
Especialista: Raúl Villavicencio Finalé

Los sagüeros de todos los tiempos deberán agradecer eternamente a Don Juan Caballero el tesón y la constancia que mostró en fundar un pueblo desde el mismo momento en que con toda su familia se estableció en este punto geográfico en 1806. Solo él, apasionado por esa idea, llevó a cabo la repartición de pequeñas parcelas para atraer a nuevos pobladores, infundiendo un incipiente sentido urbanístico a aquel desordenado caserío que encontró a su llegada, para proyectarlo con ese acto hacia el futuro. A él se debe también la iniciativa de gestionar el permiso ante las más altas autoridades eclesiásticas de la Colonia para construir la ermita y organizar el acto fundacional en el lugar escogido de antemano.

El lugar era el más apropiado para ello pues ocupaba la parte más elevada de la margen izquierda del río, a salvo de sus peligrosas crecidas. Era además la parte más céntrica del naciente caserío, lugar donde ya se conformaba la importante plaza del mercado, hoy Parque de la Independencia. De ahí nacía también el camino que conducía a la aguada del río, la cual abastecía de agua potable a todos habitantes del caserío.

Ese mismo camino, cruzando el río por la aguada y subiendo un leve declive, conectaba con los pobladores que se habían asentado en la margen opuesta y enrumbando a la derecha conducía hacia Santa Clara, centro político-administrativo del cual dependía Sagua por entonces.
Ese núcleo poblacional inicial influiría posteriormente sobre todas las tendencias del crecimiento urbano surgidas al calor del desarrollo económico, político y social ascendente del poblado.

viernes, 1 de agosto de 2008

La Fundación de Sagua la Grande (I)


La Fundación de Sagua la Grande (I)
Especialista: Raúl Villavicencio Finalé

Existió una vieja polémica, hoy casi olvidada, entre dos historiadores locales, quienes con gran rivalidad profesional, defendieron dos criterios históricos muy diferentes sobre la fundación de la ciudad.

José E. Pérez, más conocido por el sobrenombre de Pepe Hillo, periodista y pedagogo local de renombre siempre planteó con vehemencia que Sagua no fue fundada el 8 de diciembre de 1812 como aseveraba el otro, porque según él, ya Sagua existía mucho antes de esa fecha y por lo tanto se desconocían los datos oficiales al respecto.

Por su parte, de manera opuesta, el destacado periodista Antonio Miguel Alcover, siempre defendió el criterio de la fundación oficial el 8 de diciembre de 1812 con la inauguración de una pequeña y humilde ermita o capilla y la celebración en ella de una misa en honor de la Purísima Concepción, patrona del pueblo, como era costumbre entonces entre los colonizadores españoles.

En lo personal considero que Alcover tenía la razón porque el acto como tal fue notable y se aprovechó como señal de fundación, sentimiento que antes no existía entre los cerca de 200 pobladores que allí se congregaron ese día. Los sagüeros de entonces tomaron conciencia del hecho por la relevancia que tenía para sus vidas.