Desde hace algunos meses un amigo ha insistido para que escriba sobre la gente de mi pueblo, esa que día a día camina, sueña, vive a nuestro lado y no conocemos, esa que es capaz de hacer cosas excepcionales, de transformar el mundo desde el rincón donde le tocó vivir. De hecho ya se pueden encontrar en este blog algunos de esos sagüeros que han llamado poderosamente mi atención por construir a la luz o en el anonimato una obra inmensamente bella.
Antes de comenzar este ciclo de entrevistas a personas trascendentales o comunes, a hombres o mujeres, a jóvenes o ancianos, he de hablar del puente que me ha dado la oportunidad de conocerlos. Se trata del programa “La gente de mi pueblo”, que cada viernes a las 10 de la noche sale al aire por el canal comunitario de Sagua Visión, y cada lunes a las 12 y 15 del mediodía por el canal provincial de Villa Clara, Telecubanacán.
Este espacio cuenta ya con un año y medio en la preferencia del pueblo de la Villa del Undoso y he tenido el privilegio de conversar en el mismo con personas que realizan las más disímiles profesiones, desde científicos renombrados como la Doctora Concepción Campa, hasta trabajadores comunes que cada día limpian las calles de mi ciudad como Juan Gerardo Abreu , entran a sus centros de trabajo a solucionar los más disímiles problemas, a contribuir en la producción y los servicios, como Reglita la secretaria, Roberto Sosa el enfermero, Gerardo Rodríguez el tornero innovador de la Fundición, Emilio y Deivi Pons, padre e hijo pescadores de la Isabela de Sagua, Bárbara Fortes periodista de increíble apego popular de Radio Sagua, o personajes populares que son conocidos por cada uno de los habitantes de esta ciudad del centro norte de Cuba, como Bombillo, como Bolondrón, como Pablito el Rumbero.
El programa televisivo desde su propio comienzo ha atrapado la atención de los sagüeros y los villaclareños en general. Cada semana en poco más de 12 minutos hemos podido descubrir cuanta grandeza, cuanta historia existe en cada persona que habita esta tierra. He aprendido, claro que sí, pues ya son más de 70 los entrevistados que he tenido frente a mi, lo mismo en el surco arando la tierra, que a la altura de un quinto piso sentado en la bamba de un pintor de edificios, o caminando tranquilamente por las calles del cementerio de Sagua la Grande contándome los más de 40 años que le ha dedicado a la labor de sepulturero. Me he nutrido de la experiencia de aquellos que, agotados por los años, pasan cada día por nuestras calles y nadie siente la curiosidad de saber quiénes fueron, cuánto hicieron, cuánto le debemos los jóvenes de estos tiempos. He buscado en los lugares más insólitos y he encontrado a las personas más asombrosas.
La gente de mi pueblo hay que conocerla, tiene que conocerla todo el mundo como lo he hecho yo, como lo hago cada semana. Y al igual que muchos sagüeros se acercan a mi para decirme: “No has conversado con fulano, como ese no hay dos en Sagua”, me gustaría que también llegara por esta vía y que todos esos sagüeros que recorren Cuba y el mundo escriban su comentario aquí.
Existen muchos aún, cientos, miles, que tienen infinidad de anécdotas que contar y ese privilegio de conversar con ellos no quiero que sea sólo mío o de un grupo reducido de personas, haré lo posible y lo imposible para que ese privilegio sea de todos. Aquellos que han estado en el lugar y el momento correcto y su nombre ha saltado las fronteras de esta ciudad están y estarán aquí, aquellos que permanecen en silencio en este pequeño rincón del planeta haciendo su propia historia están y estarán aquí.
Decía Unamuno que “Hemos de hallar lo universal en las entrañas de lo local” y nada mejor que conversar cada semana con… “LA GENTE DE MI PUEBLO”
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