Por: Yoel Rivero Marín.
Los protagonistas del quehacer cotidiano de esta ciudad están presentes aquí, caminan a nuestro lado y no conocemos cuantos secretos encierran en sus vidas. Hoy la gente de mi pueblo se acerca a la vida del técnico en Rehabilitación Roberto García Cortés. De sus 47 años de vida 25 los ha dedicado a esta profesión y aún cuando la vida lo privó del sentido de la vista, le otorgó el privilegio de ser uno de los especialistas en rehabilitación más prestigiosos de Sagua la Grande. Hoy Roberto labora en la sala de rehabilitación del policlínico “Mario Antonio Pérez” de esta ciudad. Ya concluyó su licenciatura, y así demuestra que para el ser humano no hay nada imposible si existe sacrificio y mucha dedicación.
Los protagonistas del quehacer cotidiano de esta ciudad están presentes aquí, caminan a nuestro lado y no conocemos cuantos secretos encierran en sus vidas. Hoy la gente de mi pueblo se acerca a la vida del técnico en Rehabilitación Roberto García Cortés. De sus 47 años de vida 25 los ha dedicado a esta profesión y aún cuando la vida lo privó del sentido de la vista, le otorgó el privilegio de ser uno de los especialistas en rehabilitación más prestigiosos de Sagua la Grande. Hoy Roberto labora en la sala de rehabilitación del policlínico “Mario Antonio Pérez” de esta ciudad. Ya concluyó su licenciatura, y así demuestra que para el ser humano no hay nada imposible si existe sacrificio y mucha dedicación.
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