Lic. José Luís Pérez Machado.
Esta es la historia de una figura muy controvertida y enigmática en la música cubana del siglo XIX; Manuel Costa Valdés.
Miembro de la dinastía Costa Valdés que tiene su matriz en el catalán Oriol Costa Sureda: padre de la música de esta villa, nació Manuel 19 de octubre de 1884, fue también alumno emérito de la academia “Aurora”. Afloran tempranamente en él sus aptitudes para la enseñanza y la dirección musical. Su vida fue atormentadora por lo que él mismo se comparaba con el genio alemán de Beethoven. Con motivo a la oposición para director de la Banda Municipal de conciertos fue calumniado por lo que el Maestro Costa decidió marcharse de Sagua en el año 1929 y establecerse en el Reparto Batista en la capital, allí con escasos recursos y embargado por la lejanía a su tierra natal adquirió un terreno donde junto a sus alumnos construyó la academia “Costa”, por la mañana se construía y por la tarde se daban las lecciones hasta que concluyó la obra.
La soledad, el hecho de no tener su propia familia y la calumnia sufrida hizo que su personalidad se mostrara triste, solitaria y a la vez irreverente, Costa se hacía llamar el Maestro o el Mendigo, exponía en su academia sentencias de contenido humanístico y filosófico entre las que sobresale “Pido limosna trabajando”,”La verdad te hará libre”,. No cobraba sus servicios, construyó una alcancía donde los alumnos que podían abonaban algún dinero, se hizo esculpir un busto de gran parecido con Bethoven y su clase estaba adornada con fechas históricas y objetos emblemáticos de su vida. Su academia fue muy reconocida por toda la comunidad y las autoridades de la época en la Habana.
Creó la Rondalla “Costa” que alcanzó premios nacionales, compuso música para Bandas, estudiantinas y rondallas, así como arreglos musicales, escribió sobre pedagogía musical y llegó a atesorar una voluminosa biblioteca con textos relacionados con la música universal. En el año 1946 fue invitado a Sagua por las autoridades de la villa con motivo a la inauguración del anfiteatro Ramón Solís como desagravio y acto justiciero de su pueblo ante aquella vieja calumnia que tanto lo atormentó, la Rondalla Costa se presentó en el anfiteatro y el Maestro recibió un banquete de homenaje por parte de la alcaldía municipal. La prensa de la época se hizo eco de este acontecimiento. El Maestro Manuel Costa Valdés muere después de su visita a Sagua, el 20 de junio de 1950 allá en el habanero reparto Batista en su academia que también fue su casa.
Esta es la historia de una figura muy controvertida y enigmática en la música cubana del siglo XIX; Manuel Costa Valdés.
Miembro de la dinastía Costa Valdés que tiene su matriz en el catalán Oriol Costa Sureda: padre de la música de esta villa, nació Manuel 19 de octubre de 1884, fue también alumno emérito de la academia “Aurora”. Afloran tempranamente en él sus aptitudes para la enseñanza y la dirección musical. Su vida fue atormentadora por lo que él mismo se comparaba con el genio alemán de Beethoven. Con motivo a la oposición para director de la Banda Municipal de conciertos fue calumniado por lo que el Maestro Costa decidió marcharse de Sagua en el año 1929 y establecerse en el Reparto Batista en la capital, allí con escasos recursos y embargado por la lejanía a su tierra natal adquirió un terreno donde junto a sus alumnos construyó la academia “Costa”, por la mañana se construía y por la tarde se daban las lecciones hasta que concluyó la obra.
La soledad, el hecho de no tener su propia familia y la calumnia sufrida hizo que su personalidad se mostrara triste, solitaria y a la vez irreverente, Costa se hacía llamar el Maestro o el Mendigo, exponía en su academia sentencias de contenido humanístico y filosófico entre las que sobresale “Pido limosna trabajando”,”La verdad te hará libre”,. No cobraba sus servicios, construyó una alcancía donde los alumnos que podían abonaban algún dinero, se hizo esculpir un busto de gran parecido con Bethoven y su clase estaba adornada con fechas históricas y objetos emblemáticos de su vida. Su academia fue muy reconocida por toda la comunidad y las autoridades de la época en la Habana.
Creó la Rondalla “Costa” que alcanzó premios nacionales, compuso música para Bandas, estudiantinas y rondallas, así como arreglos musicales, escribió sobre pedagogía musical y llegó a atesorar una voluminosa biblioteca con textos relacionados con la música universal. En el año 1946 fue invitado a Sagua por las autoridades de la villa con motivo a la inauguración del anfiteatro Ramón Solís como desagravio y acto justiciero de su pueblo ante aquella vieja calumnia que tanto lo atormentó, la Rondalla Costa se presentó en el anfiteatro y el Maestro recibió un banquete de homenaje por parte de la alcaldía municipal. La prensa de la época se hizo eco de este acontecimiento. El Maestro Manuel Costa Valdés muere después de su visita a Sagua, el 20 de junio de 1950 allá en el habanero reparto Batista en su academia que también fue su casa.
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