domingo, 8 de mayo de 2011

Regalo para el Día de las Madres

Durante la mañana de ayer no tenía idea qué regalo hacerle a las madres que leen a diario este blog, no imaginaba qué pudiera colgar en mis páginas para que cada hijo de este mundo pudiera tomarlo prestado y regalarlo a ese ser que como la madre tierra, es nuestro sentido de vivir. Pero por compromisos del destino, acudí a la parroquia de Sagua la Grande, aún sin ser devoto, lo confieso, pero con respeto para amigos y familiares que lo son. Fue allí que una señora, apagada por los años, pero reluciente en su inconmensurable sabiduría, tocó mi mano y me dijo: “Toma hijo, lleva este presente a tu madre, y sobre todas las cosas, lleva cada palabra presente tú mismo en la vida". Era un cuento sencillo, un cuento que después de leerlo y releerlo, no quise que quedara solamente en mi casa, junto a mi madre o mi familia, sabía que cargaba mucho más que un mensaje religioso, en él está la esencia de una madre y por eso aquí está, para todas las madres en su día.
Estaba Dios en su taller de orfebre, trabajando arduamente en su última creación, cuando de repente, un grupo de ángeles, intrigados por su afanosa entrega se atrevieron a interrogarle:
- ¿Que hace señor?
-La más grande de mis obras maestras -contestó.
-¿En qué consiste?- preguntaron.
-En un ser de cuatro pares de ojos y seis brazos.
Y sorprendidos, exclamaron:
-¡Y para que le van a servir cuatro pares de ojos!
-Un par de ojos, es para que pueda apreciar la belleza que le rodea, uno más para comprender cada acción que realicen mis hijos, el tercero para leer los pensamientos, las palabras no pronunciadas, con unos ojos, que puedan ver los corazones y ante los cuáles, no pueda haber secretos, y, el último, para que pueda apreciar la presencia de Dios en la paz de un niño durmiendo.
-Y tantos brazos, ¿para qué?
-Los primeros dos son para servir, desde esforzarse en el trabajo más arduo hasta cultivar la flor más delicada. Dos más serán para acunar a cada uno de mis hijos y llenarlos de caricias, de ternura y amor, y los últimos para levantarlos y luchar ante la injusticia y el abandono.
-Señor, este nuevo ser que estas creando, será inteligente?
-Tendrá la capacidad ilimitada para abordar los temas más intrincados y poseerá la sensibilidad del poeta, el pensamiento mágico de la fantasía y sabrá encontrar estrellas y esperanzas en los campos más áridos y desiertos. Los ángeles cada vez más intrigados de lo que hacía su Señor, no cesaban de preguntar:
-Oye Señor, ¿y este ser tan raro, tendrá alguna función especial?
-Mirad, con un solo beso podrá mitigar el llanto de un pequeño, perdonar la falta más grave, dar aliento a un valiente, acariciar el alma de un anciano, seducir al guerrero más poderoso y dar compañía con sólo recordarlo a la soledad. Uno de los ángeles, tocó el modelo en proceso y exclamó:
-¡Señor, parece muy débil!
-Su aspecto es frágil pero su fortaleza es incalculable, puede soportar hambres, miserias, dolor, abandono, pero jamás se dará por vencido. Sabe hacer milagros con los alimentos y jamás dejará a uno de mis hijos con hambre, le dará todo y tendrá la virtud de sonreír en medio de la adversidad.
-Señor, la verdad, nunca te habíamos visto trabajar tanto en un ser. ¿Por qué es tan importante?
-Miren. El mundo cada dia crece más y yo no puedo estar en todas partes, necesito hoy más que nunca que alguien me ayude a conservar y engrandecer mi creación, a llevar mi bondad y presencia a todos los seres humanos. Uno de los ángeles toco el rostro y para su sorpresa se dio cuenta de que tenía una lágrima.
-¿Qué es?
- Es el bálsamo del amor, es expresión sublime ante el dolor de mis hijos, es su aflicción ante el sufrimiento que manifiesta la sensibilidad de su espíritu y brota en forma incontenible ante las penas y las alegrías. Los ángeles finalmente preguntaron.
-Oye, y ¿cómo le vas a llamar a este ser tan raro?
- Será reconocido por ser forjador de seres humanos extraordinarios, su aroma permanecerá por siempre y su nombre estará escrito de forma indeleble en la humanidad.
Finalmente hizo una larga pausa, como meditando el nombre que le daría, y sonriendo ante lo más sublime de su creación exclamó:
-LE LLAMARE......................... MADRE

2 comentarios:

Anónimo dijo...

todo lo que se escribe con amor para una madre es lo mas bello

C2ISLOV3 dijo...

Nacemos absolutamente desvalidos y la naturaleza ha dotado a la Madre de los instintos y capacidades que nos hacen sobrevivir. También hay malas Madres y aunque son poquísimas, no podemos negar que existe el abuso o maltrato infantil.

Hablemos de esas Madres modelos a seguir. Admiremos lo que solo una Madre lleva innato en ella:

- Apreciar la belleza del lugar y compartirla transmitiéndosela a sus hijos.
- Saber perdonar cualquier trastada que realicen sus hijos.
- Leer los pensamientos, los ojos, el corazón y adelantarse a las acciones antes de que se produzcan.
- El esfuerzo diario de un buen hogar.
- Incansables muestras de caricias, ternura y amor.
- Capacidad ilimitada de buscar justicia y luchar contra el abandono de los hijos.
- Poseer sensibilidad, como el poeta.
- Tener el pensamiento mágico, encontrará fantasía en cualquier momento y lugar para entretener a sus hijos.
- Con un beso mitigar el llanto de un niño, perdonar la falta más grave, dar aliento a un valiente, acariciar el alma de un anciano, seducir a un guerrero y dar compañía.
- Incalculable fortaleza para soportar hambres, miserias, dolor, abandono y sin darse nunca por vencida.
- Hacer milagros con los alimentos, para que ningún hijo pase hambre.
- Virtud de sonreír en medio de la adversidad.
- Bálsamo de amor ante cualquier aflicción de los hijos.
- Dar vida a otro ser humano, forjando de manera indeleble la humanidad.