Al terminar la guerra Hispano-Cubano-Norteamericana con la derrota del maltrecho ejército colonial español y con la traición yanqui que frustra el movimiento independentista cubano, se inicia la ocupación militar norteamericana en todo el territorio nacional(1898-1902), procedido de la firma del Tratado de París, documento imperialista de traspaso de la colonia cubana de manos de la colonia española a las del gobierno de los Estados Unidos. Como consecuencias de tales acontecimientos comienza la retirada de las tropas españolas del territorio sagüero que culmina oficialmente el 31 de Diciembre del año 1898, iniciándose así en Sagua la Grande el período de la Ocupación Militar Norteamericana.
En este momento histórico la situación socioeconómica del territorio era crítica. Los efectos de la guerra de independencia recién concluida provocaron una reducción considerable de la producción azucarera, principal renglón de la economía regional en la que Sagua la Grande era su cabecera y embudo comercial hacia el exterior(exportaban por el puerto de Isabela más de veinte centrales a través de un vasto sistema ferroviario ramificado sobre una rica zona de norte a sur de la provincia), por ejemplo, el volumen de azúcar producido descendió con relación al año 1895 en más de un 50% y los ingresos en valores de exportación de esto producto bajaron en un 40%, además de la destrucción de los campos de cultivos, medios de comunicación y transporte, medios de producción y centrales azucareros. Con respecto al ganado de todo tipo, fundamente vacuno, el número de cabezas se redujo del año 1895 al 1899 en un 20%, sin dudas el campo sagüero sufrió con intensidad los efectos de las operaciones bélicas de la contienda libertadora.
Es significativo así mismo los efectos causados en la población con la pérdida de miles de vidas por causa de la guerra y las secuelas de la reconcentración que particularmente en Sagua fue intensa y devastadora: epidemias, plagas, enfermedades y desnutrición diezmaron el crecimiento natural demográfico, pues de 1895 a1898 la cifra de fallecimientos reportados en el territorio municipal aumentó de 581 a 2 246, o sea se cuadruplicó, afectando por ende la fuente de fuerza laboral.
En lo referente a la estructura de poder continuó siendo la misma existente hasta entonces, representada por el alcalde de turno que siguió ejerciendo este puesto formalmente: Alfredo Figueroa Martí bajo la tutela del Comandante Militar del Distrito de Sagua: el capitán yanqui Bandplton y los tenientes Ely, (designado luego inspector de sanidad para atender las medidas de este tipo orientadas por el gobierno de ocupación) Callisum, todos subordinados al gobernador Militar de la Isla el General Leonard Wood: posteriormente ocupó la alcaldía Manuel Alberdi Gorzari que se mantuvo desde Junio de 1900 hasta 1905, año en que renunció sustituyéndolo Manuel Gutierrez Quirós.
Desde que se produjo la ocupación imperialista en Cuba, en el mismo año 1898 se manifestó en Sagua la Grande la oposición y la desconfianza hacia las autoridades norteamericanas y la aspiración de los cubanos a crear un gobierno nacionalista. Entre fines de ese año y los albores de 1899 representantes de la case media sagüera crearon el Partido Democrático y exigieron la autonomía municipal pronunciándose a favor de la democracia y en contra de la ocupación norteamericana en el país, en su manifiesto exhortaban al pueblo de Cuba a secundar un movimiento democrático por la salvación, este documento señalaba: ... “encaminados nuestros preferentes esfuerzos a la consecución de la autonomía para las municipalidades y su más absoluta independencia en su organización y gobierno interior(...) los puestos públicos son del pueblo y él es quien debe confiarlos por su libre y soberana voluntad a probados patriotas...” Desde fines del año 1900 e inicios de 1901 sucedieron los primeros enfrentamientos del movimiento obrero sagüero contra la explotación capitalista ante ruinosa situación económica existente en el territorio, desde Diciembre de 1900 los obreros ferroviarios aprendices reclamaban aumentos salariales, este movimiento se generalizó cuando los aprendices provocaron un paro que contó con la solidaridad de los obreros y empleados ferroviarios y de otros sectores de la población. En el año 1901 hubo otras acciones obreras: los portuarios de Isabela de Sagua exigieron mejores jornales, sobre todo los estibadores que desarrollaron una huelga de protesta contra las autoridades aduanales. Los maestros por su parte, demandaron al gobierno local y las autoridades de ocupación aumento de sueldo, esta pretensión fue sostenida firmemente recibiendo la respuesta del propio gobernador Leonard Wood de esperar hasta el inicio del próximo curso. Por un incremento del 20% de salario fueron también a la huelga todos los panaderos de la ciudad en ese año.
