lunes, 12 de noviembre de 2012

Urbanización de Sagua la Grande

Al fundarse Sagua la Grande es lógico pensar que algo tuvo que determinar el hecho concreto de su fundación. Y de ahí que se haga a partir de una fecha determinada. Muchos afirman que Sagua existe de fecha muy anterior al año 1812 y es cierto.
Luego, nada tiene de extraño que el punto geográfico Sagua existía con anterioridad a 1812. El punto denominado Sagua ó más bien El Embarcadero existió con pobladores y casuchas, pero el pueblo de Sagua como tal ese no existía ese nació en el año 1812.


Don Juan Caballero, vecino anterior a la fundación se propuso fundar un pueblo y comenzó por construir una iglesia de madera, exponente de los tiempos, dividió sus terrenos en solares y se propuso atraer colonos. No había agrimensor que hiciera el trazado y levantara el plano; pero de hecho quedó marcada la fecha de la fundación y el comienzo de la urbanización de la formación del pueblo, del germen de la futura urbe.
Cinco años después en 1817, ya se contaba con 30 casas y se establecía una Capitanía de Partido, la cual dio impulso a la obra de urbanización iniciada por Caballero, con el propósito manifiesto, dicho y concretado, así declarado de fundar en El Embarcadero un pueblo en el transcurso de los año fue Villa y uno de los centros Urbanos mas importantes de la republica de Cuba.
Las primeras calles del nuevo pueblo quedaron formadas dando frente a lo que se conoce por Isla Verde, hacia la antigua plaza de Armas donde estaba la Iglesia o Ermita.
Cuando se creó la Tenencia de gobierno en 1844, y vinieron a Sagua varios geómetras ya tenía dentro del recinto urbanizado, 553 casas. Estos mensuradores fueron los primeros que levantaron planos.
Las casas de la calle "Rivera" entre "Padre Varela" y "Progreso" hoy "Clara Baton" son las mas antiguas de la Villa del Undoso y allí estuvo precisamente el centro del movimiento mercantil y oficial.
La casa del ayudante de Marina, almacenes de víveres, la Cárcel Provisional, la casa de salubridad de Lagargett, establecimiento benéfico importantísimo y otros establecimientos tanto de oficinas como comerciales estaban situados por aquellos contornos.

