miércoles, 23 de noviembre de 2011

Os habent et non loquentur



Unas nubes más o unas nubes menos, no marcarán la diferencia. El fenómeno fue creado hace ya mucho tiempo, cuando el blanco y el negro las hicieron infranqueables y las palabras comenzaron a quedar rodando entre cielo y tierra.
Dicen que la voz de mando quedó maldecida al intentar llegar al resto de las aldeas y ahora, cuando se hace escuchar, todos los aldeanos reflejan sus ondas como ecos. Descubrir una palabra nueva se ha convertido en privilegio solo de esa voz, únicamente de esa voz. Para el resto, todo es sencillo.

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