En todos estos movimientos prevalecieron las formas primarias de lucha economicista, no existía la unidad orgánica de clases, las organizaciones obreras se estructuraban en formas de asociaciones y gremios independientes incluso dentro del mismo sector y predominaba su carácter mutualista.
El magisterio de la localidad no estuvo ajeno a los planes del gobierno interventor para descolonizar y desideologizar nuestra cultura y educación para fueron seleccionados 31 profesores para seminariarse en la Universidad de Harvard, en Boston durante el verano de 1900, todo este proceso se convirtió en un gancho para la prensa reaccionaria que resaltó la noticia, también fue divulgada la visita realizada el 6 de junio de ese mismo año por el general Wood, este recorrió varios lugares de la ciudad sin recibir ninguna muestra de simpatía popular, solo por partes de los representantes del gobierno municipal.
En el período de ocupación se produce el licenciamiento del Ejército Libertador, este proceso lo dirigió en Sagua el propio Robau y tuvo la característica aquí que muchos de sus miembros no se presentaron a recoger sus licencias en negativa a recibir lo que consideraban una limosna ofensiva a los sentimientos patrios de los combatientes independentistas, también ocurrieron especulaciones de negociantes norteamericanos que valiéndose de la situación ruinosa de los miembros del ejército y sus familias compraban los abonares a estos con un descuento, esta situación se agudizó en los primeros años de la República Neocolonial cuando se atrasó la paga de los veteranos, lo que fue aprovechado por negociantes de Estados Unidos para comprar los derechos de pago por adelantado con aumento de los intereses, convirtiéndose así este en un negocio especulativo que fue objeto de denuncias en la prensa y en la voz de personajes honestos de la sociedad sagüera.
El tiempo que duró la ocupación no reportó beneficios económicos para Sagua la Grande, pero sí se percibe que las fuerzas interventoras continuaron creando las bases para su dominio neocolonial futuro a través de una fórmula de un capitalismo impuesto desde afuera, que truncó el desarrollo natural de las relaciones de producción capitalistas que venían gestándose desde mediados del siglo XIX, condenando al país a una estructura económica deformada, monoproductora y monoexportadora, un mercado fácil y seguro para sus productos y una superestructura en función de la dependencia económica y política a la nueva metrópolis: los Estados Unidos.
Durante el período neocolonial Sagua la Grande continuó siendo la cabecera de una región socioeconómica azucarera definida desde el siglo anterior, por constituir el centro comercial, crediticio, financiero e industrial, e incluso político – militar de todo este territorio villaclareño. La base económica sagüera de tradición azucarera contaba con dos fábricas fundadas desde el siglo anterior: el central Santa Teresa (hoy CAI” Héctor Rguez”)enclavado en el barrio de Sitiecito y propiedad en aquella época de la compañía del mismo nombre, y el central “Resulta”(hoy CAI” Antonio Finalet”) localizado en el barrio General Nodarse a tres km de la ciudad, propiedad de Juan de Dios Oña, ambos centrales eran financiados por capitales nacionales aunque sus propietarios estaban vinculados a casas financiadoras norteamericanas. En esa época la capacidad de molienda diaria de ambos centrales en conjunto no sobrepasaban las 100 000 arrobas, incluso en relación con otras zonas del país los resultados productivos en esta fueron discretos, pues en la zafra de 1901 el municipio no sobrepasó las 18 000 toneladas de azúcar: el 5,3% del total producido en la provincia. Los centrales sagüeros también producían miel a razón de 700 000 galones por zafra aproximadamente y aguardiente de caña pero en menos proporción.