El pueblo comenzó a ensancharse por el sur hacia el paso del rio en línea recta y por el norte siguiendo en línea de las construcciones. De aquí parte ese defecto en la alineación del grupo de calles comprendidas en el espacio que encierran las del progreso hoy "Clara Barton", "Solís", "Marta Abreu" y el rio.
El resto de las vías públicas están tiradas a cordel y de esta condición son las de "Casariego", "Céspedes", "Amistad", "Calixto García" y "Máximo Gómez", en la dirección de norte a sur, y en las situadas de este a oeste, desde "Enrique Varona" hasta tejares de Macún y desde libertadores hasta el río.
Levantada la Villa de Sagua sobre un terreno bajo y pantanoso se presentaba a la apreciación de sus gobernantes y moradores una verdadera obra de romanos la de solidificar e higienizar el suelo haciendo firme el piso y extirpando todo germen de enfermedades infecciosas. La calle de "Colon" desde "Caridad" hasta el puente de "Cocosolo" es un terraplen relleno macizo y compacto hecho a fuerza de piedra arena y escombros con un malecón o muro de contención que mira al rio. Casi toda la porción oeste del casco de la Villa, desde "Céspedes" a la "Laguna de Hoyuelos" era un pantano.
No dejó de influir en estos involuntarios desaciertos la circunstancia lamentable de que las obras no se hacían bajo la dirección profesional y experta de un arquitecto sino por alarifes o maestros mayores. El teniente Gobernador D. Joaquín Casariego, tuvo la oportunidad de consultar a un ingeniero Civil de apellido Enríquez que una casualidad había traído a Sagua, el cual realizó las profundas cloacas que dan salida a las antes estancadas aguas.
La posición topográfica de Sagua y su importancia mercantil exigían que se atendiera a la desecación de las calles para alentar el espíritu de fabricación y garantizar la salubridad de los habitantes. El brillante informe que fue aceptado y aprobado con un solo voto en contra terminaba recomendando que inmediatamente se procediera a recomponer las calles por zonas y por el sistema de Mac-Adams; que se adaptara el sistema de desagüe por planos de inclinación combinados según los trazados hechos en año anteriores por los arquitectos e ingenieros O’Campo, Couspeire y Enriquez.
El 25 de septiembre de 1853 se aprobaron por la municipalidad las ordenanzas de construcción, por lo cual nada se podía hacer sin el permiso de la autoridad, se prohibía construir por particulares el pavimento de las calles, levantar el existente ni formar caños con desagüe a la calle. Toda casa debía tener 18 pies de altura los edificios declarados ruinosos debían ser demolidos; el propietario quedaba obligado a construir la acera de loza isleña o ladrillos según la categoría de la calle.
En 1874 el ornato público demandó que se fijaran zonas para las edificaciones según fueran de madera o mampostería. Se prohibió fabricar de madera en una zona que abrazaba las calles: "Ribera", "Fortuna", "Colón" en toda su extensión de puente a puente, "Intendente Ramírez", "Tacón", "Amistad", "San Elías" y "Merced"; y las transversales de la "Misericordia", "Estrella", "Gloria", "Cruz", "Progreso", y "Oriente" incluso las aceras o frentes que dieran a los extremos de la misma zona.
Proyectada por Casariego la recomposición de la calle de la Carolina formando una hermosa avenida de árboles, en el remate de la calle Colón, fue pedida la venia a la señora viuda de D. Lorenzo Bidot de Anaya dueña de los terrenos de Cocosolo. La viuda contesto que al ordenar su difunto esposo el plano de una población había dejado la parte de la calle Colón que va para sus terrenos con veinte y ocho varas de ancho a fin de que se hiciese una alameda, con lo cual ratificaba la concesión. Se levantaron los planos del puente y de la alameda procediéndose a las obras e interesándose al efecto la suscripción de los vecinos. Así comenzaron las obras del puente de Cocosolo y de la alameda que desde el puente se extiende hasta el lindero de Macún procediéndose de una vez a la mensura de las calles con arreglo al plano que hizo levantar Bidot.
El Coronel del Ejército Español D. José Rafael Ugarte propietario de por mercedación de los terrenos situados a la orilla derecha del río Sagua y frente a la Villa de este nombre, cedió al ayuntamiento para ser urbanizada una caballería precisamente en su posición antigua a la Villa de Sagua la Grande.
Tetuán, así se denominó hasta 1899, el barrio llamado hoy Baire que se extiende al oeste de la Villa de Sagua por la sabana de Jumagua. Antes de procederse al reparto de los solares, la dueña de los terrenos D. Isabel Nodal viuda de Picazo mandó a levantar en 1863, por el agrimensor Estrada un plano del proyecto del cual se marcaran las manzanas de conformidad con las calles de la parte antigua, para que armonizasen con esta. A las calles se le dieron 15 baras de anchura con el fin de proporcionar colgadizos de tres en ambas aceras para que los pedestres pudieran gozar de sombra y guarecerse de la lluvia en el transito.
Fue una manifestación del enanche de Sagua por el sur hasta el rio, la fundación del barrio de Rodas por repartos de los solares que hicieron en 1870 sus propietarios. Levantaron un plano en perfecta armonía con las calles de la Villa, haciéndolas de 13 metros y 75 centímetros de anchura, que conservaron sus nombres y solo en donde faltó la continuidad se pusieron nombres peculiares del nuevo barrio al cual propusieron denominar Rodas en honor al Capitán General en funciones D. Antonio Fernández de Roda.
El ayuntamiento pidió la cesión a su favor de terrenos para edificios públicos en la calle de "San Elías" o la "Merced" dando frente a la plaza que se titulaba de Valmaseda y los fundadores del barrio cedieron sin estipendio alguno y para el indicado fin la manzana comprendida entre las calles de la Merced, Virtudes, Industria y Brito.
A fines de 1874 se resolvió la apertura de la calzada de "Jumagua" en la línea recta con el eje de las calles de "Misericordia", en virtud de reclamación interpuesta por vecinos de dicha calle en 1870. Este expediente ruidosísimo, trajo consigo un verdadero beneficio el pueblo.
La urbanización tomo incremento; Casariego emprendió y dio termino a la prolongada calle llamada Colon y el movimiento vital de la población, empezó a manifestarse por esa calle en el tramo comprendido desde la antigua calle Misericordia hasta la del Progreso por frente a la plaza del Recuerdo, donde estaba el mercado y la iglesia de madera, en cuyo sitio se dice que existió un cementerio y hoy se encuentra el parque la Independencia.
Muchos recuerdan que el centro Comercial de Sagua era el comprendido por los alrededores de la antigua Plaza de Armas. Los contornos de la Iglesia eran lugares cenagosos y por el paradero del ferrocarril el aspecto rural era un signo inequívoco de la existencia de un prédio rústico. Pero comenzó el arreglo de la calle de la Gloria hoy calle "Martí" y el establecimiento de algún que otro almacén. El movimiento comercial dilatándose, tomo asiento por esa nueva calle que con el tiempo sería la arteria principal de la Villa.

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