Otra actividad de significación en el territorio era el transporte ferroviario que tenía gran incidencia en la economía de la región porque enlazaba importantes zonas azucareras y de otros productos con Sagua y su puerto por donde se exportaba hacia Estados Unidos, América Latina y Europa azúcar, mieles, alcoholes, tabaco y pieles fundamentalmente, así mismo por esta vía se importaban metales, implementos mecánicos, aceite industrial, traviesas, alimentos y bebidas entre otras mercancías. Durante el período de ocupación el promedio anual de buques que visitaron el puerto fue de 127, 20 menos que el quinquenio 1890-1895. Llama la atención que hubo un incremento de las importaciones con relación a las exportaciones con diferencia de 15,165 toneladas más, hecho que evidencia la profundización del carácter multimportador de nuestra economía y el aumento de la depencia comercial de Estados Unidos que absorbió más del 90% de los valores de importación del puerto isabelino.
La producción alcoholera fue otra renglón económico de importancia en Sagua, esta industria representada por la Destilería de Robato y Cía que después pasó a manos de José María Beguiristaín en1908, nombrándose desde entonces “El Infierno”, producía alcohol, ron y aguardiente y se nutría de las mieles de los centrales de la zona, sus producciones tenían gran calidad exportándose hacia diversos países de todo el mundo: Estados Unidos, México, España, Francia, Inglaterra, Turquía y otros países, incluso de la costa occidental de África. Sus alcoholes fueron premiados en exposiciones celebradas en Europa y América. Los talleres de fundición Alba y González era otra industria sagüera pero no constituía en esa época una empresa moderna ni poderosa, sus medios de producción eran rústicos y las condiciones de trabajo pésimas por lo que sus producciones solo abastecían a los centrales de la zona y no competían con otras fábricas del país.
Sagua contaba con los talleres ferroviarios más grandes del país, inicialmente esta empresa se localizaba en la Isabela de Sagua hasta que en 1905 se trasladaron a la ciudad que es donde alcanzaron su mayor proporción productiva, los talleres eran propiedad de la compañía Cuban Central surgida en 1899 al fundirse las empresas ferroviarias de Caibarién, Cienfuegos y Sagua alcanzando una longitud de 339 km con su base de operaciones en esta ciudad.
Tomado de : Monografía histórica municipio de Sagua la Grande, Villa Clara. (Varios autores)
Es significativo así mismo los efectos causados en la población con la pérdida de miles de vidas por causa de la guerra y las secuelas de la reconcentración que particularmente en Sagua fue intensa y devastadora: epidemias, plagas, enfermedades y desnutrición diezmaron el crecimiento natural demográfico, pues de 1895 a1898 la cifra de fallecimientos reportados en el territorio municipal aumentó de 581 a 2 246, o sea se cuadruplicó, afectando por ende la fuente de fuerza laboral.
En lo referente a la estructura de poder continuó siendo la misma existente hasta entonces, representada por el alcalde de turno que siguió ejerciendo este puesto formalmente: Alfredo Figueroa Martí bajo la tutela del Comandante Militar del Distrito de Sagua: el capitán yanqui Bandplton y los tenientes Ely, (designado luego inspector de sanidad para atender las medidas de este tipo orientadas por el gobierno de ocupación) Callisum, todos subordinados al gobernador Militar de la Isla el General Leonard Wood: posteriormente ocupó la alcaldía Manuel Alberdi Gorzari que se mantuvo desde Junio de 1900 hasta 1905, año en que renunció sustituyéndolo Manuel Gutierrez Quirós.
Desde que se produjo la ocupación imperialista en Cuba, en el mismo año 1898 se manifestó en Sagua la Grande la oposición y la desconfianza hacia las autoridades norteamericanas y la aspiración de los cubanos a crear un gobierno nacionalista. Entre fines de ese año y los albores de 1899 representantes de la case media sagüera crearon el Partido Democrático y exigieron la autonomía municipal pronunciándose a favor de la democracia y en contra de la ocupación norteamericana en el país, en su manifiesto exhortaban al pueblo de Cuba a secundar un movimiento democrático por la salvación, este documento señalaba: ... “encaminados nuestros preferentes esfuerzos a la consecución de la autonomía para las municipalidades y su más absoluta independencia en su organización y gobierno interior(...) los puestos públicos son del pueblo y él es quien debe confiarlos por su libre y soberana voluntad a probados patriotas...” Desde fines del año 1900 e inicios de 1901 sucedieron los primeros enfrentamientos del movimiento obrero sagüero contra la explotación capitalista ante ruinosa situación económica existente en el territorio, desde Diciembre de 1900 los obreros ferroviarios aprendices reclamaban aumentos salariales, este movimiento se generalizó cuando los aprendices provocaron un paro que contó con la solidaridad de los obreros y empleados ferroviarios y de otros sectores de la población. En el año 1901 hubo otras acciones obreras: los portuarios de Isabela de Sagua exigieron mejores jornales, sobre todo los estibadores que desarrollaron una huelga de protesta contra las autoridades aduanales. Los maestros por su parte, demandaron al gobierno local y las autoridades de ocupación aumento de sueldo, esta pretensión fue sostenida firmemente recibiendo la respuesta del propio gobernador Leonard Wood de esperar hasta el inicio del próximo curso. Por un incremento del 20% de salario fueron también a la huelga todos los panaderos de la ciudad en ese año.
En todos estos movimientos prevalecieron las formas primarias de lucha economicista, no existía la unidad orgánica de clases, las organizaciones obreras se estructuraban en formas de asociaciones y gremios independientes incluso dentro del mismo sector y predominaba su carácter mutualista.
El magisterio de la localidad no estuvo ajeno a los planes del gobierno interventor para descolonizar y desideologizar nuestra cultura y educación para fueron seleccionados 31 profesores para seminariarse en la Universidad de Harvard, en Boston durante el verano de 1900, todo este proceso se convirtió en un gancho para la prensa reaccionaria que resaltó la noticia, también fue divulgada la visita realizada el 6 de junio de ese mismo año por el general Wood, este recorrió varios lugares de la ciudad sin recibir ninguna muestra de simpatía popular, solo por partes de los representantes del gobierno municipal.
En el período de ocupación se produce el licenciamiento del Ejército Libertador, este proceso lo dirigió en Sagua el propio Robau y tuvo la característica aquí que muchos de sus miembros no se presentaron a recoger sus licencias en negativa a recibir lo que consideraban una limosna ofensiva a los sentimientos patrios de los combatientes independentistas, también ocurrieron especulaciones de negociantes norteamericanos que valiéndose de la situación ruinosa de los miembros del ejército y sus familias compraban los abonares a estos con un descuento, esta situación se agudizó en los primeros años de la República Neocolonial cuando se atrasó la paga de los veteranos, lo que fue aprovechado por negociantes de Estados Unidos para comprar los derechos de pago por adelantado con aumento de los intereses, convirtiéndose así este en un negocio especulativo que fue objeto de denuncias en la prensa y en la voz de personajes honestos de la sociedad sagüera.
El tiempo que duró la ocupación no reportó beneficios económicos para Sagua la Grande, pero sí se percibe que las fuerzas interventoras continuaron creando las bases para su dominio neocolonial futuro a través de una fórmula de un capitalismo impuesto desde afuera, que truncó el desarrollo natural de las relaciones de producción capitalistas que venían gestándose desde mediados del siglo XIX, condenando al país a una estructura económica deformada, monoproductora y monoexportadora, un mercado fácil y seguro para sus productos y una superestructura en función de la dependencia económica y política a la nueva metrópolis: los Estados Unidos.
Durante el período neocolonial Sagua la Grande continuó siendo la cabecera de una región socioeconómica azucarera definida desde el siglo anterior, por constituir el centro comercial, crediticio, financiero e industrial, e incluso político – militar de todo este territorio villaclareño. La base económica sagüera de tradición azucarera contaba con dos fábricas fundadas desde el siglo anterior: el central Santa Teresa (hoy CAI” Héctor Rguez”)enclavado en el barrio de Sitiecito y propiedad en aquella época de la compañía del mismo nombre, y el central “Resulta”(hoy CAI” Antonio Finalet”) localizado en el barrio General Nodarse a tres km de la ciudad, propiedad de Juan de Dios Oña, ambos centrales eran financiados por capitales nacionales aunque sus propietarios estaban vinculados a casas financiadoras norteamericanas. En esa época la capacidad de molienda diaria de ambos centrales en conjunto no sobrepasaban las 100 000 arrobas, incluso en relación con otras zonas del país los resultados productivos en esta fueron discretos, pues en la zafra de 1901 el municipio no sobrepasó las 18 000 toneladas de azúcar: el 5,3% del total producido en la provincia. Los centrales sagüeros también producían miel a razón de 700 000 galones por zafra aproximadamente y aguardiente de caña pero en menos proporción.
Otra actividad de significación en el territorio era el transporte ferroviario que tenía gran incidencia en la economía de la región porque enlazaba importantes zonas azucareras y de otros productos con Sagua y su puerto por donde se exportaba hacia Estados Unidos, América Latina y Europa azúcar, mieles, alcoholes, tabaco y pieles fundamentalmente, así mismo por esta vía se importaban metales, implementos mecánicos, aceite industrial, traviesas, alimentos y bebidas entre otras mercancías. Durante el período de ocupación el promedio anual de buques que visitaron el puerto fue de 127, 20 menos que el quinquenio 1890-1895. Llama la atención que hubo un incremento de las importaciones con relación a las exportaciones con diferencia de 15,165 toneladas más, hecho que evidencia la profundización del carácter multimportador de nuestra economía y el aumento de la depencia comercial de Estados Unidos que absorbió más del 90% de los valores de importación del puerto isabelino.
La producción alcoholera fue otra renglón económico de importancia en Sagua, esta industria representada por la Destilería de Robato y Cía que después pasó a manos de José María Beguiristaín en1908, nombrándose desde entonces “El Infierno”, producía alcohol, ron y aguardiente y se nutría de las mieles de los centrales de la zona, sus producciones tenían gran calidad exportándose hacia diversos países de todo el mundo: Estados Unidos, México, España, Francia, Inglaterra, Turquía y otros países, incluso de la costa occidental de África. Sus alcoholes fueron premiados en exposiciones celebradas en Europa y América. Los talleres de fundición Alba y González era otra industria sagüera pero no constituía en esa época una empresa moderna ni poderosa, sus medios de producción eran rústicos y las condiciones de trabajo pésimas por lo que sus producciones solo abastecían a los centrales de la zona y no competían con otras fábricas del país.
Sagua contaba con los talleres ferroviarios más grandes del país, inicialmente esta empresa se localizaba en la Isabela de Sagua hasta que en 1905 se trasladaron a la ciudad que es donde alcanzaron su mayor proporción productiva, los talleres eran propiedad de la compañía Cuban Central surgida en 1899 al fundirse las empresas ferroviarias de Caibarién, Cienfuegos y Sagua alcanzando una longitud de 339 km con su base de operaciones en esta ciudad.
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